Mi papá me tomó un día de la mano y abordamos un camión al centro de Toluca. Me supongo que era domingo (Los diablos rojos del Toluca jugaban los domingos a las 12) Ahí conocí “la Bombonera”, en la “tribuna de sol”. Subimos una escalinata. Había muchísima gente gritando y bebiendo cerveza. Yo no vi el partido. No me dejaban ver, sólo sentí que me caía cuando mi padre se levantó junto a toda esa turba gritando ¡¡goooool!! Toluca, supe después, se coronó campeón de la temporada 1974-1975 con un gol de “la pantera negra” Ítalo Estupiñán ante el León, los “panzas verdes”. Hoy también sé que fue un 26 de junio de 1975. Italo fue años después mi amigo.
Mi memoria se ancla un 10 de mayo de 1998, cuando ahí mismo, en la diabólica Bombonera, mis diablos obtienen su cuarto título de liga al derrotar 5-2 (6-4 global) al Necaxa. Mi corazón estuvo a punto de pararse. Al minuto 2 ya perdíamos 2-0, 4-1 el global. No ma…no, no. Como olvidarlo. Mi hijo, mi primogénito, recién acababa de nacer. Y luego el 6 de junio de 1999, el quinto título derrotando en penales al Atlas, tras un angustioso 5-5 y esa gloriosa atajada de Hernán Cristante que salió casi tres metros para tapar el tiro de Daniel Osorno. ¡Qué bueno que no había Var! –Dice el sobreexcitado escribano-.
A los títulos de 1966-67, el primero, se le ganó 2-0 al Necaxa; en la 1967-68, el bicampeonato a la UNAM 2-0. A los veranos 98 y 99, se sumó la 2000, que fue una locura. Escarlata desde el principio. Nadie pudo con Sinha, Cardozo, Christante, Ruiz, Morales, Rangel, Taboada, Alfaro, Ríos, ¡Abundis! y luego Vicente, Da Silva, Carmona, Estay… Un poderoso rojo comandado por el entrañable “Ojitos” Meza. La del 2002 fue contra Morelia, 2005 al Monterrey, 2008 al Cruz Azul y 2010, la del Bicentenario, otra vez al Santos en un serie de penales angustiosa.
La 11
Para la 11 pasaron 15, si, 15 años pero llegó… Reviví la experiencia del 98. La ciudad vestida de rojo, murales, playeras, automóviles rotulados, una desbordante pasión en redes sociales con influencers, un himno llamado “El Matador”, una canción hecha romanza: Ya está todo preparado, el bombo y el trapo para salir. Al equipo que tiene más aguante ¡Toluca! Lo llevo dentro del corazón ¡Toluca! Y dale, dale, dale, dale Ro, dale… daleee Ro…
Afuera del estadio muchas personas enojadas por no tener boletos, una “leve” bronca con fanáticos resentidos que también, “envalentonados”, cerraron el carril de baja en Tollocan para agredir verbalmente a automovilistas. Les dolió la derrota. Antes, allá en la CDMex, hasta teléfonos celulares robaron a los directivos del Toluca. Pero, ¡Los poderosos Diablos Rojos! ¡Los mejores de la liga son campeones! –Expone el opinólogo, heredero de Kapuscinski-.
Brujos y brujas abrazamos al demonio celebrando “la 11” en un aquelarre diabólico… Allá, en el monumento a Colón, bailando y gritando, miles y miles celebraron al ritmo de, de todos los ritmos. Y el desfile del lunes ¡impresionante! Cual mitin de López Obrador en el zócalo, pero sin acarreados. La ciudad completa bañada en espuma coreando al paso de los camiones con el equipo y la Copa ganada. Gracias Toluca, eres un equipo que enamora, que vive su pasión endemoniada, con una afición renovada y valiente, energética y vivencial.
Brenda, mi siempre amable waitress se nota alegre, trabajando con una playera roja del Diablo. Se acerca y me susurra: “Su papá también debe estar celebrando en el cielo”. Lo sé. Estabas ahí Pá… Hasta otro Sótano. Mi X @raulmandujano