Muchos se han preguntado ¿qué hará el Partido Revolucionario Institucional para recuperarse de la derrota que sufrió el primero de julio pasado?
Tal vez, la misma pregunta se hacen los que manejan los hilos del otrora poderoso instituto político, que llegó a sumar victorias de candidaturas presidenciales ininterrumpidas que les representó conservar el poder por setenta y un años, hasta que en aquél dos de julio del año 2000, cuando el Partido Acción Nacional en alianza con el Verde Ecologista de México, se lo arrebató de manos de su candidato Vicente Fox Quesada, que pareciera lejano, pero en comparación con el tiempo que estuvo en lo más alto a esta fecha, realmente no lo es.
Apenas pasaron dos sexenios, ambos con presidentes emanados de Acción Nacional, y uno más cuando recuperó momentáneamente el vital espacio con Enrique Peña Nieto, cuando en éste año, no sólo pierde la silla del águila, sino que la derrota se vuelve histórica, más allá de lo inimaginable, porque muchos apostaban que la derrota sería muy parecida a la ocurrida en el 2000, y vaya sorpresa que se llevaron, no sólo ellos, el propio Andrés Manuel López Obrador, actual presidente electo, y ya no presidente legítimo como se autonombró alguna vez, pues ahora lo acompaña constancia y reconocimiento internacional.
Sólo que, el impacto del triunfo de quién formó su propio partido denominado Movimiento de Regeneración Nacional, ex profeso para la victoria mencionada, carga además con ambas cámaras, gobernadores, diputaciones locales y ayuntamientos por todo el territorio nacional y que estuvieron en juego, mientras los demás, parecen aún sorprendidos y es la fecha que no se ve por ningún lado qué harán para recuperarse, ya que no fue únicamente el PRI el que perdió, fue eso sí, el gran perdedor por supuestamente llegar con posiciones muy importantes, aunque tal vez, por la costumbre de tener todo de su lado, ahora no sabe qué hacer, sino que también lo son PAN y PRD, como los que suponían un avance en las preferencias, en base de los triunfos que hace muy poco obtuvieron, particularmente el PAN el año pasado.
Las condiciones que presenta el Revolucionario Institucional, con líderes que se encuentran tristes y confundidos, varios de ellos con un capital político importante, más parece que esperan saber quién es el valiente para aceptar el reto y que asumirá el fuerte compromiso de darle nueva vitalidad al histórico partido, actualmente por su posición, podría pensarse que sería la Presidente Nacional de éste, Claudia Ruiz Massieu Salinas, pero no luce con la fuerza de un líder a quién se sumen todos los demás, pues se han escuchado voces de quienes al interior no están convencidos.
Una de las características más importantes que fue y ha sido la marca del Revolucionario y de su militancia, es la disciplina, en especial, de quienes mueven a importantes grupos, alinearse o “aún no te toca”, han marcado serios rompimientos, pero, en suma, la mayoría, hasta la fecha, han sabido esperar su oportunidad. Sin ir muy lejos, un ejemplo de ello es el actual gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, cuando fue Eruviel Ávila Villegas y no él, quien contendió y ganó hace más de seis años la entidad mexiquense, y el año pasado, como es bien sabido, pues “ya le tocaba” fue candidato y a la postre actual titular del ejecutivo del Estado.
Y precisamente, es Alfredo del Mazo a quién no pocos ven como el posible próximo líder del tricolor, pero, no es el único, históricamente éste instituto político a generado grandes políticos, Luis Donaldo Colosio, por sólo mencionar un ejemplo, fue uno de ellos, quién dejó además, una huella muy profunda y difícil de llenar en la memoria de los priistas.
Aunque aún existe una cabeza y que es, hasta que termine el sexenio, que para ello es cuestión de unos meses, el actual presidente Enrique Peña Nieto, que por cierto, lo acompañan sospechas de algo que no le gusta a la militancia priista y que es similar a la que acompañó a Ernesto Zedillo Ponce de León, que entregó el poder al PAN en el comentado año 2000, por el acercamiento en dudosas condiciones con AMLO.
El próximo año habrá elecciones en cinco entidades, Aguascalientes, Baja California, Durango, Tamaulipas y Quintana Roo, pero es en Baja California en donde se vivirá el mayor proceso, ya que se elegirá al nuevo gobernador, cinco presidentes municipales y 25 diputados del Congreso, y las cosas no pintan nada halagüeñas para otro partido que no sea Morena, porque aún habrá luna de miel de la ciudadanía con su presidente electo.
Sin embargo, sí es importante saber hasta dónde aceptaron el revés los priistas. La derrota enseña más que el triunfo, ¿tendrán la madurez para sobreponerse, reagruparse y resurgir de entre los muertos? Ya lo veremos.
