Toluca/Estado de México
“Emocionados, nerviosos y contentos”, fue como se describieron los integrantes de diversos colectivos de la comunidad LGBTTTI en el Estado de México, luego de la aprobación de las reformas al artículo 211 del Código Penal del Estado de México para sancionar las terapias de conversión sexual.
“A las autoridades les exigimos que respeten nuestros derechos humanos y cumplan con lo que les mandata la ley, sin cortapisas ni regateos, reconocemos la voluntad política de los diputados de la LX Legislatura estatal - menos del PAN - pero esperamos que en el ejercicio avances otras demandas”, resaltó Ernesto Montes de Oca, de la organización civil Fuera del Clóset, que impulsó la iniciativa.
Sin embargo, dijeron, no es suficiente en tanto no se reconozca la identidad de género, el matrimonio igualitario, no daremos ni un paso atrás hasta lograrlo, sin menoscabar lo logrado este 20 de octubre que fue posible gracias a la diputada de Morena, Beatriz García Villegas.
Apostados afuera de la Legislatura mexiquense, con banderas multicolor, confeti, aplausos, gritos y consignas, los integrantes de la comunidad transgénero, lésbico, gay, bisexual, travesti, intersexual y con otras identidades de género u orientaciones sexuales, celebraron el “pequeño paso” que han dado los diputados en favor de los derechos humanos de la comunidad.
“Reconocemos este gran logro y damos la voz a personas que han sido sometidas a algún tipo de tortura, es una pequeña forma de resarcir el daño que han hecho esos servicios, que lucran con las familias para que sean sometidas, sobre todo niños y adolescentes a este tipo de situaciones”.
En su posicionamiento, recordó que la iniciativa ingresada en junio pasado y aprobada el 23 de septiembre en comisiones prevé de uno a tres años de prisión, de 25 a 100 días de trabajo a favor de la comunidad y de 50 a 200 días de multa, a quienes sometan, coaccionen u obliguen a recibir o realizar terapias de conversión, para cambiar la orientación sexual e identidad de género de una persona.
“Estas prácticas tienen como origen la desinformación, la discriminación y el odio, al pensar que la homosexualidad o cualquier otra orientación e identidad de género deben ser modificadas o eliminadas, cuando no hay nada que curar ni corregir”.
A partir de hoy no sólo dejan de constituir un acto de discriminación sino se traducen en un delito, siendo la segunda entidad a nivel nacional en tipificar estas acciones que atentan contra la integridad de quienes son víctimas del delito.
“Hemos sido víctimas de la exclusión, la discrimnación y la violencia forma histórica y sistemática, pero hoy quienes vivimos en el Estado de México, nos acercamos un paso más al anhelo de justicia, igualdad e inclusión. La batalla ganada no es fruto de la casualidad, sino del esfuerzo conjunto”.