Diablo: hola, Simplicio, ¿por qué te ves tan descompuesto?
Simplicio: !Ay, maldito Diablo, qué susto me diste! ¿Por qué andas disfrazado de policía?
Diablo: Es que voy a la presentación del libro Seguridad con Bienestar, un nuevo modelo integral de seguridad, de ya sabes quién...
Simplicio: Pues no, no sé de quién es.
Diablo: Nada menos que del jefazo de Seguridad Pública con los dos Presidentes azules con que se inauguró el Siglo 21 en México.
Simplicio: Ah, pa´inauguracioncita que provocaste.
Diablo: ¿Y yo por qué?
Simplicio: No me salgas con que no tuviste nada que ver con el desmadre social que causaron tus camisas azules.
Diablo: ¿Mis camisas azules? Pero sí yo soy rojo de corazón.
Simplicio: Entonces, ¿por qué andas disfrazado de azul?
Diablo: Ya te dije, voy a la presentación del libro del Jefazo, que después de cinco años de exilio regresó de Miami.
Simplicio: Pues yo preferí ir a la presentación del libro “La gran transición. Retos y oportunidades del cambio tecnológico exponencial”, de ya sabes quién.
Diablo: Yo sí sé, si es del orgullo del nepotismo...
Simplicio: ¿Quién?
Diablo: Tú sabes quién.
Simplicio: No, no sé.
Diablo: Pues de otro ex Presidente, de igual apellido que ya sabes quién...
Simplicio: Ah, cómo te encanta hacerla de tos, maldito rojo.
Diablo: Y, ¿cómo estuvo la presentación? ¿Hubo coctelito?
Simplicio: Sí, pero no me quedé, estaba lleno de aburridos políticos.
Diablo: Leí que estuvo divertido cuando le reclamaron al autor que no hubiera incluido en la sección de Robótica, el hecho de que ya en Escocia unos científicos inventaron la primera robot prostituta parecida a una mujer para cumplir con tareas sexuales.
Simplicio: Seguro que fuiste tú, disfrazado de intelectual.
Diablo: ¿Y Yo por qué? Simplicio, Simplicio, para ti todos son intelectuales, si tú no lees ni un libro al año. Creo que el último que leíste fue el de Camisas Azules, Manos Negras...
Simplicio: !Te equivocas, maldito calumniador! Para que sepas estoy leyendo El efecto Lucifer...¿cómo te quedó el ojo, eh?
Diablo: Ah, sí, ya lo conozco, es de un tal Zimbardo, que cree haber descubierto la naturaleza del mal, puras fake news, ni siquiera nuevas, puras viejas mentiras...
Simplicio: Dijo El Gran Mentiroso...
Diablo: De veras, salvo el título que usó para vender más, ni siquiera habla de mí.
Simplicio: ¿Entonces?
Diablo: El tal Philip Zimbardo es conocido por su llamado Experimento Stanford que llevó a cabo en 1971. Consistía en simular una cárcel con estudiantes normales. Unos desempeñarían el papel de presos y otros de guardias. Buscaba una explicación a los conflictos que ocurrían habitualmente en las prisiones. Pronto se le fue de las manos porque se llegó a la violencia física y a los abusos mentales. El resultado del experimento demostró la crueldad de los seres dizque humanos cuando se les proporciona el poder de la autoridad y el apoyo institucional.
Simplicio: Por eso, los supuestos guardias se volvieron súper malosos y maltrataron a los supuestos presos...
Diablo: Eso dice el tal Zimbardo, que las instituciones deforman a los hombres...y mujeres. Ni siquiera cree que yo existo.
Simplicio: Ese es tu mayor engaño, hacer creer a la Humanidad que no existes. Se me hace que tú financiaste este libro.
Diablo: !Otra vez! Ya pareces robot, repitiendo una y otra vez lo mismo.
Simplicio: Ni me compares con esos tontos robots con inteligencia artificial, ya ves a qué han llegado con los inventos de esos científicos locos.
Diablo: Pues yo creo que a nuestro amigo el robot Belisario le encantaría una robotina de esas, sobre todo ahora que la famosa Sophia rompió con él y no quiere venir a México por culpa de la escalada de violencia.
Simplicio: Con la cual tú no tienes nada que ver, ¿eh?
Diablo: Vuelta a lo mismo, ¿Y Yo por qué? ¿No te ha quedado demostrado con el efecto Zimbardo que yo no soy el causante del mal, sino las malas instituciones que han creado los malosos dizque humanos? Yo solamente tengo permiso de Ya Sabes Quién, de instigarlos un poco y provocar mayor desorden del que normalmente crearían solitos los humanos.
Simplicio: ¿Permiso? Será más que nada tu venganza contra el Gran Ser, creador de todas las cosas.
Diablo: ¿Lo ves? También es el creador del mal, ¿no?
Simplicio: Maldito, Lucifer, todo lo tergiversas para intentar zafarte de la responsabilidad por el mal que provocas. Pero tú también, como todos los humanos, tienes libre albedrío y para tu desgracia escogiste el mal, nadie te obliga a seguir de maloso. Si te arrepientes, puedes reconvertirte y tener una segunda oportunidad...no pierdas la esperanza.
Diablo: Vaya con el teólogo Simplicio, ya te pareces a ya sabes quién. Pero este juego ya está definido y este arroz ya se coció...
Simplicio: No se te vaya a quemar...en el infierno electoral.
Diablo: ¿Te refieres al libro de El Infierno Electoral, de Bernardo Barranco?
Simplicio: Ya basta de presumir de libros, si tú no lees ni los periódicos.
Diablo: Ya nadie los lee, Simplicio, ¿no has oído del cambio tecnológico exponencial que es internet?
Simplicio: Claro, por eso me informo diariamente en DigitalMex.
Diablo: Tú sí sabes lo que es bueno...
(Mayo 2018)
