Hoy hablaremos de una famosa y referente distribuidora de refrescos de una conocida y estimada familia toluqueña los Estrada……… (Quién no tomó un Tehuacán o un rico Peñafiel):
Sería muy rara la persona que no ha probado un Tehuacán o un Peñafiel, pues sin duda alguna forman parte de todos los mexicanos, sus sabores y presentaciones los hacen únicos, además de que son refrescos exclusivamente mexicanos y elaborados por mexicanos (gran orgullo).
A pesar de que en la actualidad existían infinidad de marcas de estas bebidas, en algún momento fueron reconocidos como una marca líder en la elaboración de agua mineral por su calidad y a su vez son sinónimo de que lo que se hace en territorio mexicano está bien hecho.
Nuestra querida ciudad de Toluca también se hace presente en esta tradición, los toluqueños por mucho tiempo incluyeron en su mesa principal bebidas y más aún cuando tenían a la mano una distribuidora tan reconocida que por muchos años vendió estas marcas.
En relación a lo anterior comentaré de la distribuidora que, en los años 50's estaba a cargo de la conocida familia Estrada ubicándose el establecimiento en la calle de Juárez norte esquina con avenida Independencia; donde hoy en día se ubica la famosa Casa de las Diligencias (hermoso inmueble) hoy a cargo de la prestigiada UAEMex (otrora UAEM).
La idea de esta distribuidora nace del señor don Ciro Estrada Nieto quien prácticamente toda su vida la dedicó al comercio, siendo una persona muy emprendedora y el primer distribuidor de la cerveza “Carta Blanca”.
Don Ciro (oriundo de Temascaltepec) quien procreó con doña Guadalupe Montero Pichardo dos hijos de nombre Alfredo y Roberto; estos a su vez contraen matrimonio Alfredo con María Luisa Valdez, quienes procrean a ocho hijos de nombre Tete, Carmela, Alfredo, Ciro, José Luis, Rafael, Francisco y Mario; y Roberto con Genoveva Vallejo García quienes procrean a cinco hijos de nombre Tete, Susu, Ricardo, Raúl y Roberto (qepd); don Ciro inicia alrededor del año de 1948 con una tienda de abarrotes cuyos productos eran demandados por los toluqueños, esta tienda se encontraba en la calle de Juárez número 13, don Ciro toma la decisión de asociarse con el señor Antonio Yurrieta (padre de la conocida familia Yurrieta Valdez; Chedes, Nica, Pame, Toño, Pepe y Fernando) para iniciar un negocio similar (distribución de refrescos y cervecería.)
Para el año de 1951, se separa la sociedad y don Ciro decide quedarse con la distribuidora de refrescos, dejando como herencia el negocio a su hijo Alfredo Estrada Montero (suegro de la estimada dama Adriana Lechuga Manternach -qepd- quien se casó con Ciro Estrada Valdez).
Desde ese momento el señor Alfredo junto con uno de sus hijos de nombre Alfredo se convierten en la segunda generación en relación de distribuir las bebidas, además de que deciden innovar el negocio con la llegada de la marca “Mundet” poniendo en la mesa de todas las familias toluqueñas refrescos de gran calidad y sabor.
Lo importante de esta distribuidora es que logró posesionarse rápidamente en los hogares de Toluca, convirtiéndose en un nicho de trabajo extenso porque había muchos clientes que en su momento se atendían directamente hasta su domicilio.
Sus principales centros de distribución dentro del estado eran Ixtapan de la Sal, donde se atendía al conocido balneario de don Arturo San Román (padre de Roberto y Arturo San Román) y a los Búngalos Lolita del señor Benjamín Rodríguez oriundo de Sultepec (quien es su momento fue dueño del famoso negocio de ultramarinos en Toluca El Fénix muy amigo de mi padre); en Atlacomulco se distribuía a Don Gregorio Montiel (don Goyo) padre de nuestro ex gobernador del , Arturo Montiel Rojas; en Valle de Bravo se atendía a la conocida familia vallesana Ballesteros y por el rumbo de Tejupilco a la familia Santín.
En su momento fue tan importante esta distribuidora que se convirtió en un negocio que dependía del trabajo de una gran cantidad de transporte de camiones y camionetas para poder llevar a cabo este oficio.
