Mercería la Violeta

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Mercería la Violeta

Lunes, 20 Enero 2025 00:00 Escrito por 

Hoy hablaremos de un establecimiento que fue un gran referente en el comercio toluqueño desde 1897; Mercería la Violeta.

Halim Abraham Frangie, confirma la noticia, que se vendió la mercería La Violeta, abriendo el baúl de los recuerdos, teniendo a bien comentar la información que solo su familia y algunas personas conocían; empieza a explicar que la mercería en referencia se fundó en el año de 1897, pues su bisabuelo Antonio Abraham, arribó del Líbano en los inicios del siglo pasado (1906) y después de trabajar 11 años en el comercio de entregas, llega a nuestra ciudad de Toluca. Recibe de su suegro una accesoria de nombre La Violeta, localizada en el mercado Hidalgo, que en ese entonces se encontraba en el lugar donde hoy luce esplendorosamente la Plaza González Arratia. Al crecer su negocio, en 1917 lo traspasa a la casa número 16 de la avenida Independencia (otrora Calle Real), lo cual era propiedad de Columba Cano viuda de Vilchis y de Leonor y Magdalena Vilchis, con las que celebra el contrato privado de arrendamiento, mismo que se renovaba año con año hasta 1939, que tuvo la solvencia económica para adquirir la propiedad.

 

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La Violeta desde 1917 se mantuvo hasta que se vendió el famoso edificio Abraham, pero en ese entonces, era de las primeras mercerías que se establecieron en Toluca, teniendo un gran auge y prestigio por el trato de su dueño. Este establecimiento se encontraba en avenida Independencia número 16, en el número 20 se encontraba el comercio de don Antonio Kairuz, después el comercio de la conocida familia Jalil; en seguida con el número 22 se encontraba el almacén de ropa La Esperanza, de José M. Maccise, familia a la que pertenecen Jorge, Anuar, Juan y Esperanza; le seguía el expendio de ropa de María Alonso viuda de López. También se encontraban en ese tramo los comercios El Fuerte Azul y La Preferida de don Abdo Naime Kado, abuelo de mis grandes amigos Blanquita y Alexander Naime y bisabuelo de nuestro expresidente municipal Juan Maccise Naime. También dentro del mismo ramo se encontraban otros comercios como El Jonuco, perteneciente a don Julián Dumit en Independencia número 8; La Mexicana, del señor González en el Portal Reforma y La Gran Miscelánea, de Ocampo y Cía. R.L. en Portal Constitución número 8.

Conforme se consolidó el negocio de don Antonio, él se empeña en traer todas las novedades del ramo y viaja dos días a la semana al Distrito Federal (hoy CDMX), para surtirse de la mercancía. Una característica especial que vivió don Antonio es que, sin ser armería, contaba con un permiso del Ejército mexicano para comercializar armas permitidas en aquel entonces, lo cual también habla de la calidad moral que tenía. Al paso del tiempo entre los años 1920 hasta 1940, se dedicó a importar productos de Alemania, Checoslovaquia (hoy conformada por dos Repúblicas la Checa y la Eslovaca), Francia, Italia y Estados Unidos. Se trataba de artículos de gran novedad para los consumidores de Toluca. Por los mostradores de esta mercería pasaron todos los productos de manufactura nacional y se fueron distribuyendo en toda la región, no solo en el Estado de México, sino que contaban con pedidos por reembolso a Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Jalisco y Michoacán, que por medio del correo y del FFCC se enviaban a su destino.

Hasta la fecha de la venta del inmueble se tuvieron 89 años de servicio de este comercio, donde se encontraba desde un alfiler hasta lo más necesario para la elaboración de muchas manualidades y trabajos escolares. Las vivencias que tuvieron cinco generaciones al frente de este negocio son interminables, pero siempre con los principios inculcados de don Antonio Abraham de honestidad, honradez y voluntad de servicio para el cliente, principal benefactor del comercio en general.

