Se trata de una de las congregaciones religiosas que tiene presencia –dicen en su sitio oficial de internet—en todo el mundo. Fue creada en 1941 por el fallecido e impresentable Marcial Maciel. Actualmente suman 961 sacerdotes y 617 seminaristas. En realidad, nada más tienen presencia en 21 países. En este lado del planeta, están en: Canadá, EEUU, México, El Salvador, Venezuela, Colombia, Ecuador, Brasil, Chile y Argentina.
Su trabajo pastoral se propaga a través de la red de universidades Anáhuac, los Colegios Mano Amiga (un mensaje subliminal, desde luego) y los colegios del Regnum Christi. Su espiritualidad está enfocada en la contemplación y en una asidua labor evangelizadora. Se autodefinen como una congregación que profesa un amor incondicional –con todo lo que ello implica—a la Iglesia Católica, por ende al Estado Vaticano, al Papa en turno y, cultivan un amor filial a la Virgen María.
Los Legionarios de Cristo han sido puestos recientemente en la picota, debido al caso de denuncia que interpuso Ana Lucía Salazar Garza ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por el abuso sexual que le impuso el clérigo Fernando Martínez, integrante de esta congregación, quien nació en 1939 y fue ordenado sacerdote en 1964.
Ni tardos ni a la defensiva, pero cándidamente y sin el menor rubor, mediante un comunicado oficial, los Legionarios de Cristo pidieron perdón a la cantante y conductora Ana Lucía Salazar por el abuso sexual cometido (cuando ella era una niña de ocho años) por el pederasta con sotana Fernando Martínez, quien era nada menos que el flamante Director del Instituto del Caribe, en Cancún Quintana Roo.
La noticia y las entrevistas concedidas por Ana Lucía Salazar en diversos noticiarios y programas, han puesto de nuevo en la palestra mediática lo que otros especialistas han señalado durante las últimas décadas. Estos Legionarios de Cristo y otros pederastas que entran y salen de El Vaticano se protegen unos a otros, es decir, existe una estructura dentro de gran parte de la Iglesia Católica que encubre, tolera y deja en salvaje impunidad la pederastia. Nada más hay que leer el reciente libro del francés Frédéric Martel, intitulado Sodoma. Poder y Escándalo en el Vaticano, para darse una clara idea de las reglas que hacen funcionar el sistema del ocultamiento e impunidad.
Si como la conductora comentó, en los años 90 sus padres acusaron al depredador sexual Fernando Martínez, por supuesto que en aquellos años no consiguieron avanzar ni un ápice porque en la cúspide de los Legionarios de Cristo estaba reinando su fundador, Marcial Maciel Degollado, quien estuvo como activo violador y masturbador por lo menos entre 1941 y 2006, es decir, durante 65 años abusando de chicos menores de edad, a efecto de que le propinaran sendas caricias execrables, so pretexto de “fuertes dolores abdominales” que lo conducían irremdiablemente a su propio éxtasis y satisfacción sexual.
Lamentablemente esta memoria cortoplasista e iconofágica que nos caracteriza como sociedad, nos lleva a dejar rápidamente en el olvido que Marcial Maciel fue protegido por el carismático Papa Juan Pablo II y ferozmente encubierto por gente de altos vuelos en la política mexicana así como por megaempresarios de la talla de Lorenzo Servitje, nada menos que dueño del Grupo Bimbo.
Recuérdese que el extinto Loreno Servitje era integrante del Opus Dei, financiaba piadosamente a los Legionarios de Cristo y contribuyó generosamente a que las arcas de Marcial Maciel fuesen más sólidas. No debemos olvidar tampoco aquel boicot que logró hacer Servitje al CNI Canal 40, cuyo dueño era Javier Moreno Valle, cancelando un contrato millonario por el pago de anuncios. ¿El motivo? La transmisión de un programa, allá en el año 1997, en el que diversos sacerdotes daban testimonio --en esta señal de la televisión mexicana-- de los abusos sexuales que cometió el Padre Marcial Maciel con quienes se habían topado con él durante su proceso de formación sacerdotal.
Lorenzo Servitje, ultraderechista y protopanista canceló dicho contrato comercial, llevando a la quiebra al Canal 40. Años después, el megaempresario reconocería su ceguera ideológica. Ernesto Zedillo, entonces presidente de México, nada hizo para enfilar la más mínima investigación al respecto. El entonces Arzobispo Norberto Rivera Carrera, entre muchos otros, defendió a Maciel con furiosa irritación negando absolutamente todo.
Hoy, baste releer estos nuevos testimonios que volverán a sacudir a la poderosa e inefable Iglesia Católica. También, desde luego, vale la pena revisar el ilustrativo libro de Carmen Aristegui titulado: Marcial Maciel. Historia de un criminal. Tal cual, un título bien ganado.
Cuatro preguntas finales:
¿A qué padres y madres de familia se les ocurre poner a sus hijos e hijas, menores de edad, en manos de hombres con sotana que han prometido el antinatural celibato, el secreto como norma y la ciega obediencia a sus superiores?
¿Cómo es posible que confíen en quienes hablarán a su grey sobre la familia y el matrimonio heterosexual, pero nunca pasarán por tales procesos existenciales?
¿Cómo se les ocurre confiar en quienes fervorozamente ven al sexo como pecado; a quienes rechazan la dulzura de la masturbación y a quienes reprueban el uso del condón para autoprotección y para evitar Infecciones de Transmisión Sexual, como el VIH/sida?
¿Cómo dejan al cuidado a un menor de edad, con un sujeto mayor de edad, que no ha vivido su expresión erótico-sexual dentro de los cánones heteronormativos?
*Red Internacional FAMECOM