El sábado primero de septiembre quedaron instaladas las Cámaras del Congreso de la Unión, dando así cumplimiento al proceso formal mediante el que sus integrantes tomaron posesión de los cargos para los que fueron elegidos, para iniciar los trabajos de la nueva legislatura, dando cumplimiento a lo que establece la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, y teniendo como marco el salón de sesiones correspondiente, para la celebración de la sesión constitutiva.
Con lo que todo queda listo para emprender la “Cuarta Transformación de México”, apareciendo como Presidente de la Comisión de Decanos, Pablo Gómez así como Porfirio Muñoz Ledo fue elegido Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, mientras por otro lado, Martí Batres lo fue como Presidente de la Mesa Directiva en el Senado.
Era de esperarse que el morenista Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, resultara presidente de la Cámara de Diputados, a quien le acompañan años de mucha experiencia y sabiduría, además de transitar por cuerdas legislativas, coqueteó en varias ocasiones por la candidatura de la Presidencia de la República con diferentes partidos, entre ellos el PRI, pero fue el Partido Auténtico de la Revolución Democrática, hoy inexistente, quien lo llevó como candidato. Ahora abanderando las causas de izquierda, al lado del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, seguramente será una de las piezas claves del tabasqueño.
Y no podía faltar, el lamentable espectáculo que ofreció el recalcitrante diputado Gerardo Fernández Noroña, quien increpó a Porfirio Muñoz Ledo, por la petición para hablar, protagonizando un encontronazo entre ambos, rechazando el elegido presidente de conceder el uso de la palabra a Fernández Noroña y con determinación le dijo que no permitiría el desorden, “a ver quien gana, un diputado o la inmensa mayoría de la Cámara”.
Pero no fue lo único que lamentar, los legisladores por parte de Morena ahí reunidos y cuya fuerza se dispensa alrededor de la figura presidencial, pues de mutuo propio hubiera sido imposible alcanzar el triunfo el pasado primero de julio, por ser unos perfectos desconocidos, y otros, ungidos por la mano santa que les ha perdonado cualquier pecado cometido en el pasado, incluyendo el haber pertenecido al partido del que inculcó odio y resentimiento para obtener la escandalosa victoria, también protagonizaron su espectáculo.
Cuál es el inicio de la “Cuarta Transformación de México”, si el comportamiento de los legisladores dieron la nota, echando porras a quien le deben sus posiciones, que repito, no ganadas por ellos en la mayoría de los casos, pero sí estuvieron del lado correcto de su historia, que no de los mexicanos, porque aún falta esperar a ver su trabajo legislativo, pero, volvamos al comentario mencionado, el escandalo que hizo presa del recinto en donde alegremente los legisladores morenistas dejaron a un lado lo que debería representar la división de poderes de la República.
Es más, les valió madres, no sólo con porras escandalosas a favor de López Obrador, actuaron como una agresiva oposición, evitando a toda costa la cordura y lo que representa la división de poderes, lo que sí dejaron de manifiesto en su fiesta reprobable, es que cualquier iniciativa que proponga el presidente a partir de diciembre próximo, será aprobada, y dicho poder quedará reducido a una oficialía de partes, porque la cámara alta en su mayoría pertenece a los mismos colores.
Ahora la chiquillada está del lado del PRI y todos los demás, porque el PAN es la primera fuerza opositora, cada uno de los representantes de los partidos tuvieron que soportar los gritos e insultos que los morenistas les recetaban, sirviéndose con la cuchara grande, con la de la jefa de la cocina, con esa, porque no pararon de ofender y mostrar un sentimiento de revancha que resultó muy lejos de ser mesurada, aunque, hay que soportarlo todo, ese es el congreso electo por la mayoría de ciudadanos mexicanos.
Lo más ridículo es que Martí Batres, Presidente de la Cámara de Senadores, diga que habrá un congreso plural ¿¿¿??? Hasta parece un mal chiste, ¿de cuál Congreso hablará? Ha de ser de algún otro país obviamente, pero no parece que se refiera a las condiciones actuales de México.
Aunque en eso tampoco son los morenistas originales, en la historia de nuestro México se han dado escenas parecidas en otros periodos, así que no hay novedad, su actitud se compara a la de otros, en otro tiempo.
Por otro lado, habrá de extrañarse una verdadera oposición al nuevo gobierno, ¿quién pedirá cuentas sobre todo lo que pretende llevar a cabo el gobierno de López obrador? porque la expectativa es demasiado alta, como para permitir que no se revise todo a detalle, con todo a modo, será difícil contrastar decisiones que se tomen desde las alturas del próximo ejecutivo, aunque en apariencia se consulte al pueblo “sabio” de las decisiones más importantes.
Mientras por otro lado fuimos testigos de una lastimosa despedida en su sexto informe de gobierno del actual presidente Enrique Peña Nieto, con lágrimas de por medio de sus más cercanos, la historia aún no podrá juzgarlo, veremos pasar varios años, antes de entender la política emprendida por quien se va, y con el tiempo, tal vez, pueda descubrirse el contraste que en este momento, sólo él ve.
Enrique Peña, como antes Felipe Calderón, y su antecesor Vicente Fox, llegaron con altas expectativas, y los tres caminaron por el sendero de la cruel verdad, porque no es lo mismo lo que imaginan que harán, a lo que les permitan hacer, y en esa ecuación deben considerar, aparte de sus enemigos naturales, a los enemigos con los que conviven diariamente, o que se supone debieron ayudarles, y cada uno de ellos puede dar cuenta de los traidores.
¿Por qué habría de ser distinto con López Obrador? No podemos olvidar que este gobierno aún ni siquiera empieza su gestión, pero, cuenta la historia que así como éste, los demás llegaron con grandes promesas, con grandes ideas de cambio, de mejoras y lo que es aún más triste, es no reconocer lo que cada uno aportó para lograr el país que ahora tenemos, aunque hay materias en las que no pudieron simplemente con el paquete.
Hace mucho tiempo que no se veía un poder legislativo tan dado al poder ejecutivo, eso, en verdad no es bueno, no habrá equilibrio, no habrá límites, y que dios nos agarre confesados, pues el comportamiento de los legisladores no prometen una actividad congruente, acorde a los tiempos de México y del mundo, sólo serán comparsa del poder ejecutivo, y es a donde debemos dirigir los rezos para que no haya muchas ocurrencias que lamentar después.