¿Y la autoridad?, es la pregunta que sé hizo la ciudadanía el miércoles pasado cuando un comando recorrió por varias horas el municipio de Naucalpan, armados con rifles de alto poder y exhibiéndose sin ninguna limitación.
También nos preguntamos, ¿cuál fue el motivo de tal exhibición?, ¿sería el mostrar su fuerza o el tomar el lugar del Gobierno para procurar la seguridad de los ciudadanos?, ¿por qué en los videos se observa cómo confrontan y revisan a grupos de personas que se encuentran en la calle?, o tal vez buscaban a personas de otros grupos delincuenciales para terminar con la competencia.
Lo preocupante es que el Estado de Derecho se está perdiendo; los justicieros anónimos, los linchamientos y ahora estos grupos que impunemente recorren un municipio, nos dan la idea de que la autoridad está perdiendo la posibilidad del control social que históricamente ha ostentado por mandato legal; y más preocupante todavía, es que exista un gran número de ciudadanos que piensan que estas acciones son positivas y nos ayudarán a terminar con la delincuencia.
No estimados lectores, estos actos ilegales solamente nos van a llevar al caos jurídico y a permitir que el más fuerte imponga sus condiciones a través de la violencia.
Quien crea que la tranquilidad y paz social se va a encontrar violando la ley y perdonando a quien delinquió sin imponer una sanción, está muy equivocado. Habrá que analizar la vida de cada delincuente y hacer estudios en materia de Criminología para conocer verdaderamente las causas que llevaron al sujeto a delinquir para, así, determinar el tratamiento para la reinserción social; estos estudios se realizan durante el cumplimiento de una sanción.
Son muchos años de trabajo y estudio de teorías y práctica en esta materia, como para que de un momento a otro regresemos a la ley del Talión (ojo por ojo, diente por diente) o se deseche todo lo trabajado en materia penal y de reinserción social, pensando que podemos resolver el problema de la delincuencia con el perdón.
Estimados lectores, he insistido y seguiré haciéndolo, el problema de la seguridad tiene varias aristas: la solución y acciones en contra de la delincuencia común y la delincuencia organizada, son muy diferentes, con la intervención de muchos actores sociales, no todo es problema de la policía, el ejército o la Marina; sin embargo, mientras el aparato gubernamental en materia de seguridad no utilice los medios que tiene a su alcance, la sociedad seguirá buscando medios ilegales para protegerse y hacerse justicia por propia mano.
Por cierto: Si estos días de asueto van a salir de su casa, no olviden las medidas básicas de seguridad.