Otro “chivo expiatorio” del apetito” financiero

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Otro “chivo expiatorio” del apetito” financiero

Domingo, 17 Mayo 2020 10:23 Escrito por 
Otro “chivo expiatorio” del apetito” financiero Los Sonámbulos

Los estudiosos de los episodios turbulentos de las finanzas no han olvidado una de las muchas de las trágicas estrategias de la economía de casino (las denominan “innovaciones financieras”) que se han aplicado, y se aplican todavía, para procurar mayores ganancias, siempre mediante el uso de recursos ajenos (llamado “endeudamiento” o “apalancamiento”).

Se trata de la tristemente célebre triquiñuela conocida como “long-short” que originó, por ejemplo, que el fondo de cobertura Long Term Capital Management (LTCM) quebrara en 1998, cuatro años después de ser fundada. Estos hedge fund (fondo de alto riesgo o fondo buitre) demostraron que los modelos matemáticos de los economistas galardonados con el Premio Nobel, Myron S. Scholes y Robert C. Merton (1997) para realizar operaciones financieras de retorno absoluto combinado con un alto nivel de endeudamiento, son cuando menos un subterfugio seudocientífico a la hora de topar con la codicia del “espíritu animal” (parte vital del Ogro Salvaje), ese que suele gobernar a las finanzas mediante “derivados” y otros instrumentos facilitadores de timos y embustes.

Y que, como siempre sucede, es el gobierno el que tiene que salir a rescatar a los “defraudados” (a los que prestaron los recursos), como fue con los gestores de esos fondos buitre de la LTCM.

Pues bien, una buena parte de la acción que se está desarrollando actualmente en torno de la devastación financiera y económica en el mundo, México incluido, tiene mucho que ver con la ejecución de ese ardid del “long-short” a escalas bestiales. Una película muy vista pero ignorada, no atendida, por los gobiernos.

Eso es lo que indica la difusión de estudios realizados por el Banco de Pagos Internacionales a “extraños episodios” (pero no desconocidos) sucedidos en marzo pasado en torno de bonos gubernamentales.

Y ese truco financiero fue el que mencionó, en la clásica jerga neoliberal (orwelliana hasta la confusión) el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su reporte de abril pasado sobre la estabilidad financiera mundial, aunque encontró al bíblico macho cabrío para el sacrificio de ocasión y contentar al demiurgo: el coronavirus (Covid-19), fenómeno que está siendo utilizado como una suerte de perro de paja al que se le atribuye una fuerza y poder para ocultar la realidad, maquillándola o de plano falseándola.

Según el FMI, el brote de “chivo expiatorio” asestó “un golpe sin precedentes a los mercados financieros mundiales”. Y explicó que “Los precios de los activos de riesgo se han desplomado y los costos de endeudamiento se han disparado, sobre todo en los mercados de crédito de mayor riesgo”.

Luego, informó que “a mediados de febrero, cuando los participantes en los mercados empezaron a temer que el brote se pudiera convertir en una pandemia mundial, los precios de las acciones cayeron bruscamente, desde niveles que antes estaban sobredimensionados”.

“En los mercados de crédito los diferenciales se dispararon, especialmente en segmentos riesgosos como los bonos de alta rentabilidad, los préstamos apalancados y la deuda privada, donde las emisiones se redujeron drásticamente”, expuso.

Y destacó que “Los precios del petróleo se desplomaron ante el debilitamiento de la demanda mundial y la incapacidad de los países de la OPEP+ de llegar a un acuerdo sobre recortes de la producción, lo que añadió un nuevo elemento al deterioro del apetito por el riesgo”.

“Esta volatilidad de las condiciones del mercado condujo a una fuga hacia activos de calidad, lo que provocó que los rendimientos de los bonos de refugio seguro disminuyeran de manera abrupta”, remarcó el FMI.

“La prioridad es salvar vidas y apoyar a las personas y empresas más afectadas por la COVID-19”, refirió y, claro, recomendó que “deben utilizarse políticas fiscales, monetarias y financieras para apoyar a las economías asoladas por la pandemia”, apelando a la “cooperación internacional” como acción esencial “para hacer frente a esta extraordinaria crisis mundial”.

En efecto, muchos gobiernos en el mundo ya sacaron la cartera para inyectar miles de millones de dólares y salir al rescate de los“inversionistas” en fondos buitre, por eso el FMI pudo asegurar que:

“No obstante, los mercados se han recuperado de parte de las pérdidas. Las medidas decisivas de política monetaria y fiscal, encaminadas a contener las consecuencias de la pandemia, han estabilizado la actitud de los inversionistas”.

Es decir, los enfebrecidos “inversionistas” (mercados) ya están tranquilos, les regresó el alma civilizadora (por el momento), pero al final y como siempre, los que van a pagar estos depredadores juegos de triquiñuelas financieras son los contribuyentes.

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Jesús Delgado

Los sonámbulos