El pasado 19 de octubre mientras navegaba en Facebook encontré un texto que detuvo mi atención, era una publicación de mi amiga Rous, mientras lo leía el corazón se me apachurraba y me invadían las preguntas qué porqué a la gente buena, porqué a ella, porqué a mi amiga con la que he compartido buenos momentos, risas, fiestas y batallas.
Es un texto inspirador sobre una batalla, una batalla contra un enemigo fuerte pero no invencible, maldito cáncer, no vencerá en este caso, nuestra Rous es una mujer fuerte, perseverante y de mucho carácter.
Se que muchas mujeres están librando batallas y que son inspiración, hoy comparto este texto para hacer conciencia sobre la importancia de acudir al médico, de hacernos chequeos oportunos, pues de eso depende mucha veces salir victoriosas.
Ella nos compartió....
A mitad de mis primeras cuatro quimioterapias, siento que estoy atrapada en un cuerpo que no atiende mi pensamiento. Hoy amanecí con mechones de pelo en mi almohada y al querer alisármelo, salían más. Estoy cierta que mi lucha apenas empieza y debo ser fuerte y valiente, ante una enfermedad que de la nada me embistió como un toro de lidia.
Las horas transcurren y no encuentro la fuerza para levantarme, intento comer y mi estómago rechaza cualquier alimento y me duele. Entonces, me miro al espejo y trato de sonreír, de pensar que los meses pasarán pronto y volveré a ser quien solía ser...
Perdón por el desahogo público, pero esto por instantes me rebasa y no, por Dios, que no quiero dar mi brazo a torcer.
Hoy quiero seguir positiva, mandar a la puritita chingada este pinche cáncer y declararle la guerra. Hoy, si estás leyendo esto, piensa que el cáncer detectado a tiempo puede ser curable. Si bien hoy precisamente es día de la detección oportuna del que es de mama, no dudes en ir al médico si sientes que algo no está bien en tu cuerpo, no lo subestimes. En verdad, un estudio médico a tiempo puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. En mi caso, empezó con un dolor de estómago y luego dificultad para pasar bocados grandes. Le resté importancia y sólo cuando la molestia fue mayor, fui al doctor. Hoy estoy luchando contra un cáncer de estómago que me tiene dando la más grande de mis batallas. Por favor, cuídate!!
Rous no estás sola y saldrás adelante, estás en las oraciones de la gente que te conocemos, queremos y admiramos.
Todas las guerreras que están en lucha no están solas y sé que pronto contaremos su historia de victoria.
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