-EPN al ring
-Otra de la reforma energética
-El fuero a escena
El Instituto Nacional Electoral les llama "debates". Se efectuarán tres, ya se realizó el primero y –como seguramente en los restantes– la exposición de ideas que conduzcan a sacar a este país de la ruina brillaron por su ausencia. Se esperaba un escenario en el que abundarían las descalificaciones, en el que el libreto privilegiaría los ataques al candidato que presume llevar la delantera en la preferencia electoral.
Fuimos testigos de un linchamiento muy serenamente acordado por quienes detentan el sistema de privilegio, y en el que los medios masivos de comunicación contribuyeron en sesudas mesas de análisis a cargo de los de siempre. Se trató de denostar al puntero, y empezar a bajarlo cueste lo que cueste.
Para el personaje que lidera la intención del voto, algunos signos deben dejarlo muy preocupado: las impresentables decisiones de los Consejeros del INE y de los integrantes de la Sala Superior del Tribunal Electoral de subir a la boleta a Margarita Zavala Gómez del Campo y a Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, a pesar de las innumerables irregularidades que se les detectaron para alcanzar sus "candidaturas independientes", posibilita sospechar los criterios que usarán –sobre todo el órgano que legalmente debe calificar la elección- en el caso de una votación cerrada, que sorpresivamente otorgue al segundo o al tercer lugar el sitio de honor.
La sucesión presidencial la buscan corrientes –y muy burdas por cierto– de derecha. Al contrario de lo que tratan de vender, no se corre el riesgo de un cambio en el modelo económico; es decir, el desastre continuará y habrán condiciones objetivas más que suficientes para que los felinos abreven antes de sacar las garras en protesta a un estado de cosas que resulta poco menos que inaguantable.
Falso que AMLO y su ridículo frente, sean una opción de izquierda. El pragmatismo por el que optó ofrece estrictas reglas en el manejo del erario y el ajuste del cinturón tendría él que encabezarlo. Sus opositores: los grupos de poder que han envilecido al país con negocios sucios y encubiertos y que han entregado la riqueza nacional sin desparpajo alguno. En síntesis, observamos una cruenta batalla entre dos tipos de derecha, que desde luego no traerán beneficio alguno a las enormes masas de mexicanos con calidades de vida indignantes…
El Presidente de la República, en plena campaña por el candidato de su partido, estuvo en Lima, Perú, en una desangelada Octava Cumbre de las Américas, y desde allá sentenció que "crecer toma tiempo y cuesta mucho trabajo, pero retroceder es muy fácil"; y volvió a la perorata de rechazar el regreso de un Estado intervencionista en lo económico, ya que a su decir mostraron su total fracaso.
EPN fue el impulsor de las llamadas "reformas estructurales" –defendidas abiertamente por cuatro de los candidatos a relevarlo–, y entre éstas destaca la "energética", que ha venido acabando con PEMEX; y, medularmente, entregando la riqueza petrolera a privados nacionales y extranjeros. Para muestra, y por cortesía de la ahora empresa productiva del Estado, en 2017 la producción de crudo alcanzó 1 millón 948 mil barriles diarios de petróleo. Esta suma parece impresionante, pero significó un decremento de 23% en relación a lo obsequiado por el subsuelo en el 2012.
La caída en la producción de gas natural fue de 20.6%; la de petrolíferos en 34.9%; y la de petroquímicos en 30.6%.
Y para el asombro de todos, sólo se utiliza 39.4% de la capacidad instalada en las seis refinerías que le quedan a los mexicanos, y se importan 915 mil barriles diarios de gasolinas!!!
Usted dirá que le asiste la razón al Ciudadano Presidente; sin embargo, todo indica que al sector energético se le descuidó con absoluto dolo desde que los tecnócratas tomaron por asalto el poder al concluir la administración de JOLOPO, y la estrategia les ha funcionado.
CONTRAPORTADA: Lo acontecido en el cámara baja el jueves 19 de abril tiene un propósito bien calculado. No se trata de acabar con la figura del fuero para que dejen muchísimos pillos de refugiarse en ésta. Esta reforma constitucional permitiría llevar a juicio, con la aprobación de mayoría, al Presidente de la República. Aprobada por la unanimidad de 170 votos, sería usada –de aprobarse en el Senado y las legislaturas estatales– con perversidad: ¿acaso no suena a un posible golpe de estado técnico como los sucedidos en Honduras, Paraguay, Perú y Brasil? Hoy, tendrá un gran efecto electoral: todas las bancadas reclaman la paternidad. Los más enterados aseguran que es parte del efecto Lula... al tiempo.