El refresco se vendía a grandes cantidades como el Sidral (muy estomacal), la limonada Mundet, el Prisco refresco de color rojo, el Orange Mundet (buenísimo), el Peñafiel, el Tehuacán de sabores así como el natural, todos estos refrescos con atractivas presentaciones de 300 mililitros, siendo embotellado en envases de vidrio no de “pet” como hoy en día.
También se vendía agua purificada, siendo de las primeras aguas que también hubo en la mesa de las familias mexiquenses, el líquido de la marca “Mundet”, cuya presentación era en garrafones de cristal (en lo personal recuerdo muy bien estos garrafones existentes en casa de mis padres).
Al pasar el tiempo el hijo de don Alfredo (quien trabajaba con su papá en la distribuidora) toma la decisión de irse a trabajar a la ciudad de México (otrora Distrito Federal) quedándose al frente de esta, otros dos de sus hermanos Ciro y José Luis (hijos de don Alfredo); quien después de unos años a pesar de su gran posicionamiento, los hermanos Estrada ya no continuaron con el negocio por el tema de la transportación del envase que se les fue dificultando cada día más.
En relación a lo anterior, la llegada también de las diferentes marcas masivas como Coca-Cola que ha desplazado hasta la Pepsi-Cola, acabó con todos los refrescos, incluso con la marca “Mundet”. El gusto por el sabor y uso de la famosa Coca-Cola rompió todos los nichos de refrescos que hasta el momento se encuentra entre las mejores marcas preferidas por las familias.
En la actualidad esta distribuidora ya no funciona desde hace más de 25 años, incluso la fábrica “Mundet” cerró, pero no cabe duda que estos refrescos formaron parte del gusto de todos los toluqueños, pues aunque ya no se encuentran con frecuencia en las tiendas siguen siendo exquisitos como el Tehuacán (además sirve para aliviar crudas) o el Sidral que como anteriormente lo enuncié tiene propiedades para curar algunos males estomacales.
Por otro lado en el año de 1965 los Estrada (Roberto, Raúl y Ricardo) hijos de don Roberto (quien contrajo matrimonio con doña Genoveva Vallejo García) el otro hijo de don Ciro, iniciaron una tienda de artículos de regalos, también muy reconocida por los toluqueños que se llamó en su epoca “Las 3R” ubicada en la esquina de Juárez y avenida Independencia, yo la recuerdo como una tienda muy pequeña (con todos los artículos de primera), que el mismo Raúl me comenta se inspiraba en un establecimiento similar de 5 x 5 metros cuadrados denominado Ciros's ubicado enfrente de la tienda departamental Palacio de Hierro Durango; estos regalos eran nacionales de mucha calidad, además de importación como ingleses, italianos, españoles, tanto que cuando se vendía lo japonés se comentaba que se vendía corriente.
El nombre de las “3R” hace alusión a las iniciales de los tres hermanos (Roberto, Raúl y Ricardo) todos ellos de apellido Estrada Vallejo quienes empezaron el negocio donde inicialmente se vendían regalos y medias para mujer.
Esta tienda se caracterizó por venderle a casi toda la ciudad de Toluca, se les vendía también a la gente de gobierno como al licenciado Juan Fernández Albarrán y su distinguida esposa doña Consuelo Rodríguez de Fernández Albarrán (Chelo); al profesor Carlos Hank González; ex gobernadores de nuestro estado así como a don Eugenio Echeverría, ex gobernador de Colima quien por cierto comenta Raúl que en su momento le invitó para irse a trabajar a Colima.
En el negocio en referencia entre los principales productos en venta se encontraban corbatas, llaveros, mancuernillas, relojes que se llegaron a vender con mucho éxito sobre todo los de la marca “Timex” pues en tan solo tres años obtuvieron el primer lugar en ventas regionalmente porque estaban en el punto clave de estas.
Este establecimiento estuvo funcionando por más de treinta años viniéndose abajo a finales de los 90's con la llegada de las grandes tiendas departamentales como Liverpool, Sears etc.; que llegaron a ganar el mercado a base de apoyos con grandes descuentos o créditos a largo plazo.
También se tomó en cuenta que los productos que se vendían en la tienda se fueron acabando y desplazándolos por el producto chino que a pesar de que en un principio era de mala calidad la gente comenzó a comprarlos, no era lo mismo adquirir una prenda de vestir barata a una costosa.
Las “3R” fue una tienda que a pesar de que fue invadida por las nuevas tendencias sigue presente en el recuerdo de los toluqueños de antaño, pues se instaló en el tiempo indicado y sobre todo que fue atendida por una conocida y educada familia de comerciantes que mediante sus negocios tuvieron la fortuna de conocer gente maravillosa.
