Como decía un humorista, los ingleses creen que el cricket es un juego... y que el tenis es sólo un juego, en el que deben sobresalir los británicos porque ellos los han inventado. Pero pocos ingleses figuran hoy en el tenis mundial y, en cambio, con honrosas excepciones, en la actualidad los primeros puestos están copados por atletas de los países ex socialistas.
Y es que al caer la Cortina de Hierro se dieron cuenta en los países anteriormente socialistas que el deporte no era sólo una ciencia y tampoco era sólo un juego, sino que los americanos lo habían convertido en un gran negocio (como todo) y que podían aplicar los conocimientos científicos al deporte para ganar bastante dinero.
En cambio, en Occidente se sigue creyendo con Malcom Gladwell (en su libro La Clave del Éxito), que la práctica no es algo que se hace una vez que se es bueno en algo, sino que es lo que se hace para volverse bueno en cualquier campo y que basta con 10,000 horas de práctica para tener el éxito a largo plazo. En el mejor de los casos, algunos países suponen que además de los genes y una cierta motivación, con el apoyo de Federaciones de Tenis, alcanzarían un nivel razonable de talento y habilidades y con alrededor de 10,000 horas de práctica deliberada serían suficientes para desarrollar la maestría, el éxito y la excelencia en el tenis de sus nacionales.
Pero...no es totalmente cierto. Como señalan los estudios sobre el tema del Dr. Richard Kunert, el 12% de promedio como éxito es un número muy bajo como para tomarse en serio la llamada regla de las "10.000 horas". Cierto, la práctica puede tener un impacto importante para llegar a ser muy bueno en algo. Y, dependiendo de la actividad, ésta influye más o menos. Por ejemplo, en los estudios analizados, la práctica explica el 24% del rendimiento en actividades como juegos y deportes (calificadas de "estables" o "predecibles"); sin embargo, en actividades no tan predecibles, como gestionar una emergencia en un avión o una clase en una escuela, la cifra de éxito baja al 4%.
En definitiva, no por mucho practicar te convertirás en número 1 como Simona Halep o Rafa Nadal en tenis, ni en un Bill Gates, Einstein o Mozart en otros campos. Los estudios señalan que otros factores juegan un papel importante. Practicar 10.000 o 1.000.000 de horas ayuda a mejorar, pero no nos transforma en virtuosos de nada, afirma el Dr. Kunert.
Un caso interesante de avance en este campo es la aplicación de lo que llaman Háptica, que designa la ciencia del tacto, por analogía con la acústica (el oído) y la óptica (la vista). Los científicos ya han empezado a trabajar con dispositivos – interfaces hápticos - que permiten sentir objetos virtuales mediante la información de un software que determina la fuerza que resulta cuando un usuario virtual interactúa con un objeto y un dispositivo, donde esas fuerzas pueden ser aplicadas a una persona real (por ejemplo a un tenista)
Se pueden crear objetos en 3D y hacerlos sentir sólidos y con una superficie definida. El trabajo de transmitir información al usuario recae en este interfaz, el cual tiene cierta analogía con un ratón de computadora, excepto que un ratón es un dispositivo pasivo que no comunica datos hápticos al usuario.
En tenis, al parecer las rumanas Simona Halep, número 1 del mundo, y Mihaela Buzarnezcu (31), una de las revelaciones más sorprendentes del torneo de Roland Garros en Francia este año (al eliminar a la ucraniana Elina Svitolina, número 4 del mundo, una de las favoritas para ganar el torneo), utilizan un entrenamiento donde aplican la Háptica Kinésica que les ha ayudado a avanzar extraordinariamente.
Mihaela Buzarnescu jamás había ganado un partido en un cuadro final de un Grand Slam. A sus 30 años, la rumana se convirtió en la tenista más mejorada del 2017 y su eclosión tardía demuestra que la progresión de un deportista de élite no tiene patrones fijos.
Buzarnescu estuvo a punto de dejar el tenis definitivamente porque las cosas no le salían. Estuvo lastimada de la rodilla y se retiró durante años, en que aprovechó los tiempos de rehabilitaciones para estudiar la carrera universitaria de ciencias del deporte. Se alivió de la rodilla y hace cuatro años regresó a las canchas y terminó la temporada en el puesto 891 del ranking WTA y al finalizar el 2016 figuraba en el puesto 377 de la clasificación mundial. En 2017, el salto de calidad de Buzarnescu fue inmenso al escalar al puesto 55 en una sola temporada y ya anda en la actualidad en el lugar 31 y con las victorias recientes en Roland Garros seguramente se situará entre las primeras 30 tenistas del mundo.
Halep, con sus genes, motivación y apoyo de estas aplicaciones está en la cumbre y además cuenta con la asesoría del gran tenista rumano Ion Tiriac, pero no para el tenis sino para aconsejarle cómo invertir mejor la fortuna que está haciendo en el juego-negocio-ciencia del tenis y en la firma de contratos de patrocinio con empresas como Adidas o Vodafone, por lo que a Simona Halep acaban de nombrarla la Mujer de Más Éxito de Rumania.
Ion Tiriac es el único rumano que aparece en la lista de Forbes de los más ricos de su país ( con una fortuna de 1,160 millones de dólares en su aseguradora Allianz-Tiriac, posee el mayor banco privado de su país y un museo con una colección exclusiva de coches de época, Rolls Royce, Jaguar, etc, bienes raíces, distribuidoras de autos y de petróleo. Es el rico 1,867 en el mundo, empatado con el mexicano Alfredo Harp Elu en ese lugar).
En Roland Garros ganó el título de dobles de 1970 junto al genial Ilie Nastase.
Nada mal para haber empezado con una raqueta...
La Nota Roja-Rosa:
Tiriac jugaba al hockey sobre hielo, lo que le llevó a ser olímpico con su país en los Juegos de Innsbruck 64, pero se dedicó al tenis a partir de una pelea que protagonizó en una cancha de hockey que le costó una sanción de por vida.
La leyenda del apodado ¨Conde Drácula del Tenis¨ (Tiriac nació en Brasov a quince minutos del Castillo de Drácula) es que tuvo 33 hijos, de los que sólo tres llevan su apellido, según confesó en una entrevista en su país donde también dijo que les dejaría a todos ellos herencia a partes iguales. "Me gustaron mucho las mujeres, pero no me acuerdo por qué", comentó.
Esas palabras hablan de la personalidad de Ion Tiriac quien es el dueño del Abierto de Madrid desde que comprara en 2002 los derechos de este evento deportivo hasta el 2021, en cuyas decisiones le han generado más de una polémica. Por ejemplo, cuando decidió sustituir los niños recoge pelotas por modelos profesionales. O cuando en 2012, cambió el polvo de arcilla rojo de las pistas de la Caja Mágica por arena azul, más deslizante y de juego más rápido. Los grandes jugadores le obligaron a volver a la superficie tradicional.
Respecto de las mujeres tenistas, dice, ¨Yo no tengo problema en darles premios iguales, pero que me traigan los mismos resultados económicos que los hombres. Cuando la audiencia de los partidos masculinos es cuatro veces mayor que la de los femeninos, hay un problema con equiparar los premios", expuso Tiriac. El tenis ya no es un deporte, es una industria, con profesionales".
Bienvenidos al nuevo capitalismo financiero háptico de entretenimiento de hoy.
Porque recuerden, en el tenis, como en los negocios y en la vida, todo es cuestión de tacto.
(Junio 2018)