Del anuncio que se haga del gabinete que acompañe al gobernador Alfredo del Mazo en su encargo podrán inferirse los déficits que quedan de la administración anterior y los problemas en los que pondrá el acento el nuevo ejecutivo mexiquense.
Se ha filtrado la integración de los equipos de transición del gobernador Eruviel Ávila y del gobernador del Mazo, lo mismo que quienes integrarán su gabinete, nombres y combinaciones desde viables hasta absurdos. Lo cierto es que hacia el 15 de septiembre habrán terminado las apuestas, los equívocos y las especulaciones que a algunos pudieran resultar divertidos pero que enrarecen y frenan vínculos y alianzas, si no, que lo digan quienes tienen detenidos proyectos y temas de importancia.
Algunos dan información de una alineación local con actores mexiquenses en este sentido y otros con figuras nacionales de peso pesado. Será la integración del gabinete lo que comunicará cómo y con quién gobernará Alfredo del Mazo, y, desde luego, cuál será su sello.
No nos hagamos bolas, desde el primer día el gobernador ejercerá el mando, ni los de antes ni los laterales. La primera semana, los primeros 100 días, pero el nombramiento del gabinete favorecerá o hará compleja la gobernabilidad de su gestión, cuya primera evaluación ciudadana será el primero de julio de 2018 en que lograrán, o no, refrendar la confianza de los electores para alcanzar la mayoría en el congreso estatal, los ayuntamientos y su aportación a la canasta nacional en consecución por la Presidencia de la República. Los nombramientos habrán de señalar origen, rumbo y destino del régimen.
@MargaJimenez4
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