Uno de los personajes que más daño ha causado a los ciudadanos del Puerto de Veracruz es precisamente el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, hoy preso en el reclusorio norte. Es imposible pasar por alto que a más de 61 mil millones de pesos asciende el presunto desvío de recursos federales perpetrado de 2011 a 2016 en Veracruz por la administración de Javier Duarte, según un informe Especial de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), como lo señala Animal Político.
El solo hecho de escuchar el nombre de Javier Duarte, los veracruzanos sienten retortijones en el estómago. Son muchas las desgracias que dejó durante el tiempo que estuvo al frente de la entidad jarocha, el alivio que llegaron a sentir por el hecho de que se encuentre en prisión enfrentando un proceso por los delitos de asociación delictuosa y operaciones con recursos de procedencia ilícita, puede ser que no dure el tiempo que supondrían merece.
Ahora, parece ser que JaviDú le ha tomado la medida a Ciro Gómez Leyva con su prestigiado noticiero, con el pretexto de darle la exclusiva, el acercamiento con el afamado periodista ha sido constante. Sin embargo, puede ser que el odiado ex gobernador aproveche la ventana que le ha sido abierta para desplegar una defensa a la costumbre del México de hoy, litigar su caso en los medios de comunicación.
Y bien que le ha salido a JaviDú, porque esas exclusivas lo han colocado en el centro de la atención nacional, bueno, se atreve incluso a calificarse como “preso político”, ¿qué tal con la habilidad de este impresentable personaje?, apoyado y aconsejado desde luego por su abogado Marco Antonio del Toro, faltaba más.
Según JaviDú no fue el trabajo de la extinta Procuraduría General de la República (PGR) al frente de la que se encontraba Raúl Cervantes, aquél 15 de abril de 2017 que logró ubicarlo en Laguna de Atitlán del municipio de Panajachel, Departamento de Solalá, en Guatemala, en base a los trabajos de inteligencia para detenerlo y llevarlo ante el juez, sino que él mismo se entregó, valiente personaje.
Solo que existen muchas dudas antes de aceptar que el ex gobernador es inocente y el pobrecito fue engañado por la mafia del poder. ¿Si había pactado entregarse, por qué se fue a Guatemala? La verdad es que hace todo un circo, como bien pudo haberlo hecho también el gobierno de Peña Nieto, pero existen condiciones que no pueden pasar desapercibidas.
Se hace tomar un video, que de entrada es aceptado por él mismo, de que fue su abogado que se lo recomendó, desde ese momento no hay que dejar de considerar que todo puede ser un movimiento del abogado para preparar su defensa en caso de que las cosas no resultaran como querían, y el tiempo que se toma para denunciar una persecución fuera de toda proporción según sus propias palabras, es justamente antes de su detención. Si consideramos que no se trata de cualquier ciudadano, no iban a llegar los cuerpos de seguridad a irrumpir al hotel La Rivera de Atitlán en donde se encontraba hospedado, rompiendo la puerta.
A esos niveles, y sobre todo bajo la consideración que no había escapatoria, ya que se encontraba acorralado como rata, tranquilamente se despidió de su familia y salió al encuentro de los cuerpos de seguridad de Guatemala y México que llevaban la orden de aprehensión en su contra, pero tuvo el tiempo suficiente para preparar lo que hoy sale a la luz, acusar al gobierno de ese entonces y aprovechar para cerrarle el ojo a quien puede ser su salvoconducto, López Obrador, era su jugada.
¿Por qué? Porque aparentemente suponía, es la magia de estos personajes todo lo saben o adivinan, le obligarían a declarar en contra del actual presidente. ¿Qué tal? De éste circo resulta además por simple duda, ¿qué no su esposa Karime Macías, la que decía merecer todo lo que le llegaba a manos llenas, algo tendría que ver con las investigaciones? Porque al parecer entonces lo que se le ofreció según sus palabras, se le cumplió.
No existe algo más trágicamente cómico que quien llegó a considerarse uno de los más buscados por las autoridades mexicanas en todo el mundo, ahora quiera hacerse baños de pureza, lo peor es que para ello ha tomado el poder que representa la audiencia del programa de Gómez Leyva, ¿lo chamaqueó Duarte? Eso se verá con el tiempo.
Lo que sí es verdad, es que Ciro Gómez Leyva le ha dedicado mucho tiempo de su importante noticiero, lo que bien ha aprovechado JaviDú para presentarse ante la opinión pública como una persona perseguida injustamente, pretendiendo hacer olvidar la serie de anomalías y atropellos de su gobierno que hundieron al pueblo de Veracruz en condiciones preocupantes. Debería mejor explicar lo dicho por Luis Alberto de Meneses Weyll, ex director Superintendente de Odebrecht en México, que manifestó a las autoridades que la compañía inyectó 500 mil dólares a su campaña.
¿Quién puede considerar a Javier Duarte de Ochoa inocente? El amplio reportaje de Ciro Gómez Leyva fue retomado por los medios de comunicación de mayor prestigio en el país. Es ésta la consecuencia de haber elegido a uno de los más importantes para que pudieran repetir los demás lo que ahí se descubrió. Si fue un espectáculo o no el que armó el gobierno peñista y hay consecuencias, que se aplique lo que se deba aplicar, pero resulta realmente inaceptable pretender presentar como un sacrificado inocente a una persona que se cansó de cometer los más bajos y crueles actos en contra de los que fueron sus gobernados.
La risa burlona que esbozó Duarte de Ochoa tras su aseguramiento no puede ser olvidada, por el cinismo intrínseco que encierra, por lo que el personaje representaba y representa en la política en el país. Colocarlo en el centro de atención no ayuda a nadie más que a él.