No hay fecha que no se cumpla, y cada vez está más cerca el cambio de las administraciones municipales, una de ellas, la que corresponde a la capital del Estado de México, es una de las que más genera curiosidad, razones hay de sobra, pero, en particular, el presidente municipal electo, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, ya lo fue en 2006 cuando contendió por Acción Nacional, con muy buenos resultados, y parece que viene con la intención de mejorar lo hecho en ese entonces.
Sin embargo, el presidente actual, Fernando Zamora Morales, no le pone las cosas muy complicadas, por lo que la nueva administración de Juan Rodolfo parece que no tendrá muchos problemas en mejorar a la actual, temas considerados prioridad, como la seguridad, vendedores ambulantes, pavimentación, movilidad, vialidad, reforestación, mejoramiento del centro histórico, entre otros, parecen quedarle justo a la medida.
Recordemos que fue precisamente Sánchez Gómez como presidente municipal, que con determinación y con un golpe de autoridad, llevó a cabo la reubicación de veintiocho mil comerciantes que habían convertido en un verdadero caos a la ciudad de Toluca, era un sufrir imaginar siquiera transitar por sus calles los días viernes de cada semana.
Ahora, la ciudad que debería ser el orgullo del Estado de México, acorde a la importancia que representa la entidad más poblada del país, y por encontrarse en un lugar geográficamente privilegiado, ha venido a menos por el aparente abandono en el que se encuentra.
La infraestructura, y mejoras que se hicieron en su momento, denotan la grandeza de su historia y enaltece la belleza de los lugares que han sido el orgullo de sus habitantes, pero no por lo hecho por el actual gobierno municipal, sino por la gestión y trabajo de los anteriores. Toluca es una de las ciudades más bellas que se erige en suelo mexiquense, sin duda, pero ha perdido su brillantez debido precisamente a la falta de atención y cuidado, así como a la inseguridad que cada día esta peor.
Otro de los problemas de los que se lamenta la comunidad es el que representa el transporte público, corresponde a la Secretaría de Movilidad su control y revisión, pero también al gobierno municipal acordar con aquél, sin embargo, parece que ni el titular de la secretaría, ni el presidente municipal, comprenden a profundidad esto, y el resultado, el caos, sí el caos que tienen que soportar los ciudadanos todos los días.
En cuanto a las calles ni se diga, los que conocen bien la capital y los que son oriundos de ella, pueden dar testimonio que en anteriores ocasiones, cuando comenzaba la época de lluvias. a los pocos días, surgían inexorables los naturales hoyos en el pavimento, sin embargo, los programas de bacheo no tardaban en aparecer, y el reclamo social era para exigir pavimentación completa, en vez de andar tapando por aquí y por allá, porque eso si, hay que aceptarlo, con nada se tiene contento al pueblo, pero, se atendían las demandas con el programa mencionado, y duraban por lo menos el paso de la temporada de lluvias.
Ahora, da pena que visiten de otros estados, y no digamos, de otros países a la, hace no mucho, bella, por la vergüenza que ocasiona que ya no hay baches, hay verdaderos barrancos, además que de los baches nacen hijitos de estos, como una gran familia, pero llegan otros amiguitos nuevos para completar el cuadro, y los anteriores regresan aún más grandes, y más profundos, pero es aún peor que en donde deciden llevar a cabo el programa de bacheo, más por exigirlo la sociedad que por voluntad propia, dejan un lamentable acabado que más bien parece fachada rocosa de un alcantarillado, con bolas y toda la cosa.
Por otro lado, los vendedores ambulantes, que son un verdadero dolor de cabeza para los comerciantes establecidos, por quitarles clientela y no pagar impuestos, son renuentes al ordenamiento, y aparentemente hacen lo que se les venga en gana y por donde se les ocurre.
En particular, una de las angustias que mas preocupan a la sociedad, es la seguridad, el municipio se ha convertido en un verdadero infierno, carteristas, asaltantes y ladrones, por decir lo menos, han tomado el control y parece que no hay forma como arrebatárselos, ningún lugar parece seguro.
Las condiciones están puestas para que Juan Rodolfo, sin mucho esfuerzo, supere a la actual administración y se agradece a la ciudadanía que no haya resultado Fernando Zamora para un nuevo periodo, “dios nos libre”, aunque no se hagan muchas ilusiones, Zamora tal vez en otro momento, regrese por el resto.
Sin embargo, el nuevo y flamante edil Juan Rodolfo Sánchez, aunque es reconocido por lo logrado en su ya mencionada gestión anterior, no es una garantía que haga lo mismo o mejor aún, que la supere, porque no se manda solo, ahora llega ungido por el color guinda, y el dueño de ese color es siempre quien tiene la última palabra, así que habrá que esperar.