Día de las Madres, una celebración distinta para cada madre
María Luisa Montoya García celebrará el 10 de mayo en su casa, de regreso a Santiago Miltepec, tras 344 días en el plantón de los que consideran injustamente presos, como parte del colectivo Haz Valer Mi Libertad. Se va con el corazón lleno de esperanza por ver a su hijo Carlos Alberto Estrada Montoya caminar libre por la calle.
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El Día de las Madres no es igual para todas las madres, dice. En su caso, también es un día para alzar la voz, exigir justicia y buscar la ruta hacia lo que ella llama felicidad.
Carlos fue aprehendido en 2017, a los 22 años de edad, y fue declarado culpable de un homicidio que asegura no haber cometido. Fue señalado por presuntos narcomenudistas de la zona. Para dar con él, María Luisa debió penar en hospitales y calles, pensando que le habría sucedido algo más.
A su hijo lo detuvieron en un negocio familiar. Llegaron personas que, sin identificarse, dijeron que quedaba detenido, sin explicar las razones ni mostrar una orden de aprehensión.
"Le pusieron las esposas y lo subieron a un carro blanco", explicó la madre.
Carlos Alberto fue reportado como desaparecido por su familia ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), pero siempre estuvo preso por un supuesto homicidio, contó María Luisa.
Pasaron 24 horas hasta que dio con el paradero de Carlos en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Santiaguito Almoloya. Ya lo habían presentado a audiencia y se encontraba a la espera de resolución al caso de homicidio y vinculación al proceso penal.
María Luisa dijo que apenas logró tocar sus dedos a través de las rejas, desconcertada, sin saber por qué fue detenido, y desde entonces su vida como madre cambió radicalmente. Entre marchas, portar pendones, colocarse esposas, raparse y hasta sacarse sangre, así se tornaron sus días.
Pasó más de 300 días dividida entre ir a casa, ver a sus otros dos hijos y volver a la lucha.
"Es día de guardia", les decía, y ellos me apoyaron siempre. Comentó que ser mamá también es sacrificar un poco más que el parto o el sueño por las primeras horas de vida.
"Hoy me voy con la fe y la esperanza de verlo salir, de verlo libre, de verlo en la calle. Pasaré un Día de las Madres distinto, lleno de ilusión. Espero contagiarla en casa", dijo.
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