Toluca/Estado de México
Rescatar cuerpos sin vida, algunos de fosas clandestinas, otros de un derrumbe como en el Cerro del Chiquihuite y algunos más asesinados, intoxicados o extraviados, no es una tarea sencilla para el personal asignado a los 72 binomios caninos que conforman la Unidad perteneciente a la Secretaría de Seguridad del Estado de México, reconoció el jefe de Servicios Sandro Arriaga Reyes.
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La búsqueda de restos humanos de personas es una de cuatro modalidades para la que son adiestrados los perros pastor alemán y pastor belga malinois adscritos a esta célula policiaca, las otras modalidades son detección de narcóticos, armas de fuego y explosivos.
Para desarrollar estás habilidades, los perros son seleccionados desde el primer mes de vida, no todos tienen las características necesarias para localizar personas, pues deben ser sociables, de olfato agudo y enfocarse en la búsqueda, por eso depende de sus características, la modalidad a la que serán asignados de Teo de las cuatro unidades caninas adscritas a la SS, en Nezahualcóyotl, Zinacantepec, Tlalnepantla y Naucalpan.
El jefe de servicios señaló que para la especialidad de localización de restos humanos, desde que nacen los canes hasta los dos meses reciben un adiestramiento, se trata de acercarlos a la impronta, como se llama a impregnar sus juguetes con olor a carne de humano muerto que les facilitan las fiscalías estatal o federal.
Ya sea una pelota, un muñeco o un tubo, con sus juguetes los ponen a buscar el pseudo, hasta que acostumbran el olfato del animal.
Al año de edad concluye su instrucción. Los perros llevan el aroma en su nariz, así que durante los ejercicios en los que ocultan personas debajo de llantas, plásticos y otros objetos, se habitúan a localizar cuerpos.
Es así que al año, los binomios de búsqueda de personas son enviados a sitios accesibles, porque si bien son perros, no son expuestos a sitios donde corre riesgo su vida y no buscan no exponerlos, pues son sus compañeros, "parte de la familia".
"Debemos valorar que no se lastime, si hay derrumbes de una casa, hay cristales o material peligroso para sus patas o incluso perjudicial para su olfato, por eso no los llevamos", precisó el jefe de servicios.
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Dentro de la unidad se hacen cargo de la crianza de los perros, para su atención médica, los policías reciben capacitación nacional e internacional, además dos de los compañeros tienen la especialidad en veterinaria.
Para los policías, los Canes son su familia, no se trata de una herramienta de trabajo coincidieron los operativos, sino de sus compañeros de trabajo, por lo que tras 15 años de servicio, los retiran, pero se mantienen en la unidad, no son puestos en adopción.
Para que un policía se convierta en uno de los manejadores de los perros deben pasar un examen psicológico, para asegurar que son amantes de los animales y así conformar un equipo de éxito.
GRACIAS A WENDY, LOCALIZARON A MÍA MAYRIN EN EL CERRO DEL CHIQUIHUITE
En el caso del Cerro, señaló, participaron seis binomios y tuvieron hasta cinco marcajes, con lo que fue posible rescatar a esas personas, aunque entre ellas, el cuerpo sin vida de la menor de la familia víctima del derrumbe.
Fueron seis días de estancia en el lugar, aunque los binomios estuvieron divididos en tres fases, por la mañana, la tarde y noche, pues son seres vivos que no mantienen trabajando todo el día sin descanso.
En el caso del derrumbe en Tlalnepantla, el lugar, dijo, era de difícil acceso, pero los perros pudieron participar en los trabajos.
Wendy es una perra pastor belga malinois de un año tres meses, forma parte de los 72 binomios caninos que pertenecen a la Unidad de la Secretaría de Seguridad del Estado de México y gracias a su olfato pudo ser rescatado el cuerpo de la pequeña Mía Mayrin, de los escombros tras el derrumbe en el Cerro del Chiquihuite.
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Para José Antonio Aguirre, de 40 años de edad, 20 de operativo y siete de trabajar junto con Wendy, fue uno de los dos momentos más "duros" buscando personas, el otro fue el hallazgo de una familia de cuatro integrantes que se intoxicaron, entre ellos un bebé.
"Lo primero que sentí en ese momento fue tristeza, porque cuando ella (Wendy) avisa que localizó algo, ya sabe uno que es cadáver y la verdad es algo que no se le desea a nadie. Son cosas demasiado fuertes que se viven trabajando con caninos, más buscando personas", relató.