Toluca/Estado de México
El sexto y último informe del gobernador Alfredo del Mazo Maza no solo representó el final de una administración sexenal en el Estado de México, sino la conclusión de casi un siglo de gobiernos priistas. El gobernador reconoció que esta etapa en la entidad será recordada como una de las más complejas. Este lunes, concluyó su administración, arropado por morenistas.
Rinde Alfredo Del Mazo último informe de resultados; llama a la unidad en #Edoméx
A su llegada al patio central del Palacio de Gobierno, no hubo porras, no había más cargada priista, se acabaron esos tiempos. El evento, empañado -en parte- por la presencia de manifestantes, quienes desde hace dos meses llegaron al acceso principal del edificio y también, destacaron las ausencias de liderazgos tricolor, no hubo besamanos.
Sin la presencia del PRI nacional, Alejandro Moreno, ni de otros líderes partidistas, así transcurrió una ceremonia solemne. Esta vez hubo pocos aplausos. Del Mazo Maza no se despidió por todo lo alto, pero sí enumeró sus logros, casi todos enfocados a las mujeres, que tuvieron más empleo, más oportunidades, más becas y por supuesto: el Salario Rosa, 700 mil mujeres beneficiarias, que con diversas alternativas tuvieron la oportunidad de recibir apoyo gubernamental, del programa que dijo el gobernador fue el pilar de su gestión.
También hizo un repaso por las obras de movilidad que permiten la conectividad hacia el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y hacia el de la Ciudad de México, la conectividad entre la entidad con la Ciudad de México mediante la ampliación del Mexibús, el Cablebús y suburbano, fueron algunas de las más destacadas. Ahí, no perdió la oportunidad de también aplaudir a Claudia Sheinbaum, exjefa de Gobierno de la Ciudad de México.
“Hoy podemos decir con orgullo que a pesar de los desafíos dejamos un mejor Estado de México, más justo, más fuerte y más equitativo”, aseguró del Mazo Maza, ante una primera fila con la opaca presencia de los exgobernadores Emilio Chuayffet, César Camacho, Eruviel Ávila y Alfredo Baranda.
Los agradecimientos no pararon, el primer mexiquense del Edoméx resaltó la confianza de los 18 millones de habitantes que lo eligieron para gobernar seis años. Al presidente Andrés Manuel López Obrador, le agradeció cinco años de trabajo conjunto.
Afirmó que la entidad tuvo la oportunidad de ser el lugar donde inició los tres proyectos de infraestructura más importantes del gobierno federal, que son el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, una obra que llevará al norte de la entidad mejores niveles de bienestar para las familias, objetivo que guardan todas las iniciativas del presidente.
Además, los trabajos en la México-Toluca y la ampliación del tren suburbano de Lechería a Santa Martha, obras de gran impacto que permitirán detonar el desarrollo de las oportunidades de las familias.
Reconoció que desde el inicio de su gobierno, la orientación social y el compromiso de trabajar por las familias más necesitadas lo ha unido con el presidente, y destacó su aprecio por los mexiquenses, ya que el arranque de los programas sociales más importantes fue en territorio mexiquense, entre ellos: como Jóvenes Construyendo el Futuro, las becas Benito Juárez y los recursos para adultos mayores en Valle de Chalco.
“Señor presidente, su presencia permanente en el Estado De México ha sido un impulso que nos ayuda a seguir avanzando, como humanista, ha visto por las causas sociales, ha construido un legado en la forma de ejercer el servicio público generando oportunidades en beneficio de los más vulnerables”, subrayó.
Durante cinco años, comentó, caminamos juntos, avanzamos manera coordinada y compartimos el compromiso de trabajar por el Estado de México. “A nombre del Estado de México reconozco su apoyo decidido y le agradezco por todo el apoyo que nos ha dado, por su confianza en este gobierno y su cariño. Muchas gracias señor presidente Andrés Manuel López Obrador”, expresó.
En fin que una fiesta de despedida se tradujo en una forma política confusa de entregar el estado a una gobernadora electa, a la que deseó todo el éxito y de la que reconoció su disposición al diálogo, además de la importancia de ser la primera mujer en llevar las riendas del estado, uno que es diverso, dijo.
Con un nudo en la garganta demostró a los mexiquenses que Alfredo del Mazo sí deseaba gobernar la entidad, sobre todo enarbolando el legado que dejó su padre e impulsado por el amor de su esposa e hijos. Al final, un agradecimiento a Dios y a la Virgen, pero también una despedida amarga.
Habrá análisis objetivo y transparente del sexto informe: Elías Rescala
