Diablo: Hola, Simplicio. Te ves muy contento...
Simplicio: Es que ya pasé mi verificación...
Diablo: ¿Y cómo le hiciste para que tu carro chatarra la librara?
Simplicio: No, me refiero al examen médico previo a mi contratación con el nuevo gobierno.
Diablo: Vaya, ¿y cómo le hiciste para agarrar hueso?
Simplicio: Pues simplemente participé en un foro por la paz.
Diablo: Pero, ¿no los suspendieron por el desmadre que se estaba armando?
Simplicio: Bueno, sí, pero yo pude presentar una ponencia antes y les gustó mucho mi propuesta.
Diablo: Pues, ¿qué diablos les propusiste que tuvo tanto pegue?
Simplicio: Crear una Secretaría de la Precisión y el Alma, como parte esencial de la Cuarta Transformación Nacional.
Diablo: Ah, caray, ¿y cómo se te ocurrió semejante...ideota?
Simplicio: Pues precisamente viendo el gran desacuerdo entre el pueblo y los nuevos líderes sobre tantas cuestiones, especialmente ésta de la Paz, del perdón, la amnistía y la justicia transicional y todo eso. Pensé que el único remedio a tal desorden era ordenar con precisión el alma de los ciudadanos y así se los expuse.
Diablo: ¿Y tú qué pitos tocas en ese concierto?
Simplicio: Pues el líder, después de oírme, me pidió encabezar la nueva Secretaría...
Diablo: ¿Y qué vas a hacer?
Simplicio: Pues no sé si aceptar, pero para empezar como condición propuse que aprobaran un organigrama con varias Subsecretarías especializadas.
Diablo: Demonios, ¿y a qué se van a dedicar?
Simplicio: Pues una Subsecretaría va a hacer Análisis de la Evolución, Diagnóstico y Soluciones al Fenómeno del Relajo Mexicano.
Diablo: La Fenomenología del Relajo como causa del subdesarrollo nacional, eh. (Piensa el Diablo: Ya me encargaré de que no logres erradicarlo y siga el desmadre). ¿Qué más se te ocurrió, mi Simple?
Simplicio: Otra Subsecretaría que se encargue de la Precisión en el Lenguaje Común y el Jurídico, porque los burócratas y la gente en general cada vez hablan más mal y los abogados no se diga, hacen un enredo lingüístico fenomenal de cualquier asunto.
Diablo: Esa no me gusta, va a acabar con la diabólica confusión en la comunicación del Ejecutivo, del Legislativo y del Judicial y de pasada va a obligar a la prensa y a los medios electrónicos de difusión a cuidar su lenguaje en vez de hacer desmadre con los twits, memes y demás inventos y ocurrencias de las ¨benditas¨redes sociales. ¿No se te ocurrió algo más concreto?
Simplicio: Sí, una que se va a ocupar del Fortalecimiento del Alma Nacional y los Mejores Usos del Capital y del Fomento de las Buenas Costumbres como la Austeridad y el Ahorro. ¿Cómo te quedó el ojo?
Diablo: Tampoco me cae bien, tú quieres que me quede sin almas mexicanas para nutrir el pabellón especial que les he ampliado allá en mi inframundo...!es como cancelar el Aeropuerto de Texcoco! !Pura pérdida!
Simplicio: Pues aún hay más, pues sugerí una Subsecretaría para el Combate de las Peores Prácticas Neoliberales y la Promoción de las Mejores Prácticas del Capitalismo.
Diablo: Eso suena sacado del viejo libro de Oscar Wilde, El Alma Bajo el Socialismo....
Simplicio: Te equivocas, Diablo malpensado, lo que propongo es El Alma Bajo el Capitalismo pero de a de veras: acabar con los monopolios disfrazados de oligopolios, fomentar la libre competencia, mejorar los salarios, Seguro Médico Eficiente, etc.
Diablo: Uhhh, pues ya veo el fantasma del fracaso para tu ¨amlopía¨... El mundo no puede existir sin el mal, porque el mal trae el movimiento. El bien sólo provoca la parálisis.
Simplicio: Mentiras, maldito Demonio malas ondas, lo único que sabes hacer son malas vibraciones para echar todo a perder.
Diablo: Uuuy, Don Simplicio, qué carácter, ya hasta pareces secretario de Estado. Así no vas a durar mucho en el cargo, pues ya supe que en tu examen médico saliste con la presión alta.
Simplicio: !Vete al infierno, Diablo espía! Tú eres el que hace que me suba la presión, boicoteando mis ideas.
Diablo: Con mucho gusto me voy al calorcito infernal. Y mientras te recomiendo que para pasar el examen médico y te nombren Secretario dupliques tu dosis diaria del calmante AMLODIPINO, para que aguantes la hipertensión que provoca la cuarta transformación.
Simplicio: !Vete al diablo!
Diablo: Allá te espero abajo al final del sexenio, o antes si descubren que te robaste la idea de la Secretaría de la Precisión y del Alma, del libro el Hombre sin Atributos, del diablillo novelista Robert Musil, que tengo allá abajo a fuego lento porque el malvado escritor es muy divertido. Le va a encantar conocerte...