"En la antigua Roma, cuando había una reunión y en la puerta de la entrada se colgaba una rosa, los temas tratados eran confidenciales. (sub rosae)"
Este fin de semana el Comité Directivo Estatal del PRI en el Estado de México emitió la Convocatoria para la renovación de sus seccionales, que significa que el proceso para renovar su dirigencia a nivel estatal inició ya de manera formal.
Por qué digo lo anterior, porque en los seccionales descansa gran parte de la operación política del PRI, algunos de ellos serán consejeros estatales, pero sobre todo porque en la renovación de estas “células” del partido, también se ve la mano de muchos actores políticos a nivel municipal y estatal que querrán tener peso a la hora de decidir en la renovación, primero, de la próxima dirigencia, y después, en las candidaturas del 2021.
Pero, a todo esto, ¿qué es un seccional? se preguntarán muchos, pues bien, el Instituto Nacional Electoral, subdivide al país en 300 distritos electorales, que a su vez, son divididos en una unidad geográfica mínima para la instalación de casillas, es decir, en una sección electoral.
Una sección electoral, tiene como mínimo 100 electores y un máximo de tres mil, y el Estado de México existen 6 mil 478 secciones, es decir, el mismo número de seccionales que habrán de renovarse en el PRI mexiquense.
El tema no es menor, el seccional se convierte así en el corazón de la operación política y social del Revolucionario Institucional, porque es el primer punto de encuentro con la ciudadanía.
Son poco más de 6 mil 400 priistas que se encargan de mantener en las colonias y municipios la presencia del partido, es esa pequeña célula que por décadas, le permitió al Revolucionario Institucional ganar elecciones al ser el único partido que cuenta con una estructura que inicia desde esa pequeña división territorial.
Por eso, insisto, no será raro que los actores políticos de los municipios, busquen incidir en la elección de estos para contar con representatividad, desde la base de la militancia del partido, de cara a los procesos internos que se vivirán en el PRI mexiquense.
No hay que olvidar además, que el próximo 27 de este mes, el PRI de la entidad publicará también la Convocatoria para elegir a los Consejos Políticos Municipales, y el próximo 3 de agosto, hará lo propio para la renovación de los 125 Comités Municipales para perfilar la renovación de su dirigencia estatal que se prevé para finales de este año o inicios del otro.
Es decir, todos los órganos y estructura de operación y decisión política del PRI más fuerte de todo el país estarán en un proceso de reestructuración de cara a la recuperación de este partido rumbo al 2021, que por supuesto, tendrá que empezar en el Estado de México.
De entrada, este ejercicio, busca recuperar la participación de su estructura, reactivarla y empezar a aceitar su maquinaria de cara a una elección intermedia en la que estarán en juego mucho del manejo de la administración estatal, porque el gobernador Alfredo Del Mazo requiere, con urgencia, recuperar espacios en la legislatura mexiquense.
Si el PRI del Estado de México es capaz de superar sus propios monstruos, y recuperar espacios perdidos, el futuro para la elección por la gubernatura será muy distinto.
Por lo pronto la renovación del priismo, desde su primera célula, hasta su dirigencia estatal, que por cierto se hará por primera vez en muchos años a elección abierta de su militancia, es el comienzo de un nuevo principio, ojalá, que no con el mismo final de siempre.
Como siempre lo he dicho, al PRI, le hace daño la simulación, y hoy los tiempos actuales requieren de un priismo que entienda que es oposición, y que como tal asuma ese papel para volver a ser el partido en el gobierno.
Al PRI, y a su militancia, esa que inicia y descansa en los seccionales y que es la misma que hoy lo mantiene vivo, no le hace bien una campaña interna llena de descalificaciones como la que por momentos se vive a nivel nacional por su dirigencia.
Cualquier actor que busque un cargo de elección o de representación dentro del partido tendría que entender que cada declaración en contra de otro priista no solo le resta simpatías a su contrario, sino también, confianza en la militancia y solo abona a hacer de las grietas un abismo, que una vez con la candidatura o el cargo ganado, ellos mismos tendrán que tapar.
Quienes dicen que hoy el PRI está muerto o desahuciado, se equivocan, perdió sí, como nunca, espacios de representación y de poder, pero si es capaz de impulsar la inclusión de expresiones, y de garantizar el retorno de su estructura a sus principales células, será sin duda, un partido que tiene garantizada su permanencia.
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