 

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Añoranza existe, indico Halim, pero esta llega a perjudicar el futuro y hay que vivir en una actividad más práctica, los tiempos cambian y la gente cada día desprecia más lo antiguo, hace a un lado la experiencia, considera cursi la antigüedad y los buenos recuerdos de la familia, perdiéndose el sentido de identidad. La sociedad materialista, ha hecho que la familia ya no se conciba como tal y antes era más susceptible de exigirse a los hijos que mantuvieran una tradición o un negocio y ahora eso ya no importa. Las razones que se tuvieron para tomar tal determinación fueron muchas y no es porque no fuera rentable el negocio, sino que se tenían que modificar diversos sistemas para la rentabilidad de un negocio como este donde se manejan más de cinco mil productos, involucra su comercialización, su pago de impuestos y un sin número de problemas a enfrentar.

 

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Desgraciadamente la actividad económica está caída y en ocasiones se debe cambiar el negocio o modernizarlo, sino tiende a desaparecer. Para los toluqueños el edificio donde se ubicó por años La Violeta fue un punto de referencia que recuerda la llegada de la modernidad arquitectónica a la capital de nuestro estado; pues en su momento se impuso a las casonas del porfiriato (arquitectura de Suarez Ruano) y fue testigo de diversas anécdotas toluqueñas. Este edificio se empezó a construir en 1939 y se concluyó en 1943, década en donde Toluca tuvo un gran auge económico, donde hubo una gran inmigración de gente que con el tiempo se volvieron grandes comerciantes y empresarios; por mencionar algunos de ellos; españoles: Salvador de la Vega (padre de Salvador, Pedro, Cira y Maruja), don Santos López Rodríguez casado con María de la Luz Pliego y padre de Joaquín, Enrique, Ramón, Carmen, Clara y María del Refugio; los hermanos Faustino y Gerardo Hidalgo, de León, España; Ángel Barenque; Leandro Peral, Ángel y Mateo Saldamando y su hermana Carmen, emparentados con los conocidos Esteban y Enrique Abascal dueños del molino del trigo Los Pirineos; Máximo Pandal, Don Antonio Yurrieta, padre de los conocidos hermanos Mercedes, María del Carmen, Ana Teresa, José, Fernando y Antonio Yurrieta Valdés; los hermanos Luis y José Gutiérrez Dosal, don Luis gran detonador en el desarrollo económico no solo de Toluca sino del estado; libaneses Pedro y Miguel Checa; Alfredo Curi, Antonio Asaad, Salomón Naime, Natalio Libien, Antonio Karam, Antonio Sesin, José Miguel Maccise,  Abdo Naime y Antonio Abraham; chinos, lituanos entre otros……! De Guerrero por citar algunos; don Juan Beltrán Nájera, Concepción Salgado (Chon), Ignacio Longares, Ignacio S. Miranda, Juan Miranda, Julián Miranda, Rafael Miranda y José María Cuevas; Guanajuato, don Agustín Gasca Mireles, Hilario Carrillo, Maximiliano Caballero, Ramiro Márquez, Luis Badillo, Vicente Vallejo, Epigmenio Velázquez, Camilo Orosco, Miguel Calderón Y Gabriel Corona; y los mexiquenses; los Monroy Cárdenas (Atlacomulco), Luis Correa (Jocotitlán), Rafael Mondragón (Ixtlahuaca), Mucio Cardoso Gómez (Temascaltepec), Ciro Estrada (Coatepec de Harinas), Rafael Tapia (Almoloya de Alquisiras), Eduardo Hernández (Zinacantepec), Mariano Salgado (Almoloya de Alquisiras).

Por lo anterior, el diseño del edificio fue hecho por Antonio Abraham junior y aplico el estilo Art Deco, tomándose en cuenta los conocimientos del ingeniero Harmodio del Valle Arizpe, director de Obras Públicas durante el gobierno de don Wenceslao Labra.

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Gerardo R. Ozuna

Toluca: Rescatando identidad