Escribo en medio de una “tertulia”. Escribo mientras compartimos textos, pensares, sentires. Estoy en medio del corazón de la FILEM. Me estoy saturando de todo, aún no me doy tiempo para procesar todo lo que me está dejando este encuentro con la poesía y la literatura.
Los encuentros literarios no están exentos de posturas ideológicas, aunque te abren la mente para la discusión, la pluralidad y la diversidad. Hoy he aprendido que si no hay una transferencia emocional, no hay arte. La literatura situada en ese núcleo nos ha detonado una serie de matices emocionales. He aprendido que la palabra es algo importante. He aprendido que la vida tiene un ritmo y que cada uno tiene su propio ritmo. Aunque es importante no confundir ruido con ritmo.
P.D. Disculpen ustedes la brevedad del texto. Estoy en el espacio de la honestidad.