Historias de Familia
Hoy hablaremos de un establecimiento (restaurante) que a partir de la década de los 70`s abrió sus puertas a la sociedad de Toluca convirtiéndose hoy en un gran referente en Toluca en el ramo gastronómico: “El Biarritz”.
Este centro gastronómico abrió sus puertas en el año de 1974, ubicado hasta la fecha en las calles de Nigromante esquina con 5 de Febrero en el corazón de nuestra amada Toluca en el edificio que pertenece a la conocida familia Cienfuegos Villanueva, quien esta familia por mucho tiempo fueron dueños de la gasolinera Villada (Villada esquina con Instituto Científico y Literario otrora Constituyentes) y quien no recuerda La Poblana de la Merced (quien la inició don Encarnación Cienfuegos “don Chon” y su esposa doña Joaquinita Estévez) que tiempo después estuvo al mando de don Raúl Cienfuegos Estévez y Lupita Villanueva de Cienfuegos con el nombre de La Poblana (1967-1977), donde se vendía todo tipo de antojitos mexicanos de excelencia atendido por la misma familia y, no me puedo equivocar todo Toluca pasó a degustar esa típica comida a ese rinconcito toluqueño también referente en su época, que tuvo su ubicación en Avenida Morelos enfrente de la escuela Villaseca y de la iglesia de La Merced.
En relación al restaurante Biarritz, los propietarios iniciales fueron Alejandro Arochi Téllez (hijo del conocido caballero don Carlos Arochi Ortega, dueño de la tintorería Velox y de Anita Téllez) y Mercedes Portilla Sánchez (hija de don Carlos Portilla y Lupita Sánchez), quienes deciden poner el restaurante en un principio con el giro de fonda familiar donde se vendía todo tipo de antojos mexicanos como pozole, tacos, pancita, conejo, tamales, atole, burritas, tortas y jugos entre otros alimentos. En esta década (70`s) el restaurante sigue funcionando normalmente como en un inicio, y es hasta en la década de los 80`s en donde cambia de giro a Restaurante Biarritz S.A, remodelando el lugar y convirtiéndolo ya en un espacio más exclusivo, cambiando la carta de alimentos y bebidas, así mismo disponiendo a su vez de espacios para exposiciones y conciertos así como restaurante-galería.
Por cierto me comenta su hijo de Alejandro Arochi Téllez, mi buen amigo Alex, que en esta década su papá tocaba el órgano y piano para amenizar la hora de la comida a sus distinguidos comensales.
Para el mismo Alejandro Arochi hijo, en esta época representó un cambio de fisonomía el restaurante, que en ese momento se le mencionaba como el de “La esquina de 5 de Febrero y Nigromante”, el motivo como el mismo lo explica, es la presentación de exposiciones y cafés literarios a los que asiste gente del ambiente intelectual y cultural de Toluca.
A partir de abril de 1991, el restaurante empezó a presentar diferentes exposiciones de pintura, de las cuales se programaron ocho más para el resto de ese mismo año. La duración de las exposiciones variaba podía ser desde ocho hasta 40 días según el acervo de las pinturas.
Dentro del espacio, nos explica Arochi, se lograron vender algunos cuadros de artistas del Estado de México así como de la ciudad de México con la intención de apoyar al artista para que se motivara. Cabe mencionar a algunos exponentes en este restaurante galería: uno de los acuarelistas prototipo en esta esquina de Nigromante y 5 de Febrero fue el en ese entonces muy joven Javier Gómez Soto quien había expuesto anteriormente en el Museo de Bellas Artes de Toluca, en el Polyforum y la Canaco de la Ciudad de México así como otros grandes expositores como el conocido acuarelista maestro Benito Nogueira actual director del Museo de la Acuarela de esta ciudad; el pintor plástico de origen guerrerense y radicado en Capultitlán, Joaquín Dimayuga y el gran pintor, Leopoldo Flores, entre otros.
Uno de los grupos muy representativos que llevó a cabo bastantes reuniones de cafés literarios en la “esquina Nigromante y 5 de Febrero” fue el “TunAstral”, cuyo origen de este mismo se remonta a una larga historia. Se creó en la década de los 60`s haciendo referencia a periodismo estudiantil, ya en 1991 el buen Alex Arochi hijo, con gustos culturales se le ocurrió hacer algo literario, y por medio de Arturo Benito González Mondragón, se planeó el café literario TunAstral en Mayo del mismo año, llevándose a cabo todos los lunes a las ocho de la noche y abierto para todo el público. Cada semana se tenían dos o tres distintos invitados especiales y no solo para cuestiones literarias, sino también llevaban gente de cine, teatro y hasta shows titiriteros que tuvieron mucho éxito. La aceptación del público fue bastante buena teniendo de 60 a 100 asistentes en cada sesión.
Por otro lado en el año de 1994 cuando se reinaugura la remodelación de la Plaza González Arratia por parte del gobernador en turno licenciado César Camacho Quiróz (2 de julio de 1995-15 de septiembre de 1999) y el alcalde, licenciado Alejandro Ozuna Rivero (1994-1996), el restaurante Biarritz se va para arriba ya que le permiten poner mesas en las aceras exteriores por lo cual atrajo a mucho más gente, y ya con una carta de alimentos mucho más exquisita se convierte en el lugar idóneo para políticos, intelectuales, académicos, artistas y público en general.
