2020 fue un año muy difícil, una pandemia que nos sorprendió y arrebató muchas vidas, nos hizo resguardarnos en casa y cambiar nuestro ritmo de vida.
Un año también donde la violencia en contra de la mujer al interior del hogar tuvo un incremento de hasta 70 por ciento. Muchas mujeres vivieron el día a día de maltratos, insultos y golpes. En algunos casos esa violencia terminó en muerte.
En 2020 más de 350 mujeres en el Estado de México fueron asesinadas.
Se dice fácil: 350, pero detrás de cada caso existen familias en duelo, en espera de justicia, existen niñas y niños que se quedaron sin su mamá. Madres que lloran la partida de su hija. Son más de 350 historias de dolor y rabia. Algunas ya tuvieron el “consuelo” de ver a los responsables pagar una condena, otros más en espera de justicia, pero la justicia no regresará a la vida a su ser querido.
Las víctimas de todas las edades y estratos sociales. El mayor deseo para este año 2021 es que ya no tuviéramos víctimas de esta terrible pandemia y que la condición de las mujeres cambiará, que ya no tuviéramos más víctimas de violencia de género, pero eso no se resuelve con un simple deseo, requiere de un trabajo conjunto sociedad y gobierno.
Fomentar que la violencia no es una forma de vida, fomentar el respeto entre hombres y mujeres. Reiterar a las mujeres que la violencia de género que no es atendida puede terminar en feminicidio.
Que quienes ejercen violencia de género necesitan ayuda para tener una reeducación para ya no ser generadores de violencia, pero también atender a las mujeres que piensan que la violencia es una forma de vida y transmiten la sumisión a sus hijas y empoderamiento erróneo a los hijos provocando los mismos patrones de violencia de género.
Necesitamos una sociedad más tolerante, las discusiones terminan en golpes y feminicidios.
Hoy corroboramos que no existe lugar seguro, la calle, sitios públicos, el transporte de pasajeros, el trabajo y hasta la propia casa son escenarios para que la violencia en contra de la mujer explote y termine con vidas. No es un asunto de zonas urbanas o rurales, o de clases altas, bajas o medias, a todas por igual nos matan
Este 2021 inició con historias terribles, historias pendientes aún de justicia y reclamos nuevos como el caso de #MamáLuchita.
En Cuautitlán Izcalli este fin de semana dos mujeres más fueron asesinas.
Esto no se terminará sino señalamos a quienes violentan y arrebatan vidas.
No terminará sino existe una reducción de los violentos y que las mujeres dejemos de tener miedo para poner un alto a una vida de violencia que podría terminar en muerte sino es atendida.
Sigamos alzando la voz, se tiene que escuchar y hacer que se respete nuestra condición de ser mujeres en todos los escenarios de la vida pública o privada, en todos los lugares, ya no podemos seguir viviendo con miedo. No es posible que ni la casa sea un sitio seguro. Vamos a hacerlo desde casa con los nuestros.
#VozDeMujer
#LupitaEscobar
#Feminicidios