Estos dos negocios formaran parte de la tradición e identidad de nuestra amada Toluca, porque el refresco Mundet básicamente el “Sidral” era producto líder y la tienda las “3R” que se posicionó tan rápidamente entre los grandes consumidores toluqueños, por sus prestigiadas marcas; agregándole en lo personal que también por el don de gentes en atención a su distinguida clientela por parte de la familia Estrada Vallejo.
El lugar donde se ubicó la distribuidora de refrescos y la tienda “3R” hoy en día se encuentra establecida la “Casa de las Diligencias” (lugar cultural de la UAEMex) este inmueble fue vendido al gobierno del estado cuando fungía como jefe del Ejecutivo el licenciado Ignacio Pichardo Pagaza y es ahí, donde termina esta historia.
Finalmente el buen amigo Raúl Estrada Vallejo comenta que cuando fallece su suegro don Alberto Pliego (la primogénita de don Alberto Lulú casada con Raúl) toma el mando como administrador de una de las papelerías más prestigiadas de la ciudad de Toluca “Papelería Pliego”, pues vendía por menudeo y mayoreo a un gran número de personas, ubicándose este establecimiento en el corazón de Toluca en avenida Juárez entre Independencia e Hidalgo.
Hoy en día Raúl se encuentra satisfecho y completamente feliz, pues tras haber dirigido una de las tiendas más importantes de la ciudad, asegura que es una persona bendecida por Dios, ya que proviene de un padre ejemplar, a quien recuerda como una persona honesta, trabajadora emprendedora y con grandes valores………gran legado.
Toluca a través del tiempo:
Toluca es ocupada por el Ejército Norteamericano;
Después de transcurridos cerca de cinco meses, que el ejército invasor ocupaba la capital de la Republica, y cuando se habían firmado ya los tratados conocidos con el nombre de “Guadalupe de Hidalgo”, en virtud de los cuales se entraba en un armisticio (acuerdo que firman dos o más países en guerra cuando deciden dejar de combatir durante cierto tiempo con el fin de discutir una posible paz) de una columna americana como de 600 hombres aproximadamente, de las tres armas, hacia su entrada a nuestra ciudad de Toluca, la mañana del día 8 de Febrero de 1848.
El Sr. Don Francisco Modesto de Olaguibel, gobernador del estado en esa época, había protestado en contra de esos tratados, y por consiguiente, no admitiendo el armisticio, ni hallándose en aptitud de rechazar la fuerza extranjera, es por ello que abandona la ciudad un día anterior rumbo a Sultepec, en cuyo camino fue acorralado por el enemigo y hecho prisionero por tropas mexicanas que reconocían los tratados de “Guadalupe Hidalgo”.
En esta acéfala situación para el Estado, ya que estaba prisionero nuestro gobernador del estado, reuniese el Congreso en la Villa de Metepec, distante una legua de la ciudad de Toluca, y después de aceptar el armisticio, nombró gobernador provisional al señor licenciado Manuel Gracida.
En relación a lo anterior, la mañana del 8 de febrero de 1848, es un luctuoso recuerdo para la ciudad.
Cierto es que esa columna expedicionaria norteamericana venía de paz; pero para el pueblo toluqueño, era la paz producida por el vencimiento; la paz en que se entra después de una desesperada y desastrosa lucha; en fin, que las negras circunstancias obligan a aceptar.
Esta patriótica población, cuyas ideas liberales son bien conocidas, se consternó ante la presencia de las tropas norteamericanas.
La infantería se hospedó en lo que antes era el convento de San Francisco; la artillería y caballería, en un mesón de la Plaza de Zaragoza, y los carros en la Alameda.
Nos es grato recordar con orgullo a algunos dignos hijos de Toluca, que tomaron las armas en defensa de nuestra patria chica: Lauro Cárdenas, Ángel Colina, Severo y Ruperto Pérez de León, Carlos y José del Moral, Rafael García, Silviano Pavón, Luis G. Baeza, Pascual Martínez de Castro, Felipe S. Armas, Victoriano Cruz, José María Escalona, José María Oro, Dolores Tagle, N. Carrión, Simón Velázquez, Cayetano Ferado, José María Hernández, Cástulo Alva y Mariano Valdés, y otros cuyos nombres sentimos no atraer a la memoria.