En la primaria escuché las primeras ideas un tanto revolucionarias que mis 10 u 11 años no me permitían comprender; las escuché de mi maestro de 5to y 6to año, y de uno de sus amigos que daba clase a otro grupo. De ellos escuché hablar del sueño americano y el destino manifiesto declarado por nuestro vecino país del norte, y de que nosotros éramos la primera generación de norteamericanos nacidos en México y aunque geográficamente lo somos, evidentemente se referían a que éramos la primera o de las primeras generaciones con un pensamiento que rinde culto a la ideología gringa.
Con el paso de los años pude obtener una fotografía de grupo del 6to “B” del que fui parte, en la imagen noté que el Profesor Ned Román Hernández que me dio clases desde mediados de 4to grado, no tenía en ese momento más de 30 años, lo que imagino ocurría con el otro profesor amigo suyo, con el que se ponía a hablarnos de esos temas, lo que me sorprendió, pues hoy alguien de esa edad no sabe regularmente ni a qué se dedicará en su vida, y conste, a esas alturas el partido va tarde para esa definición.
No sé dónde estudiaron mis maestros de primaria, pero como verdaderos maestros de vida, era evidente el pensamiento crítico en torno al que giraba su vida y el análisis sobre ésta, el que lamentablemente hoy en el mismo magisterio está ausente.
La elección de ministros, magistrados y jueces se cruza con las manifestaciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación CNTE, el incremento del 9% + 1% en septiembre al salario y sus prestaciones, la disposición del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación SNTE para “promover”, no acarrear votantes para la elección mencionada y desde luego la dignidad.
En torno a la actitud y acciones de la CNTE y el SNTE hay un elemento común: el incremento del 9% al salario integrado anunciado y el 1% más a partir de septiembre de este año, así como el otorgamiento de 1 millón de basificaciones (alcanzar la inamovilidad administrativa) de plazas que ya existen, acciones que han generado en estos 2 sectores del magisterio posiciones contrarias; el hecho como en otros casos nos genera dos preguntas para empezar: ¿quién está fuera de lugar? y al SNTE, ¿le llegaron al precio y está renunciando a su dignidad?
Aunque en el momento en el que vivimos, se piensa con demasiada normalidad que todos tenemos un precio, es muy peligroso que el magisterio lo crea, ya que más allá de sus actitudes personales e individuales, son quienes formarán a las próximas generaciones, quienes con sus frases, actitudes e ideas nos marcarán en muchos aspectos como en mi caso ocurrió y lo agradezco, pero en este momento de oscurantismo en el que ya vivimos, sería muy lamentable que sean los propios maestros los que estén dispuestos a hacer lo que sea, para obtener un aparente beneficio económico, aunque eso suene a tener precio y obviamente renunciar a su dignidad.
Para el gobierno federal somos como piezas de ajedrez, se buscaba que el anuncio del incremento salarial integrara a docentes y la basificación de 1 millón de plazas, motivará precisamente al Sindicato aliado del gobierno, para que movilizara votantes a favor de la elección judicial; lo que no contempló la titular del ejecutivo, es que la CNTE no vería con buenos ojos el incremento y que además, convocarían al boicot del proceso electoral, el que le urge al gobierno salga con cuando menos un 20% de participación de los electores.
Aunque el SNTE siga jugando su papel de sindicato del oficialismo como lo hizo en la era PRI y ahora en la era morena, se necesita algo de pensamiento crítico y de dignidad, no debemos olvidar que quienes estamos ahora, somos los responsables de la formación de las próximas 2 generaciones.
En cuanto a la CNTE, necesitamos entrar más al fondo de sus inconformidades, para comprender por qué el 9% de incremento salarial más el 1% en septiembre no les satisface, lo que sí vemos imposible es el 100% que reclaman, he visto porcentajes que se demandan menores y por mucho ya suenan completamente irreales.
ADDENDA
¿EL CFCRL O LA JORNADA?
Hace unos días hablábamos en este espacio del diario La Jornada y de un conflicto laboral que tuvieron hace años, en el que el flamante director del Fondo de Cultura Económica en su momento, llamó a hacer manifestaciones en contra del movimiento de huelga de los trabajadores de ese diario, esto con el pretexto de defender el ejercicio de un periodismo crítico y progresista.
Hoy nuevamente el diario está en pugna con sus trabajadores y otra vez, desde sus páginas han emprendido una serie de ataques en contra de los trabajadores e incluso el Centro Federal de Conciliación y Arbitraje CFCRL, para desvirtuar el movimiento de los trabajadores.
Nunca he ocultado mis reservas y recelos con el CFCRL, su Director, el maestro Alfredo Domínguez Marrufo, es un partidario del control gubernamental y la morenización de las organizaciones sindicales, lo que esconde detrás de su sonrisa y trato afable, pero en este caso, a quien no le creo ni el bendito, es al diario La Jornada, que como patrón es de los peores y periodísticamente tampoco ejerce un periodismo libre, progresista y crítico. Hoy este diario es la gaceta no oficial del partido en el poder, cuando menos de un sector y laboralmente desde hace muchos años ha llevado a cabo las peores prácticas con sus trabajadores.
UN 1 DE JUNIO DESQUICIADO
El 1 de junio es complejo, no solo puede arrancar con movilizaciones de la CNTE, sino con la huelga estallada en la aerolínea más importante del país; la negociación no está siendo nada sencilla y en el primer minuto de ese día, esa fecha puede pasar a la historia tal vez, como una de las fechas más caóticas para el país y el actual gobierno, con lo que se ensombrecerá aún más la elección del poder judicial, la que está desangelada y lo que le sigue.
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Abogado Postulante y miembro de la Escuela para la Formación Política y Sindical A.C.