En muchas ocasiones he escuchados a expertos decir que la seguridad se refleja en la percepción ciudadana. Y es cierto, cuando una persona percibe un ambiente problemático y con acciones delictivas que la autoridad no puede explicar su primera idea es la inseguridad.
Desafortunadamente esta percepción viene acompañada de una serie de situaciones que la confirman y descubren los grandes niveles de inseguridad que vive nuestro país.
Hoy, en la capital del Estado de México, se percibe una gran inseguridad por hechos que en un pasado cercano no eran cotidianos y que se han convertido en más comunes cada día. Los robos en el transporte público, en restaurantes, plazas comerciales, casa habitación y lugares de reunión cotidiana de la ciudadanía, son reflejados con gran rapidez en las redes sociales, lo que hace que la información fluya rápidamente y que las noticias sobre estos delitos lleguen de inmediato al ciudadano quien al recibir este bombardeo de noticias, siente un ambiente de inseguridad a su alrededor. Y si a esta información sumamos una serie de delitos de alto impacto que atemorizan y preocupan a quien todos los días emprende una jornada con la idea de superarse y llevar sustento a sus familia.
Me refiero a que ahora las redes sociales son un vehículo importante para crear grupos de apoyo y un gran éxito en la desaparición de las personas, desafortunadamente como sucedió la semana pasada, aun con esta herramienta eficaz, un joven toluqueño perdió la vida en manos de quienes lo privaron de su libertad.
El cuidado que debemos tener en el manejo de las redes sociales es importante. Cuando verdaderamente se trata de un secuestro, la herramienta puede ser contraproducente. Recordemos que en estos casos el sigilo y la discreción son más efectivos para proteger la vida de un secuestrado y la pronta acción de la autoridad será el punto toral en el rescate de una víctima de secuestro.
Sin embargo, he de insistir en que la prevención es la piedra angular para evitar ser victimas: la verdadera supervisión de nuestros hijos; el saber dónde están y quienes son sus amigos nos ayudará a prevenir, en la mayoría de los secuestros participa siempre una persona cercana que proporciona datos o hasta realiza acciones directas en el ilícito.
La autoridad investigadora tendrá la obligación de descubrir a los delincuentes y los motivos de esta lamentable pérdida, pero no deja de ser una preocupación en materia de seguridad para la ciudadanía, en tanto se resuelve, seguiremos percibiendo inseguridad
Por eso insistir en la prevención no es oficioso, la comunicación familiar es de gran importancia; buena medida de prevención lo es también no ser ostentosos en nuestra vida y sobre todo la educación y buenas costumbres, pero de gran importancia son las acciones de prevención que debe realizar la autoridad con la ciudadanía, un policía cercano y confiable será siempre importante para cambiar esa percepción de inseguridad ante estos crímenes desalmados.
Nuestra casa, Toluca, lo merece, merece paz y tranquilidad, merece preocupación de la autoridad policial e investigadora y sobre todo merece un clima de seguridad que se ha perdido con los años por los cambios demográficos y sociales que ha sufrido.
No se vale que como obligados a participar en las acciones de seguridad, sólo nos dediquemos a ver si hay crimen organizado o no o a estudiar fenómenos delictivos para crear estadísticas; la verdadera solución está en ocuparnos en atacar con fuerza y con la ley en la mano a estos criminales, que nos quitan el sueño de un futuro promisorio para las nuevas generaciones de Toluca, nuestro Estado de México y nuestro país.
Por cierto: Hoy quiero felicitar a todo el equipo de DigitalMex por el esfuerzo que han hecho durante este año para llevar las notas precisas a nuestros queridos lectores y sobre todo quiero agradecerles porque me han permitido participar por 35 semanas, ya, con esta aportación. Enhorabuena y que lleguemos muy lejos.