Hoy, como nunca, cobra vital importancia la conciencia y la inteligencia de los seres humanos. Aunque hemos visto que es más poderosa la cerrazón y la necesidad de convivir que la vida, seguimos sin entender que la emergencia por la pandemia ha rebasado los límites de las posibilidades de los sistemas de salud a nivel mundial.
El color del semáforo en nuestro país ha dejado de ser importante y se anteponen las necesidades económicas y sociales a la salud de los ciudadanos.
Encontrar culpables sería irresponsable porque tendríamos que analizar la actitud de los gobiernos pero también de los ciudadanos, señalar errores y necedades ya está por demás, las consecuencias se están pagando, en noviembre se festejó el día de muertos con la anuencia de algunas autoridades y la irresponsabilidad de las personas, en diciembre la navidad y el fin de año, no se han limitado los tianguis y venta callejera de productos no vitales, los jóvenes siguen organizando fiestas clandestinas y se siguen reuniendo en cervecerías sin autorización, no podemos culpar a uno solo pues es es la irresponsabilidad social que se percibe por la falta de conocimiento sobre el tema y sobre todo de los temas de salud en general.
Nuestro sistema de salud nacional, que tenía muchas carencias, está colapsando, los hospitales están al tope y los profesionales de la medicina, médicos, enfermeras y enfermeros, auxiliares y hasta el personal de limpieza, están agotados y son víctimas de la misma enfermedad que lacera a la sociedad en el mundo, pero no entendemos la importancia del “quédate en casa” que se ha vuelto una frase más y ya no causa ningún efecto, la sana distancia se toma como un juego y el cubrebocas es un molesto aditamento que más bien se usa de adorno y en la mayoría de las ocasiones incorrectamente. Infinidad de veces hemos hablado de la educación y muy especialmente de la prevención, en este caso, es muy triste reconocer que tampoco estamos educados en materia de salud, no sabemos o no queremos saber como enfrentar este tipo de emergencias sanitarias, para la humanidad es más importante lo material que la vida misma, destruimos la naturaleza sin pensar en las consecuencias, solo por nuestra comodidad, creamos y experimentamos con substancias que causan más daño que beneficio, tomamos las enfermedades como algo lejano y solo las conocemos bien cuando son cercanas pero sobre todo, pensamos que la pandemia es inventada por el gobierno para controlarnos y tenernos en casa, así está nuestra ignorancia sobre temas de salud.
La aplicación de las diversas vacunas, nos dan una pequeña luz en el camino, unas al 60%” otras al 90% y algunas con dos dosis, pero éstas solo servirán para detener la crisis, el virus seguirá con nosotros y tendremos que aprender a vivir con él y otros más. ¿no creen, estimados lectores, que es momento de preparar a la sociedad, para ésta y otras crisis de salud?, la educación en este tema será, verdaderamente, la salvación de la humanidad, después de esta pandemia, no creo que podamos seguir así, no será la última.
Por cierto: muy triste fin de año con la partida de muchos conocidos y queridos amigos, tendría que mencionar varios nombres y no me gustaría olvidar a ninguno. Para todos ellos mi oración y mi tristeza por su fallecimiento. Descansen en Paz.