Si la intención de FRENAAA es incomodar, acotar o presionar al presidente, están consiguiendo exactamente lo contrario. Nada podría hacer sentir más cómodo al primer mandatario que utilizar las mañaneras para referirse a un movimiento que, sin causa o ideología, se manifiesta exclusivamente en contra de su figura y su narrativa. Es más sencillo abordar todo lo referente a esta manifestación que hablar del manejo y cifras de la pandemia, de la crisis económica y las vías de recuperación, del saldo y avances en materia de seguridad pública, o de la necesaria lucha feminista y el rol del gobierno para garantizar equidad y plena libertad. Han conseguido construir un movimiento a medida del discurso presidencial sin absolutamente ningún significado para quienes conforman las mayorías de nuestro país y que deben estar al centro de la agenda pública por ser diariamente víctimas de profundas desigualdades.
Al conformarse como un movimiento sin causa, sin ideas y sin otro objetivo más que el de manifestarse en contra de una personalidad, cuentan con un discurso flojo e incapaz de emocionar. No hablan de los grandes males de México y ni siquiera señalan eficazmente las equivocaciones de esta administración; no abanderan como causa la lucha en contra de la desigualdad, el fortalecimiento del sistema sanitario, el combate a la delincuencia o un profundo enfrentamiento a la corrupción. Por ser exclusivamente un movimiento enfocado en atacar a un solo individuo y por el perfil del presidente, validan exactamente todo lo dicho por él en 18 años: que hay sectores motivados por evitar perder privilegios a raíz de los cambios propuestos por el gobierno. En todas las naciones del mundo y en diferentes puntos de la historia, los dirigentes que abanderaban un discurso similar al de López Obrador se vieron beneficiados de las coaliciones y frentes conformados por partidos y sectores tradicionales al validar el discurso de polarización.
La situación del país es mala, y las cosas no han mejorado en décadas, pero, así como es imperativo criticar al gobierno también se debe señalar a una oposición totalmente incompetente e incapaz. No entienden todavía la realidad social del país y por esa razón no tienen idea sobre como contrapesar al ejecutivo.
Un verdadero movimiento para beneficiar a México y equilibrar el escenario político en favor de nuestra democracia debe, forzosamente, perseguir el bienestar social y las causas de los millones en situación de pobreza, y no ser tan vacío como para únicamente manifestarse en contra de una persona. Nuestro país requiere de corrientes patrióticas y de causas justas para perseguir el desarrollo de todos, pero difícilmente vendrá lo necesario de un sector que calló ante la corrupción e incompetencia del pasado y “despertó” para combatir solamente a una figura. México lleva décadas de estancamiento y de creciente descomposición social y, el actual gobierno, no tiene resultados que validen un cambio profundo. Sin embargo, FRENAAA únicamente esta consiguiendo ratificar la narrativa del ejecutivo, distraer la agenda de temas más importantes y estorbar a aquellos esfuerzos con una ideología genuina.