Los foros por la pacificación y la reconciliación nacional, organizados por los responsables de la seguridad interna en el próximo sexenio, han causado decepción y enojo entre familiares, víctimas de la violencia y dirigentes de organizaciones sociales, lo que rubrica lo dicho la víspera por Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que la victoria de su gestión no llegará con discursos bien intencionados, sino cuando se acabe la impunidad, corrupción y se logre la tan deseada reconciliación nacional.
Todavía faltan más de tres meses para que AMLO tome posesión como presidente de la República, lo mismo que su gabinete, y la complejidad de este tema ya empieza a extenuar al próximo gobierno de la esperanza, mientras que la violencia no se detiene.
Apenas se han realizado los primeros cuatro foros por la pacificación nacional y reconciliación nacional y han surgido las quejas de las madres de los jóvenes desaparecidos, de los dirigentes religiosos y de las asociaciones civiles en el sentido de que los encuentros no están bien organizados, se expone a las víctimas de la violencia a ser revictimizadas, hay improvisación, faltan protocolos de protección para los asistentes y, sobre todo, se ha rechazado la propuesta del perdón.
En el primero de los 17 foros que se realizarán en el país, en Chihuahua las madres de desaparecidos y víctimas de violencia en esa entidad expresaron un rotundo “no” a la propuesta de amnistía hecha por López Obrador. Las agraviadas pusieron el dedo en el renglón: “sin justicia, no hay perdón”.
Hay una sed de justicia en el país que data de tiempo atrás, como en algún momento lo admitió Luis Donaldo Colosio, en 1994, poco antes de que lo asesinaran. Es difícil decirle a una madre cuya hija desapareció, fue secuestrada, vejada, torturada y/o después asesinada que perdone a los verdugos y asesinos. Inclusive, muchos de los familiares afectados por la violencia y el crimen organizado desconocen dónde están los cuerpos de sus seres amados.
Aún más. La rectificación por parte de AMLO, quien pidió “olvido no, perdón sí”, molestó más a las víctimas de la violencia quienes plantearon: “¿Cómo perdonar si en una gran parte de los casos ni justicia ha habido?”.
Un caso ilustrativo es el de Ayotzinapa, cuya “verdad histórica” -frase célebre del ex procurador general de la República, Jesús Murrillo Karam, para poner fin al asunto con el argumento de que fueron quemados en el basurero de Cocula-, fue sepultada con la instrucción de los magistrados del Primer Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito de crear una Comisión de la Verdad y la Justicia para saber qué sucedió realmente con los jóvenes desaparecidos hace casi cuatro años y aplicar la justicia.
El mismo malestar contra la impunidad se manifestó en el segundo foro efectuado el 9 de agosto pasado, en Torreón, Coahuila, en donde también se rechazó el perdón a los criminales. Los padres y familiares de las víctimas antes que perdonar desean saber dónde están sus hijos e hijas y que no queden ni en el olvido ni en la impunidad las desapariciones, ejecuciones, ni los sepultados en cientos de miles de tumbas en que se ha convertido el país, como ha reconocido el próximo secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, responsable de los foros y quien a su vez comisionó como encargada del proceso a Loretta Ortiz, coordinadora del consejo asesor para garantizar la paz en la gestión del tabasqueño.
Otro foro que también resultó un “fracaso” fue el de Morelia y La Huacana, Michoacán, regiones donde privó el desorden y, según lo reportado por Marcela Turati (Proceso 2181), hasta apareció en el estrado como víctima la esposa de uno de los acusados de cometer desapariciones. El propio ex líder de las autodefensas, José Manuel Mireles, abandonó el foro denunciando que todo era “una farsa” y un “teatro de políticos”.
Algunos asistentes difundieron en redes sociales que no hay metodología, no hay protocolos de protección a las víctimas y los propósitos no quedan claros. Aún se desconoce qué delitos y qué delincuentes serían favorecidos con los mecanismos de la justicia transicional que propone López Obrador.
El próximo foro inicia este martes 21 de agosto en Cuernavaca, Morelos, y por lo que se ha adelantado ni abierto estará al público.
Valdría la pena que los próximos secretarios de Gobernación y de la SSP retomen la reflexión que sobre el tema realiza el poeta y activista Javier Sicilia, respecto de que antes de pedir el perdón, es necesario poner a funcionar las comisiones de la verdad y de atención a víctimas, aplicar la justicia y luego diseñar un amplio programa transicional que se convierta en política de Estado de corto, mediano y largo alcance. Esperemos, rectifiquen.