El hombre que quiso medir lo invisible (y se esfumó)
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El hombre que quiso medir lo invisible (y se esfumó)

Jueves, 03 Julio 2025 00:05 Escrito por 
Visión Holística Visión Holística Marcela Hernández Montiel

Jacobo Grinberg: ciencia, misticismo y la fractura de la realidad

“La realidad es un mapa. Pero algunos nacen con la brújula rota… y la usan para encontrar el origen.”

La noche del 8 de diciembre de 1994, en su escritorio quedaron huellas de rutina:
una taza de café sin terminar, el cuaderno aún abierto, la lámpara encendida.
Pero él… él ya no estaba.

No dejó nota.
No hubo cuerpo.
No hubo cierre.

¿Puede un hombre desaparecer al otro lado de su propia teoría?

Grinberg no huyó.
Grinberg se desintonizó.

 

EL NIÑO QUE ESCUCHABA LO INVISIBLE

Nació en la Ciudad de México en 1946.
Hijo de una familia judía, marcado por la muerte temprana de su madre, Jacobo Grinberg creció con una herida que jamás cicatrizó, pero que lo impulsó a explorar los límites de lo visible.

¿Dónde va la conciencia cuando el cuerpo se apaga?

Esa pregunta lo acompañó hasta el último día.

Estudió Psicología en la UNAM, se doctoró en Neurofisiología en la Universidad de Nueva York, escribió más de 50 libros, fundó laboratorios de investigación y desarrolló teorías que desconcertaron a científicos y místicos por igual.

Pero Grinberg no buscaba premios.
Buscaba romper el velo.

 

LA TEORÍA SINTÉRGICA: CUANDO LA PERCEPCIÓN CREA LA FORMA

Grinberg propuso una idea tan radical como elegante:

La realidad no es externa ni objetiva.
Es una construcción activa entre la conciencia humana
y un campo energético universal.

Llamó a ese campo el espacio neuronal estructurado:
una matriz invisible que sostiene lo que percibimos y que puede modificarse al alterar el estado de conciencia.

Eso implica que:

Percibir no es recibir.
Percibir es interferir.
Y si puedes interferir…
puedes modificar lo que llamas “realidad”.

No lo dijo como poeta. Lo midió como científico.
Y ahí comenzó el verdadero temblor.

¿Quién tiene el poder de alterar lo que creemos real?
¿Quién observa al que observa?

 

PACHITA: LA BRUJA IMPOSIBLE QUE ABRÍA CUERPOS CON UN CUCHILLO DE MONTE

En los 80, Grinberg conoció a Pachita, la canalizadora del espíritu de Cuauhtémoc.
Con un cuchillo oxidado y sin anestesia, realizaba "cirugías psíquicas" imposibles:

Órganos aparecían.
Las heridas se cerraban solas.
La materia obedecía a la conciencia.

Grinberg no se burló ni huyó.
La estudió sin miedo.
Y escribió el libro Pachita, aún hoy uno de los textos más incómodos para la ciencia mexicana.

“Pachita no curaba.
Pachita abría portales donde la materia se rendía.”

En ella, encontró algo más que un fenómeno:
una evidencia viviente de su teoría sintérgica.

 

LA DESAPARICIÓN: ¿SILENCIADO, TRAICIONADO… O TRASCENDIDO?

El 8 de diciembre de 1994, Jacobo Grinberg desapareció.
Su esposa, Teresa Mandala, ofreció versiones contradictorias.
Dijo que había viajado. Luego que lo habían llevado. Luego, silencio.

La investigación fue una farsa.
Y las versiones comenzaron:

¿Lo hizo desaparecer el gobierno?
¿Fue interceptado por agencias por tocar temas de manipulación de la percepción?
¿Fue víctima de alguien cercano?
¿O logró lo que estaba estudiando?

 

¿SE FUE… O SIMPLEMENTE DEJÓ DE SER VISIBLE?

Aquí entra la hipótesis más coherente con su propio trabajo.

Desde la neurociencia y la física cuántica:

Grinberg sabía que la conciencia puede alterar el colapso cuántico.
Que la realidad no es absoluta, sino un acuerdo perceptual.
Y que quien modifique su frecuencia… desaparece del radar consensual.

Como la luz invisible fuera del espectro humano:
no porque no exista, sino porque no podemos verla.

Desde las prácticas místicas:

Documentó fenómenos de bilocación, samadhi, trances que suspendían signos vitales, chamanes que se desmaterializaban.
No los romantizaba: los estudiaba con instrumentos científicos.

Y él mismo practicaba meditación profunda, aislamiento sensorial, rituales de acceso a estados no ordinarios.

No buscaba explicaciones.
Buscaba integración con el campo.

 

LO QUE DICEN QUIENES LO HAN ESTUDIADO A FONDO

Algunos sostienen que Grinberg logró lo que predicaba:
alterar su campo vibracional al punto de desconectarse del patrón perceptual común.

No se fue.
Se desintonizó.

¿Locura?
¿Fe?
¿O simplemente una comprensión más avanzada de la conciencia?

 

EL LEGADO: UNA GRIETA EN LA MATRIX

Grinberg no fue un santo.
No fue un gurú.
Fue un hacker del sistema perceptual.

Y aunque su cuerpo no esté…
su ausencia vibra más fuerte que la presencia de muchos.

Nos dejó un mapa.
No para seguirlo…
sino para recordar que la realidad no es lo que te dijeron.

Yo no creo que Grinberg se haya perdido.
Yo creo que regresó al origen…
y lo hizo consciente.

Y su desaparición, en lugar de borrarlo…
lo volvió eterno.

 

Escrito por Marcela | @lux.aurea.signature

Terapeuta vibracional. Escritora de lo invisible.

Investigadora de realidades no ordinarias.

Enciendo verdades que no caben en fórmulas.

Y reconozco a los que, como Jacobo, jamás pidieron permiso para cruzar.

 

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