Diablo: Qiuhubo, Simplicio, ¿por qué andas tiznado?, ¿qué dice Roma?
Simplicio: Ay, méndigo Diablo, ahora sí me sorprendiste...¿cómo le hiciste para que te dejaran entrar al Vaticano...y en Miércoles de Ceniza?
Diablo: Uhhh, mi Simply, tengo muchos amigos malosos por aquí y muchos más destacados tiznados allá en el infierno, como el Arzobispo estadounidense Marcinkus, ¿te acuerdas, aquél del fraude al Banco del Vaticano en 1987? El hijo de la tiznada se escapó de ser arrestado porque lo protegieron en el Vaticano, pero desde 2006 lo tengo allá abajo, rostizándose junto a otros pervertidos estafadores de sotana.
Simplicio: No lo creo, el Papa ya está limpiando a la Santa Sede de todos los que POR-TU-CULPA cedieron a las tentaciones de la carne.
Diablo: Órale, ¿Y Yo Por Qué Demonios?
Simplicio: Precisamente por eso, por tus metiches demonios que andan induciendo al mal, Urbi et Orbi...por todos lados, hasta en la Iglesia.
Diablo: Mis diablitos sólo obedecen órdenes...a propósito, me informaron los colegas del extinto CISEN que viniste a Roma porque te piensas meter a la Orden de los Monjes Cartujos y ya hasta estás tomando clases de latín.
Simplicio: !Santo Prior! ¿Siguen de metiches esos malditos chismosos excisenudos?
Diablo: Bueno, ¿es verdad o no?
Simplicio: Malo, puros cuentos, fake news, Diablito, aquí en Roma ni siquiera hay monasterio de cartujos. Pero si lo hubiera, en el monasterio no hay periódicos, ni revistas profanas, ni radio, ni televisión, ni Internet, ni móvil. Sólo el prior puede leer noticias. Por eso vine a Roma a hacer un retiro espiritual en busca de la pobreza de espíritu y para olvidarme del mundanal ruido profano de la política mexicana actual.... !ya chole la politiquería, la grilla ya me tiene hasta el copete!
Diablo: Pues para que te vayas enterando, dicen que te pagaron el viaje a Italia los de Morena para explorar la posibilidad de que fundes un monasterio cartujo en la hoy famosa colonia Roma, tú sabes, para exorcizar los demonios del pasado autoritario que todavía atormentan a Poncho Cuerón.
Simplicio: !Otra sarta de mentiras!
Diablo: Bueno, hasta me informan que estás estudiando las reglas de la Orden de San Bruno, para elaborar una reforma a los estatutos del Partido, sobre todo lo referente a los votos de pobreza y de obediencia, porque el de castidad, ni hablar de ello.
Simplicio: !Habráse visto! ¿A quién se le ocurre que en un partido político se obligue a los miembros a hacer voto de pobreza? ¿o a los burócratas? Y menos en México, donde la mayoría son unos pobres diablos...
Diablo: Diablos, tal vez. Pobres, quién sabe. Lo que es seguro es que no han hecho voto de silencio, como las cartujas y los cartujos, porque vaya si hablan a todas horas, de mañana, tarde y noche.
Simplicio: Chantre, ¿ a poco hay cartujas?
Diablo: Muy poquitas, porque está difícil convencer a las mujeres de guardar silencio !Y menos en esta época en que están cada vez más empoderadas!
Simplicio: Dejarías de ser misógino, diablo cornudo.
Diablo: ¿Y Yo Por Qué? Si a mi me encantan las mujeres y más las monjitas, como a Don Juan Tenorio, que lo tengo allá abajo cocinando a fuego lento, aunque muy lujosamente acomodado y todos los días le doy sus galletas favoritas, ¨pedos de monja¨, ese típico dulce catalán, pues ya el viejo seductor no puede nada de nada en la práctica, pura teoría, parece tecnócrata.
Simplicio: !No la hagas de jamón!
Diablo: De veras, no exagero. La verdad es que lo trato bien porque me da muy buenos consejos de cómo seducir a las novicias rebeldes, porque las sumisas monjas viejas solitas buscan sus bocados de cardenal...aunque sean pedófilos.
Simplicio: Eres un engendro del mal, blasfemo hijo de la tiznada.
Diablo: Tiznado, sí. Hijo de la Tiznada, no, porque yo soy un ángel, no nací de una mujer tiznada, como tú, digo, como tú comprenderás...
