Las promesas de campaña, son eso, promesas, se puede entender que durante el recorrido que hacen los que aspiran a un cargo de elección popular, se les va la boca ofreciendo y distribuyendo a manos llenas lo que presumen tendrán de presupuesto, haciendo alarde que los que se van o los que se encuentran en la competencia no saben, no conocen o no lo hacen mejor que él o ellos.
Pasan gobiernos que prometen muchas cosas, y al final, siempre sucede que o acusan a otros por no permitírseles cumplir con lo que ya tenían planeado o simplemente dejan a medias proyectos y tareas que no terminan porque les ganó el tiempo. ¿Puede ser aceptado esto? ¡No!, porque los aspirantes tienen la forma de hacerse llegar de la información de todo lo que necesitan saber, no hay posibilidad de aceptar que no lo sabían.
Pero especialmente ¿Por qué nos salen tan caros los políticos? Sobre todo los que tienen que ver con las decisiones en el gasto social, no es tanto el recurso que tienen y piensan que pueden repartir como creen, por presumir que cuentan con mejores ideas para aprovecharlo. Repartir el dinero de todos los contribuyentes no sacará de la pobreza a la mitad de la población del país. Sólo son paliativos, porque en todo caso, ¿en dónde está el proyecto que en verdad saque de la pobreza a los más necesitados y que puedan producir para su bienestar?
Las decisiones de un gobernante repercute en todos, un ejemplo que no quieren ver en la Cuarta Transformación es la cancelación de un aeropuerto que costará más caro por ello, que para terminarlo, con la lamentable consecuencia de un rezago histórico en la materia, y pasarán sexenios sin poder enderezar una decisión a todas luces equivocada, será muy cara la factura, porque si hubiese un poquito de cordura, un aeropuerto como el de Texcoco, con un Tren Maya y un paso del Istmo impulsaría el progreso para México y por supuesto, para los mexicanos.
AMLO lo ha dicho en diferentes oportunidades, la cancelación del aeropuerto de Texcoco nos ahorrará 100 mil millones de pesos, pero nunca ha demostrado de dónde le salen los números, y al contrario, se ha bajado la voz para lo que se ha venido perdiendo por la necedad de cancelar el proyecto, por el de Santa Lucía, que ni proyecto tiene y menos reconocimiento internacional.
Siempre sale a relucir que el presidente actual ganó con el apoyo de 30 millones de votos, pero el país no son sólo esos 30 millones, también lo componen los que no votaron o votaron por otra opción, si hay alguien que no entiende esto, es precisamente el presidente, se la ha pasado en cada oportunidad que tiene en atizar en contra de sus rivales, llámeles como les llame, pero siempre marca una división que no debería. O empieza a gobernar para todos, o la división que él mismo ha generado crecerá más de lo que imagina.
La promesa de crear 100 universidades ¿a quien cree beneficiarán? ¿O la idea es sólo generar profesionistas por montones? Sin la calidad que acompañan a la UNAM, Politécnico, Metropolitana, la de Nuevo León, Estado de México, entre otras, que además sufren por el presupuesto asignado, ¿cuál será? Lo barato sale caro, es un dicho de los viejitos pero bien que aplica al comentario.
El aumento del salario mínimo y los movimientos fiscales para la frontera norte pronto se verán enfrentados con el mercado, en enero se prometen alza a precios que impactarán los bolsillos de todos, y ¿por qué no se dice el impacto que esto representa? Porque éste, como los anteriores gobiernos, siempre quieren hablar de lo que les luce, lo difícil se lo dejan a otro, faltaba más, sólo están para lucir, por eso mi repetida pregunta, ¿cuál es la diferencia de éste nuevo gobierno a los anteriores?
En la última semana se generó la noticia que ha sido repetida los siguientes días, del problema del huachicol al interior de Pemex y que altos funcionarios están relacionados con el saqueo de la paraestatal, ¡qué novedad! ¡Qué barbaridad!, eso que ya se sabía puede tener dos vertientes, el anuncio que acomoda al gobierno en una inmejorable posición, por el hecho de demostrar que no hay compromisos con nadie, y la otra, que hecha a perder la anterior, serán perdonados, ¿como por qué? ¿Qué razón hay para ello?. Le han gritado al titular del ejecutivo muchas veces, ¡ni perdón, ni olvido! para todo aquello que pretende poner un punto y aparte.
Existe mucha incongruencia en el nuevo gobierno, las malas decisiones demostrarán que lo fueron hasta que componerlas se vuelva un martirio para el pueblo. Termina el año que representó muchos cambios, con una cantidad impresionante de empleados despedidos de sus trabajos, con un presupuesto que lo que demuestra es ignorancia en temas de la mayor importancia, se ignora a los que exigen y se beneficia a los que simpatizan, se compromete la calidad en las universidades, se aleja la cultura del ciudadano, entre muchos otros desatinos, y a cambio, subirán productos y servicios, la promesa de que México empezará a ser potencia, tendrá que esperar por mejores tiempos.
