Hoy que la mano negra, más bien morena, se deja sentir en la ilegalidad que campea en el Poder Legislativo, lo que socava el Estado de Derecho y la vida democrática del país, es decir, la libertad de elegir de la ciudadanía, como en el caso de la ampliación de periodo de gobierno en Baja California, que sienta precedente y fortalece la desconfianza y rechazo de la sociedad al sistema de partidos políticos como los que participaron en el caso de la península norte: PRI, PAN, PRD y MORENA. Esto se suma al apoyo irrestricto a las iniciativas del Ejecutivo, la negación a atender las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, los movimientos políticos; imponer líderes o poner gobernantes con formas de litigio parlamentario, mediático y político, señalados como prácticas del viejo régimen.
¿Por qué votaron unánimemente los diputados del Congreso de Baja California para ampliar el periodo del gobernador electo, Jaime Bonilla a cinco años, cuando lo eligieron para dos? Está el caso opaco de Puebla, las alcaldías que buscan la reelección y van de un partido a otro, apoyadas por supuesto; la actuación equívoca en temas religiosos mezclados con la vida pública, como la distribución de la cartilla moral en templos; el decadente espectáculo del homenaje a Naasón García, pastor de La Luz del Mundo en el Palacio de Bellas Artes, con legisladores y autoridades de cultura y el INBA involucrados, además de la postura omisa en torno a temas fundamentales para aliviar las tensiones que detienen el avance del país. Pareciera ser que las Cámaras están actuando como Oficialía de Partes que gestionan y tramitan y no como un poder autónomo de la federación que debe hablar en nombre de la ciudadanía.
¿Cuál es el plan? ¿Cuál es el proyecto? ¿A dónde vamos?
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@MargaJimenez4