Gonzalo Galán
Como una cubetada de agua fría cayó entre los miembros de la directiva los Potros de la Universidad Autónoma del Estado de México el que su equipo de la Liga de Ascenso no tiene derecho deportivo de aspirar a una mejor categoría.
Es decir, si es campeón de alguno de los dos torneos del periodo 2017-2018, y además se queda con la eliminatoria final por la promoción a la Primera División, en lugar de ganarse un sitio en el mayor circuito del futbol mexicano recibiría un premio económico y deberá mantenerse en el mismo nivel.
Los motivos de esta determinación de la Liga MX nadie los conoce o, más bien, nadie quiere revelarlos. Ante la poca claridad en el asunto se han levantado innumerables hipótesis: que si la falta de butacas en el estadio Alberto “Chivo” Córdoba, que si la conformación de las fuerzas básicas del club universitario, que si la iluminación o hasta que el Deportivo Toluca no dio el aval para que la capital mexiquense tenga dos equipos en el máximo circuito.
En la Liga se limitan a expresar que la directiva de Potros ya conoce estas determinaciones, mientras que en el club de la UAEM solo expresan sorpresa, desconocimiento de los requisitos que les den este derecho del que gozaban hasta el torneo anterior.
Lo que resulta increíble es que en Potros nadie se responsabilice de la situación. El rector de la Universidad Autónoma del Estado de México y presidente del patronato del equipo, Alfredo Barrera, se limita a solicitar explicaciones a la liga, dejando evidente su total falta de interés por el equipo, mismo que inició a revelar cuando decidió delegar la franquicia a un particular.
El mayor inversionista del actual equipo universitario, Rodolfo Fabela, fue el más sorprendido con la noticia, nadie pierde más con esta determinación de la liga que él, pues en juego está su dinero y el de sus socios, o quien colabore con él en la administración de la franquicia (tema que tampoco ha quedado claro).
Aun así, tampoco conoce las causas del “no derecho a ascenso” del club, pese a que antes del inicio de la temporada hizo inversión en mejorar la iluminación del estadio, corregir aspectos del vestidor como el aíre acondicionado, y lo más importante, armar un equipo que tiene como objetivo un campeonato y la posibilidad de un ascenso a Primera División.
Pero lo que ya raya en el colmo es que tampoco el representante de Potros UAEM ante la liga, Moisés Britos, tenga noticias al respecto, se supone que es a través de él que la directiva se entera de las determinaciones de la Liga y la Federación Mexicana de Futbol y al parecer nunca informó qué aspectos no cumple el club en la carpeta de requisitos para tener derecho a un ascenso.
Britos llegó a la institución el torneo pasado bajo la anuencia del estratega del equipo Omar Ramírez, primero en trabajos administrativos, aunque se conoce su pasado como promotor de jugadores, pero tras la salida de Asdrubal Hernández, se hizo de la gerencia del equipo, cargo que actualmente ocupa y que lo obliga a conocer los pormenores de la División de Ascenso pues es él quien se encarga de todo lo relacionado del club ante la Liga.
Pasan los días y nada es claro en este tema, nadie sabe y nade supo, las especulaciones crecen y parece que el tema de la infraestructura del estadio de la UAEM no es el motivo de esta marginación por un ascenso, entonces ¿qué será? ¿A lo mejor pasa por el papeleo del equipo ante Liga y la nueva conformación del Patronato con la inclusión de Rodolfo Fabela? ¿Por qué esconder los motivos reales? Por ahora solo queda esperar y que el equipo en lo deportivo de motivos suficientes para exigirle a la liga que estos Potros tengan derecho a una Primera División