Ernestina Godoy fue elegida como la fiscal de la federación para hacer equipo con Omar García Harfuch, secretario de Seguridad, encabezando el triángulo perfecto de la seguridad con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo a la cabeza. Ojalá y sea así. Parece que en la Ciudad de México funcionó bien; sólo que la Lic. Godoy es nombrada para ejercer el cargo nueve años. Ojalá y no ocurra lo que con el Dr. Alejandro Gertz Manero, que no cumplió el tiempo para el cual fue nombrado y hubo de salir por la puerta de atrás de la fiscalía, argumentándose que él había presentado su renuncia.
Muy en la tradición mexicana se siguió el procedimiento; no, en cambio, la “verdadera selección y elección democrática”. De los aspirantes inscritos para contender por el puesto, se inscribieron varios contendientes; de entre ellos, el Senado seleccionó diez que se enviaron a la presidenta de la República y, ¿qué creen?, ganó Ernestina Godoy. Sorpresa para la ciudadanía que todavía cree, y poco interés en la noticia del resto de la sociedad. Tradición y costumbre que se vuelve contra la democracia y la justicia para “el pueblo”. Esperemos que no.
Recién llegada, la fiscal Godoy, con tanto por hacer: las carpetas que tienen mucho tiempo empolvadas y, por otro lado, los casos sonados que ya no aguantan más demoras tendrán la vista puesta de informadores y víctimas de la injusticia sobre su actuar. Tiene la palabra el triángulo de la justicia: la presidenta Claudia Sheinbaum, Omar García Harfuch y la recién llegada, Ernestina Godoy.
El huachicol del agua, propiedad de la nación, que han hecho suya terratenientes diversos en tiempos varios, también urge ser atendido y resuelto por lo que hace a nuestro país, señora fiscal. En él tendrán que participar otros funcionarios de primer nivel, incluidos los gobernadores; también habrá que revisar los casos de Segalmex, el huachicol fiscal y otros tan importantes como los de las madres buscadoras, y muchos más de ciudadanos sin renombre que están olvidados. Lo que toca ahora es resolver.
