Toluca/Estado de México
Gustavo Leyva Martínez, profesor e investigador del Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma Metropolitana aseguró que el desafío más grande para quien gane la elección presidencial es abatir la desigualdad en el país que según el INEGI suma 50 millones de personas viviendo por debajo de la línea de la pobreza.
Aunque quien gane -afirmó- le llevará años recomponer un orden de coexistencia pacífica al que tienen derecho los ciudadanos, de modo que el presidente electo no podrá satisfacer las exigencias tan altas de una población necesitada de arreglo, sobre todo, de la erradicación de la violencia.
“En una situación normal lo que debía privar entre la gente en el proceso electoral es el razonamiento, la argumentación. Pero en las condiciones actuales los que destacan son emociones primarias como el miedo, la ira, el enojo y la indignación”.
Indicó que México enfrenta un proceso de descomposición política y social que lleva a que áreas del territorio se mantengan bajo el control de grupos criminales, como en Tierra Caliente, Tamaulipas, estados del norte del país en donde se observan trazos de una deficiente presencia del Estado, su descomposición, en dónde a pesar de haber cobro de impuestos y escuelas, en realidad éste no puede organizar una convivencia civilizada entre los ciudadanos.
El especialista añadió que hay en ciertas regiones, estructuras paralelas que a veces operan con el Estado, en su contra o de forma superior a este, como ejemplo dijo: está el “levantamiento” de autoridades y ciudadanos, además de los feminicidios y secuestros.
Agregó que el próximo presidente de la República deberá enfocarse en una recomposición política del Estado, que debe ser con los ciudadanos y no al margen o en su contra, pues ahora “infelizmente” lo ocurrido con los jóvenes, la desaparición de los 43 de Ayotzinapa o el homicidio de Tres estudiantes de cine en Jalisco refleja la degradación gradual de las estructuras del Estado por la criminalidad.
“Me refiero no sólo al nivel municipal sino al estatal e incluso el federal. Más que apoyo y colaboración para esclarecer los casos tan terribles hay no únicamente omisiones sino obstáculos que evidencian una tácita complicidad de su parte”.
Añadió que tanto las instituciones como sus representantes se encuentran alejados de la ciudadanía, emitiendo campañas de miedo ante el posible cambio, aunado al enojo e indignación social que lleva a buena parte de la población a pri iniciarse en favor de un cambio de régimen.
