Ante la pandemia. Una alimentación saludable habitual, es la recomendación para toda la población, y también para personas afectadas por el coronavirus, con sintomatología leve o asintomáticas.
Lo primero que debemos dejar de comer, en caso de contagiarnos de Covid-19, son los hidratos de carbono, es decir, los carbohidratos, estos se encuentran en las harinas, y sobre todo las harinas refinadas, productos de panadería, pastelería, comidas rápidas, la gran mayoría de estas contienen harinas refinadas.
El consumo de azúcar, sola o en bebidas, o peor aún, junto con las harinas; el azúcar junto con las harinas refinadas llevan a nuestro cuerpo a un cuadro inflamatorio crónico. Se produce una inflamación de gran parte de las células que están en los tejidos y en nuestros órganos, afectando el sistema y dejándolo vulnerable a las infecciones.
Por ejemplo, aumenta el CO2 y la posibilidad de que una infección se quede atrapada en esos procesos inflamatorios, que nutren a esos microorganismos que pueden entrar en cualquier momento a nuestro cuerpo, a nuestros tejidos, a nuestros órganos, produciendo infecciones sistémicas, es decir, que pueden atacar varios órganos y varios sistemas de nuestro organismo.
De igual forma, debemos dejar de agregar sal a los alimentos. Esta pone en grandes problemas a nuestro sistema renal/urinario, que se traduce a un mayor esfuerzo que tiene que realizar el organismo para eliminar esa sal, aparte de elevar la presión arterial, que es una de las causas de muerte junto con el Covid-19.
Otro alimento que debemos comenzar a disminuir o suprimir es el consumo de grasas saturadas, grasas no saludables, provenientes de carnes rojas, embutidos, enlatados. Esas grasas se acumulan en el organismo aumentando la probabilidad de generar arterioesclerosis y de depositarse en el hígado produciendo hígado graso.
Además estas grasas no saludables comprometen las defensas, causan disminución en la producción de células blancas, producto del metabolismo de las grasas.
Si bien, dejar de consumir estos alimentos no va a impedir que el coronavirus ingrese al organismo, sí harán del organismo un lugar propicio para la inflamación, para el aumento del CO2, y para bajar las defensas.
De esta manera, nos podemos ver perjudicados si el coronavirus ingresa en nuestro organismo, pues va a encontrar un organismo bajo de defensas, y la posibilidad de luchar contra ese microorganismo va a ser aún más difícil.
Una dieta saludable asegura un sistema de defensas fuerte, asegura la energía que necesitamos, no requerimos más de lo que vamos a quemar. Por ejemplo, en lugar de consumir refrescos o jugos, podemos comer la fruta junto con su fibra, es mucho más saludable y promueve el fortalecimiento de las defensas.
Nosotros, a través de nuestros hábitos, construimos la salud que queremos y necesitamos, la salud está en nuestras manos, importante sobre todo en estos tiempos, revisar la dieta que estamos llevando.