Una anécdota me comenta Alex jr, que en la remodelación de la Plaza González Arratia se acordonó con mamparas mientras se construía dicha plaza, y en el lado de la calle 5 de Febrero enfrente del Biarritz, el conocido y polémico Genaro Silva (pintor) hizo de estas mamparas una creación efímera de el mismo; financiando esta obra el propio Alex.
Recuerdo en lo personal a los papas del "gordo" Silva, donde su mamá tenía a un costado de la casa de la familia Mena en Paseo Colon (glorieta del Águila de Colon) su cafetería que se llamada Café Colon, en donde en mi época preparatoriana (Preparatoria Número 1 Adolfo López Mateos) mis compañeros y amigos nos íbamos a comer en al clásico descanso de materia en materia unas tortas planchadas y unas torrejas que en ese momento nos sabían a gloria. (Muy buen recuerdo de los 70`s).
Podemos nombrar que entre sus clientes los Arochi Portilla tuvieron al licenciado Ignacio Pichardo Pagaza; licenciado Alfredo del Mazo González; Jaime Almazán Delgado; don Pepe Merino Mañón; licenciado Antonio Gómez Alcántara; Luis Rivera Montes de Oca; Alejandro Ozuna Rivero; Emilio y Elías Chuayffet Chemor; Alberto Curi Naime; Ernesto Nemer Álvarez; Leopoldo Velasco Mercado entre otras figuras políticas, así como artistas de la talla de Imelda Miller, Tania Libertad, Pedro Vargas y gente de Toluca como Víctor Manuel Massud, Pedro Checa, Juan Acra Carmona, Guillermo Nader, el estimado y bien recordado "Pollo" Guadarrama, el pintor Leopoldo Flores, Alfredo Naveda, don Nemesio Diez, José Yurrieta Valdez y Sergio Mercado entre otros.
Cabe también citar que hubo más de dos grupos de señores que se reunían en el restaurante: uno de ellos desde la hora del desayuno hasta la merienda, a este grupo se le llamaba "Los calmitas" así como otros llamados "Dinosaurios y Café abuelo".
Referente a su cocina podemos mencionar que uno de sus platillos típicos de este conocido lugar, está el molcajete que es este mismo elaborado en piedra negra para aguantar las altas temperaturas del cocimiento de los ingredientes que lleva que son los siguientes: cecina, filete de res, chorizo toluqueño, queso panela, cebollas de cambray y una muy buena salsa verde casera donde se cosen los ingredientes antes mencionados. Este platillo a su vez se sirve con unos exquisitos frijoles refritos en manteca y en molcajetes semejantes pero de tamaño más pequeño.
Otro platillo típico y de temporada (por cierto ya están a la venta), famoso por su tradición culinaria poblana, son los extraordinarios chiles en nogada receta de la señora Trini Sánchez tía de Alex. (Recomendables).
Otra costumbre del lugar es que en la temporada de la Feria del Alfeñique (Noviembre, Toluca pionero en esta tradición) se ponía una enorme mesa redonda con más de 500 calaveritas con el nombre y apellido del cliente para cuando llegara a comer al lugar en referencia tomara su calaverita para llevársela a casa. (Buen detalle de los anfitriones).
Así mismo Alex comenta que en varias ocasiones durante los festejos del 10 de mayo llegaron a traer de show a los Violines de Villafontana y al pianista Marcus Allen.
Una de las mejores presentaciones que reunió a gente de Toluca de la década de los 60`s fue la de Guillermo Jorge Ríos Abarca, mejor conocido en el mundo de la farándula como Memo “Aplausos” Ríos.
Todos los amigos y compañeros de escuela estuvieron en el feudo de Alex Arochi acompañando al comediante que tenía en ese momento más de 20 años que no lo veían en un escenario desde aquella época inolvidable con Los Intocables y el famoso grupo 2 más 3.
Transcurrieron dos horas de disfrute del show del primer día y casi tres horas, el segundo día; rock de los 60`s, 70`s, 80`s y 90`s presentó Memo en su espectáculo musical. Cabe mencionar que dicho espectáculo contó con el apoyo del grupo Fandango comandado por Rafael Salas en los teclados, Gerardo Yaca, con su guitarra lanzando una energía rockera pesada; los jóvenes Villafaña en el bajo y Juan Manuel Rodríguez en los tambores, además que estos músicos actuaban en las parodias que Memo “Aplausos” presentaba en su espectáculo.
Beatles, Doors, Rolling Stone, Elthon John, etc. son las excelentes interpretaciones que Memo dejaba oír en su excelente show.
Entre los amigos del mismo Memo que asistieron al Biarritz a disfrutar estas veladas fueron: Juan Carlos Padilla Aguilar, Juan Acra Carmona, Carlos Rodarte Cordero, José Luis Sandoval, Panchito Montes de Oca, José Antonio López Suarez, Eusebio Cárdenas a quien Memo cariñosamente le decía “cone”. Emocionante fue el momento en que al terminar el show salió a flote el amor de la gente por su paisano, pues toda la asistencia de pie lo ovacionó por largo rato “aplausos” Memo.
Podríamos escribir un sinfín de anécdotas vividas en este restaurante galería y feudo de la estimada familia Arochi Portilla que procreó cinco hijos de nombre: Mercedes, Leticia, Ana Lourdes, Marcela y Alejandro; hoy en día al frente de este prestigiado lugar está nuestra amiga Ana Lourdes Arochi Portilla quien en lo particular merece una felicitación por tener una excelencia en su cocina típica así como el servicio hacia los comensales que heredó ese gran legado de sus padres.
Un atento saludo a mis amigos Ana Lourdes y Alejandro Arochi Portilla.