Simplicio: Ángel caído, como tú recordarás...a final de cuentas, no eres más que un pinche diablo...
Diablo: Vaya, Simplicio, con ese ¨vocavulgario¨, no vas a pasar el examen de aspirante a Monje Cartujo.
Simplicio: Ni falta que me hace. Yo lo que busco es practicar la pobreza de espíritu y eliminar la pobreza de veras.
Diablo: Así qué fácil...eso es lo que dicen todos los políticos. La verdad que no te entiendo, Simplicio.
Simplicio: No entiendes que no entiendes, Satanás, ni jamás entenderás que la erradicación de la pobreza constituye para los simpatizantes de la Cuarta Transformación una prioridad absoluta, porque es una cuestión de justicia y de solidaridad, valores ambos consustanciales con nuestra identidad ideológica y política.
Diablo: Ah, caray, si ya hasta hablas como cura.
Simplicio: !Vete al demonio!
Diablo: Con mucho gusto. Ahí te dejo con tus cartujas intenciones.
Simplicio: De qué murieron los ardidos... te da coraje que los morenos partidarios del bien sean como los monjes cartujos, que guardan votos de pobreza, castidad y obediencia, y además guardan dos votos extras, que son el de estabilidad dentro del Partido (nada de andar de chapulín ni brincar a la iniciativa privada) y el voto de conversión de costumbres, o sea, combate a la corrupción y al huachicoleo de todo tipo, por el cual se busca un crecimiento de entrega hacia el Señor...Presidente...que nos va a llevar a la Tierra Prometida, como dice un libro del Vaticanólogo Bernardo Barranco que ya anda circulando por ahí, que niega que haya contrapesos en México que puedan acotar el autoritarismo del Ejecutivo (AMLO y la tierra prometida, Análisis del proceso electoral 2018 y lo que viene, Editorial Grijalbo, ¿Será el edén o sobrevendrá un infierno?).
Diablo: Pues a mí me encantó su obra El infierno electoral, El fraude del Estado de México, que comenta como en los comicios de 2017 en el Estado de México se perpetraron las mayores transas imaginables. Y también el libro sobre Norberto Rivera, El Pastor del Poder y su prólogo a La Voluntad de no saber, Lo que sí se conocía sobre Maciel en los archivos secretos del Vaticano desde 1944.
Y para desprestigiar a la Iglesia colaboré en toda su participación contra Maciel, hasta que lo corrieron de Radio Centro por haber participado con Carmen Aristegui en otra estación.
Simplicio: !eres un canijo metiche del mal!
Diablo: Los malandrines son otros, Yo nada más les doy una ayudadita. Fíjate que ya ando apoyando a un grupito de personajes que andan muy obsesionados con servir de contrapeso a ya sabes quién...
Simplicio: Claro, a ti te encanta el infierno y no sabes otra cosa que andar en contra de todo, pero Bernardo no aprueba tus diabluras electorales, y estoy seguro que en el futuro se va a lanzar de candidato independiente en algún puesto para el gobierno del Estado de México.
Diablo: Ahora sí que me vas a matar de a de veras con tu grilla barata, pero...de risa, mi ingenuo monje Simplicio. Lo que sí te reconozco es que él y tú tienen mucha labia, como ya sabes quién...nada más que Bernardo critica a la Iglesia y tú todavía la defiendes y a los conservadores, hagan lo que hagan y haiga sido como haiga sido...
Simplicio: Demonio de poca fe, incrédulo, hipócrita, fifí.
Diablo: !Diablos, tú sí que no hiciste voto de silencio, falso cartujo malhablado, vas a acabar de monje loco.
Simplicio: Que la boca se te haga chicharrón. Ni soy cartujo, ni quiero serlo ni hacerle al monje loco. Para que lo sepan sólo defiendo día con día, desde tempranito, mi derecho a opinar libremente...claro video con retransmisión nacional. Y si siguen moliendo con sus críticas poco civiles desde la alta sociedad, los voy a seguir exhibiendo con la verdad en cuanto medio pueda que no sea fifí.
Para empezar, ¿qué te pareció el guión del primer capítulo de La Herencia Negra, que destapó el caso del negro financiamiento de la propaganda negra contra el
Populismo?
Diablo: Puros cuentos, fake news, porque como dijo el Monje Loco:
Nadie sabe, nadie supo... la verdad sobre el pavoroso caso de las campañas negras, jajajajajajajajajajajajajajajaja
(Marzo 2019)