Como me dueles México
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Publicado en Opinión

Como me dueles México

Martes, 02 Diciembre 2025 00:00 Escrito por 
Tumba Burros Digital Tumba Burros Digital Luis Escobar Ramos

Es indudable que vivimos tiempos difíciles en nuestro país desde hace ya casi tres décadas. Es lamentable que varias generaciones han nacido bajo ese clima de violencia; esos jóvenes no han conocido otro ambiente que no sea el actual, en el que el crimen organizado se ha venido apoderando de los espacios públicos y privados, hasta de ciudades enteras. Y aun así nos seguimos preguntando por qué los jóvenes, y algunos no tanto, se han involucrado de lleno en ese mundo del que no se sale vivo en la mayoría de las ocasiones, cuando la respuesta la tenemos frente a los ojos: son de las pocas opciones que les estamos ofreciendo; por lo que ellos han normalizado esa realidad y, como sociedad, hemos perdido la capacidad de asombro.

Recuerdo perfectamente, allá por el año 2008, cuando en encuentros y eventos públicos y privados dos o tres personas mencionábamos el riesgo de que el país sufriera un proceso de “colombianización” (dicho esto por la infortunada situación de violencia que pasaron nuestros hermanos colombianos), es decir, que las organizaciones criminales conocidas como cárteles fueran ganando espacios y el Estado cediéndolos, perdiendo fuerza y tiñéndose de sangre el país; lamentablemente no nos equivocamos, hasta podemos mencionar que nos quedamos cortos, ya que hoy día estamos en la nada honrosa lista de los países con mayores índices de violencia, incluso por encima de algunos en los que se viven conflictos bélicos.

Decidí abordar este tema debido a que considero que en este momento en México hemos llegado a una etapa en la que se advierte una crisis política y social, debido a que las organizaciones delictivas vienen desafiando directamente a la estructura del gobierno. Debo reconocer que el tema es delicado, de ahí que muchos rehúyen escribir sobre el particular; sin embargo, en esta ocasión lo hago con la plena confianza que me da el no tener filiación política o partidista alguna, lo que desde mi personal punto de vista me da la autoridad suficiente para hablar respecto de ello.

El primero de noviembre del presente año se dio un asesinato en la ciudad de Uruapan, Michoacán, que tuvo gran relevancia en todo el país, debido a que, por una parte, el alcalde de esa ciudad ganó la elección como candidato independiente, derivado de que abandonó el proceso interno del partido oficial al denunciar anomalías en el mismo.

Desde su campaña dejó claro que defendería a capa y espada a sus conciudadanos ante las extorsiones de que eran objeto por grupos del crimen organizado, promesa que llevó a la práctica a su llegada a la alcaldía, realizando actividades policiales y de seguridad pública de manera directa pero complementadas con declaraciones de enfrentamiento con las organizaciones criminales, con el gobierno del estado de Michoacán y exigencias al propio Ejecutivo federal, cuyo sustento era el cumplimiento cabal de las responsabilidades de cada uno de los niveles de gobierno.

Tal actitud generó que el alcalde ganara adeptos en su entidad, lo que provocó que en algunas encuestas fuera colocado como un fuerte aspirante a la investidura estatal; que muchos medios de comunicación lo buscaran para entrevistarle constantemente, lo que le permitió darse a conocer en todo el territorio nacional. Debo mencionar que existían opiniones diversas sobre su persona, derivadas de sus críticas al gobierno de Michoacán, al gobierno federal, y también era común escuchar comentarios sobre los riesgos que corría al hacer declaraciones en contra de organizaciones delictivas; es decir, Carlos Manzo se encontraba en el ojo del huracán desde el inicio de su gestión edilicia.

Ahora bien, el asesinato de Manzo da muchos insumos para poder establecer varias vertientes de análisis. Dentro de ellas, lo que apuntamos al principio sobre el reclutamiento de menores y jóvenes por parte de las organizaciones criminales, sobre todo muchos de aquellos que han caído desgraciadamente en el consumo de drogas. En este caso particular fue un menor de 17 años el autor material del crimen, lo que demuestra el grado de complejidad del problema que tenemos como sociedad, ya que es de reconocerse que, desde hace muchos años, pasamos de ser un país productor y exportador de drogas a otro en el que se producen y exportan varias drogas o materia prima para estas, pero ahora nos hemos convertido en consumidores. Además, la delincuencia ha incursionado en actividades de secuestros y extorsiones; dicho de otra forma, actúan de manera directa en contra de los ciudadanos. Este es uno de los factores por el cual la situación se ha vuelto sumamente compleja y, dicha sea la verdad, no encontramos cómo hacer frente al asunto.

Por otra parte, el asesinato de Carlos Manzo viene a ser una coyuntura para aumentar la polarización en la que nos encontramos como país. Por un lado está la versión en el sentido de que se trata de un crimen de Estado, sin que hasta el momento existan argumentos suficientes para acreditar ese dicho; lo que en lo personal me hace reflexionar en relación con el tinte político que se pretendiera dar al asunto para que algunos lleven agua a su molino. Y es en esta parte en donde coloco mi mayor preocupación, debido a que conocemos cuál es el actuar que ha caracterizado a nuestra clase política; pero el actual momento que pasa el país hace vulnerable a la población, que está cayendo en una lamentable lucha tanto en las calles como en las redes sociales, lo que puede desembocar en un conflicto que no nos llevaría a buen puerto como nación.

Por hoy se nos agotó el espacio; la próxima semana continuaremos. Saludos cordiales.

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Luis Escobar Ramos

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