Hoy hablaremos de un gran empresario, oriundo de su natal Atlacomulco, pero arraigado desde pequeño en nuestra ciudad capital; convirtiéndose en un gran empresario en el ramo hotelero e inmobiliario, don Arnulfo Martínez Cárdenas.
Comenzaremos comentando que don Arnulfo nos platica que antes los abuelos y padres de cierto nivel económico, realizaban grandes milagros para que la economía alcanzara para toda la familia, sin embargo, era una maravillosa época, donde se enseñaban valores de familia, valores que hoy en día se han perdido, esa etapa cimentó las bases para tener una trayectoria de éxito, básicamente por la educación y formación familiar la que lo proyectó hacia esos logros, comentando que fue muy afortunado de tener esa niñez en la que sus padres y abuelos les enseñaron buenos hábitos y costumbres y la importancia de los valores morales. La integración familiar ha cambiado con el tiempo, la convivencia es distinta y va conforme a las ocupaciones de cada integrante; agregaremos que también la tecnología ha desintegrado esto de la convivencia, ya que antes se tenían dos televisores, uno en la recámara de los papás y el otro en la sala de televisión, y los integrantes de la familia veían reunidos un programa; hoy cada hijo tiene un plasma en su recámara y a parte el celular y el iPad. Arnulfo, recuerda su infancia con seguridad y estabilidad sin grandes ambiciones y, satisfechos con lo que tenían, con una sensación de disfrutar las cosas más sencillas que es lo que tiene más valor y de no aspirar a grandes cosas que nos han complicado la vida en estos días.
Con relación al desarrollo de su padre comenta que fue profesor rural, después farmacéutico y finalmente hotelero, su madre se dedicó exclusivamente al hogar, ya que fueron seis hermanos; 5 varones y una mujer, teniendo toda la oportunidad de estudiar, siendo todos grandes profesionistas y hombres de bien, culminando sus estudios en la Universidad Autónoma del Estado de México UAEMéx. Tres de sus hermanos se han dedicado a la hotelería: el arquitecto Rubén Martínez, con el Hotel La Quinta del Rey; el ingeniero Martínez, con el tradicional Hotel del Rey y en su momento el Hotel Holliday Inn (otrora Castell Plaza Las Fuentes del grupo Gega), ya no existiendo la edificación, y su hermano Ramón Martínez con Hoteles Courtyard Marriot, aeropuerto Toluca y Marriot Ixtapan de la Sal. El inicio de la hotelería de los hermanos Martínez Cárdenas empezó con su padre en 1960 a través de la fundación del Hotel del Rey que en esos tiempos el doctor Gustavo Baz Prada como gobernador del Estado estableció que podía ser un desarrollo, un corredor ahora conocido como el referente Paseo Tollocan, al inicio, ahí estableció su padre el Hotel, colocando la primera piedra el mismo doctor Baz, que en ese entonces eran las afueras de la ciudad de Toluca.
El inicio fue modesto, con solo 12 habitaciones, hoy en día son más de 150, ya cumplió más de 55 años y ha permitido que el desarrollo familiar, en aspecto de negocios hoteleros haya crecido, ofreciendo a la ciudad de Toluca una oferta hotelera digna y de calidad. Todo ha evolucionado, se ha modernizado y actualizado, con la globalización de cierta forma afecta el comportamiento y la administración de un hotel local, inclusive para el equipamiento, funcionamiento y servicios que ofrece, anteriormente lo que fuera una habitación cómoda, limpia, segura, con un baño, los servicios elementales o básicos era suficiente, hoy en día se complementa con servicios adicionales como señal de televisión satelital, internet, servicio a las habitaciones, comida gourmet en algunos de los restaurantes, los servicios complementarios que la globalización ha obligado a estar al tanto de las novedades para dar un servicio al mismo nivel que en cualquier otra parte del mundo. Ahora los hoteles cuentan con centros de negocio que anteriormente no existían. Entre el Hotel San Carlos y el Hotel Rex se dividían los visitantes importantes de la época (1940-1980).
