Toluca/Estado de México
Desde hace 20 años,la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh) trabaja en la conservación y creación de variedades de la tradicional flor mexicana nochebuena.
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Lo hace a través de un banco de germoplasma, que es como una biblioteca genética, donde tiene almacenada toda la información de unas 65 variedades de la planta de exterior e interior.
De acuerdo con la universidad, en la creación de este banco participaron productores comerciales, así como de la Red de Nochebuena del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), quienes han aportado gran parte de este material almacenado.
La investigadora María Teresa Beryl Colinas y León indicó que el invernadero tiene como objetivo resguardar las nochebuenas que se han colectado y cruzado en dos décadas.
“Lo que distingue a este invernadero de otros es que, el nuestro es, en realidad, un banco de germoplasma de nochebuenas, no es un invernadero comercial. Este banco es como una biblioteca genética que almacena sus semillas y otros materiales reproductivos”, indicó.
Precisó que este recurso valioso para los investigadores, fitomejoradores, botánicos y agricultores, permite trabajar en el mejoramiento genético que se realiza para la adaptabilidad y resistencia de las plantas frente a enfermedades, plagas y cambios ambientales.
“En la UACh se han hecho estudios de propagación y de composición química de las brácteas, para determinar su potencial comestible y medicinal”, indicó.
Los propósitos en la investigación de nochebuena son para conocerla, preservarla y potenciar sus recursos fitogenéticos y capacidades.
Agregó que la intención no es generar variedades comerciales, sino de avanzar en el conocimiento del manejo y conservación de plantas ornamentales, alineados a temas prioritarios como: la seguridad alimentaria, el uso sostenible de los recursos y la conservación biológica y cultural.
“Después del uso ornamental, pudiera tener alguna importancia en la medicina tradicional, ya que se ha utilizado contra los mezquinos y para favorecer la producción de leche en las mujeres que se encuentran lactando”, agregó la investigadora.
En México, el 94 por ciento de la generación de nuevas variedades de nochebuena, ha sido a través de instituciones de investigación pública nacionales, de lo cual, la Universidad Autónoma Chapingo se posiciona como la segunda instancia pública en esta tarea.
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Derivado de esta tarea, ante el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) se ha realizado el registro de Título de Obtentor de las nochebuenas: Anna, Juan Pablo, Rehilete, Belén, Estrella, Corona, Amanecer Navideño, Marysia, Tete y Valsu, entre otras.