Toluca/Estado de México
La diputada mexiquense del PAN, Ingrid Schemelensky, lamentó que con el encierro para evitar propagación del Covid19, hayan también aumentado las situaciones de enojo y violencia entre los integrantes de las familias, pues de acuerdo a la Secretaría de Gobernación, en tan solo dos semanas, las llamadas al 911 por casos de violencia intrafamiliar han aumentado un 25%.
De ahí que celebró que el gobierno del Estado de México haya implementado la campaña informativa “Contingencia sin Violencia”, y la Policía de Género entre otras seis medidas adicionales más para atender el incremento del problema.
Sostuvo que de acuerdo a la Secretaria de Salud, solo en las dos primeras semanas después de que inicio la Jornada Nacional de Sana Distancia, se reportaron 14 mil 128 casos de violencia intrafamiliar a nivel nacional, de los cuales el 92% de los casos correspondió a violencia hacia las mujeres; respecto al Estado de México, fue la tercera entidad con más casos, reportando, solo en la semana de inicio de la cuarentena 147 casos.
“Muchas víctimas quedarán atrapadas con su agresor y no lo delatarán abiertamente por temor a represalias o a empeorar la situación, tal es el caso de mujeres, niños y niñas; otras, como los adultos mayores o personas con discapacidad, pueden no contar con la posibilidad de expresión para denunciar lo que les sucede”.
La legisladora del blanquiazul indicó que cuando la víctima es una niña o un niño presenta problemas en el lenguaje, cambios bruscos e inesperados de conducta, temor al contacto con adultos o resistencia al contacto físico, alteraciones del sueño, agresividad, aislamiento, baja inesperada del rendimiento escolar, comportamientos que denotan el conocimiento de actos sexuales inapropiados a su edad y fugas del hogar.
Dijo que de calcula que en México el 51% de los niños entre 1 y 14 años, sufren agresiones verbales, el 45% sufre castigo físico y el 7% castigo físico severo por parte de sus padres, tutores y cuidadores como método de disciplina infantil.
“Los confinamientos y las cuarentenas son esenciales para reducir el COVID-19, pero se debe evitar que los miembros más vulnerables de las familias se encuentren atrapados con sus agresores”.