Todos los eventos en la etapa del ingeniero Salvador Sánchez Colín como gobernador del estado y también de don Alfredo del Mazo González se realizaron en el Hotel del Rey, incluso el presidente Carlos de Salinas de Gortari estuvo presente en algún evento. En los Juegos Olímpicos del 68, se hospedaron dos delegaciones, la alemana y la sueca. Así como, en el mundial de 1970 estuvieron tres equipos de fútbol hospedados; Uruguay, Israel y Bélgica. De este último existe una anécdota muy interesante. A partir de su visita, surge la casa Diablos Rojos de Bélgica, (1970 comienza la idea y en 1982 se consolida), debido a que vieron a muchos niños de la calle, huérfanos y desvalidos, de ahí les interesó apoyarlos, muchas personas altruistas se unieron a esa labor y en la casa se han forjado mucha gente de bien, profesionistas.
Toluca era una ciudad pequeña, había aproximadamente 17 mil habitantes a sus comienzos, fue creciendo hasta un máximo de 100 mil habitantes que fue donde se estancó en la década de 1970 y, a partir de ahí hasta el año de 1985 se mantuvo, después de ese periodo llegó mucha gente a la ciudad, esto detonó el mercado hotelero y el comercial independientemente de su demanda natural por la zona industrial y el gobierno del estado que tenía muchos visitantes. Toluca comenzó a destacar con algunos atractivos turísticos del centro de la ciudad, los Portales, los Templos católicos, museos, así como, la gastronomía (chorizo, tortas, embutidos, dulces tradicionales, panadería etc.). Debido a eso creció la demanda hotelera y el crecimiento industrial y de negocios también aportó a esa demanda. Don Arnulfo con tristeza comenta, que está sobre ofertado el mercado hotelero, hay demasiados hoteles en la zona de Toluca y el aeropuerto, habría que esperar a que la demanda crezca, por lo pronto ya no es el negocio que permitía crecer fácilmente, la sobreoferta lo ha limitado.
El padre de los hermanos Martínez llegó a tener el hotel Rex, desde los años 40, se integró a la administración en esos años y la deja en los 60 que es cuando funda el hotel del Rey. El Rex sigue aún ubicado en las calles de Hidalgo (otrora Libertad) esquina con Matamoros, por otro lado, uno de sus tíos estableció el restaurante Del Rey que estaba ubicado el Portal Constitución (otrora calle del maíz), que con el transcurso de los años paso a otras administraciones y propietarios, esto aconteció hace 60 años. La Terraza del Rey también fue de la familia, de su tío Amado Martínez, un centro de esparcimiento para los jóvenes los fines de semanas. De esto, recuerda que había música en vivo y bailes, era un centro de diversión sana y barato. Para poder ir a la Terraza se tenía Arnulfo ganar el dinero haciendo mandados, era parte de la educación en casa.
El empresario recuerda el Casino Militar que estuvo ubicado en la calle de Belisario Domínguez (otrora calle de la Concordia y Porfirio Díaz), hoy luce la conocida Plaza Fray Andrés de Castro, zona gastronómica y comercial, en el Casino se realizaban tardeadas y kermeses, era un centro de juego y esparcimiento, se tomaba café y refresco, había mesas de billar, cobrando un peso por hora de juego, todo ello fue más o menos en la década de los 50’s. durante esos años y los 60’s, también existía el salón Azul y Rosa. El consumo en esos lugares era refresco Orange Crush, nada de bebidas embriagantes, era una forma de diversión muy sana que tenían las familias y los amigos, esto permitía socializar, lo cual incrementaba su acercamiento, todos veían de buena manera la participación de esos eventos y grandes reuniones (gran nostalgia).
Arnulfo, prominente empresario y socio del prestigioso Club Rotario de Toluca, concluye esta plática comentando la admiración por su padre y la satisfacción de conservar los valores familiares y de proyectarlo en los negocios, siempre respetuoso del derecho de los demás y, a trabajar para obtener los satisfactores que uno busca, esa forma de pensar le ha permitido proyectarse a nuevos niveles de negocio. Es satisfactorio para él cómo la gente los buscaba, los prefería en relación con los demás, por responder, siempre, a las necesidades y a las expectativas de servicio de los demandantes.