En relación con la anterior crónica donde comentamos el comercio en la década 1930-1940 de nuestra Toluca, continuamos exponiendo lo siguiente:
Inmigrantes a nuestra ciudad de Toluca: españoles, libaneses, chinos, lituanos y otros;
Españoles: por el rumbo del Barrio del Nacional, en las inmediaciones de la estación del ferrocarril había en el muro poniente de la estación una placa con la leyenda “Barrio del Nacional”, varios comerciantes e industriales españoles operaban establecimientos; he aquí algunos de ellos: Los señores Salvador de la Vega y Santos López Rodríguez (gran filántropo), en la calle Alberto García, bodegas 8 y 9, respectivamente, se dedicaban a la compraventa de semillas al por mayor. Don Salvador fue padre de Salvador, Pedro, Cira y Maruja. Don Santos tiempo después cambió su giro a la explotación de bosques y luego a los negocios agropecuarios en gran escala; entre los varios ranchos que tuvo estaban el de Atizapán, San Cristóbal, Las Tablas y la Hacienda la Garceza, que comprendía donde estuvo la anterior zona militar (hoy parque Bicentenario) hasta la colonia El Seminario (esta hacienda fue donada para la construcción del actual seminario apostólico); don Santos contrajo matrimonio con la señora Pliego y fueron sus hijos; Joaquín, Enrique, Ramon, Carmen, Clara y María del Refugio.
Los hermanos Faustino y Gerardo Hidalgo, de León, España, eran dueños de la fábrica de tejidos de lana La Providencia, don Faustino vivía con su familia en una casa de la avenida Hidalgo, cerca del Sanatorio Hidalgo, sus hijos fueron Faustino, Rosa y Pilar.
En la avenida Independencia, frente a la tabacalera, se encontraba la bodega de don Ángel Barenque, también dedicado a la compraventa de semillas. Don Leandro Peral, Ángel y Mateo Saldamando y su hermana Carmen, cuyos familiares eran los muy conocidos Esteban y Enrique Abascal, fueron dueños sucesivos del molino de trigo Los Pirineos, segundo en importancia en nuestra ciudad; otros dueños fueron los Arruabarrena, quien una hija de ellos de nombre Pilar, se casó con el señor Manuel Galarza, también español y dueño de un expendio de licores aquí en Toluca.
Don Maximino Pandal, residente en la ciudad desde el siglo XX, era dueño de extensos terrenos y casas en Toluca, entre ellos, el Deportivo Español, que era el centro de reunión de los miembros de la colonia española, ubicado en la calle de prolongación de la calle de Santos Degollado, en la parte sur del Molino de Los Pirineos; consistiendo solamente de frontones y salón de fiestas construido totalmente de madera.
Don Maximino tuvo dos hijos; Maximino y Alfonso, este último, se dedicó a grandes negocios forestales y se llegó a casar con la señorita Margarita Graff López, descendiente de don Santiago Graff, dueño de la Cervecería Toluca. Como dato curioso, don Alfonso falleció de un infarto subiendo las escaleras de Palacio Nacional.
Don Antonio Yurrieta, originario de Santander; estaba dedicado en un principio al ramo de los abarrotes; don Epifanio López de Burgos, era dueño de la empacadora La Española, ubicada en Pino Suarez. Florencio Azcobereta tuvo un expendio de materiales, con un buen camión repartidor, cuyo chofer era Froilán López.
J. Gonzalo Gálvez fue un comerciante también de origen español que tenía su establecimiento en esta ciudad, ubicado en la esquina de Juárez y Libertad (hoy Hidalgo), en los bajos de la casa propiedad de don Refugio Almazán, donde distribuía máquinas de escribir Remington, portátiles y silenciosas, así como radios Westinghouse, ahí mismo se vendía salvado, pasta de ajonjolí, así como chocolate Noche Buena y Alegres Pascuas, que se fabricaba en el obrador, ubicado en la casa número 28 de Hidalgo, donde hoy es la panadería Karsapan (Guadalupana) de don Higinio González. El señor Gálvez fue abuelo del licenciado Sergio González Gálvez, Embajador Emérito y fallecido recientemente 27 de marzo del 2020 a la edad de 85 años.
Por otro lado, los hermanos Luis y José Gutiérrez Dosal, establecieron por su cuenta una tienda de abarrotes en la esquina de 5 de febrero y Libertad (hoy Hidalgo), en los bajos de la casa del señor Sobrino y su esposa Isabel Iglesias. Tiempo después, los hermanos cerraron el negocio, dedicándose José a la agricultura y a la ganadería; casándose con la señorita Rosario Platas; por su parte don Luis adquirió la concesión del cobro de impuestos de alcoholes que curiosamente subastó el Gobierno del Estado en aquel entonces. Más tarde, don Luis se hizo uno de los grandes prósperos hombres de negocios, no solo en la ciudad, sino en la entidad, aprovechando sus grandes relaciones con gobernadores y presidentes de la república; se casó con Isabel Negrete, hija de don Laureano Negrete (también de origen español), dueño de la Hacienda Doña Rosa.
Don Nacho Zalvides, caballero español que en la década mencionada llegó a México, se casó con la hija del comerciante Pedro Diaz Tocsa, también español, dueño del negocio La Aduana Vieja. Don Ignacio se estableció en Toluca y abrió una tienda de abarrotes que denominó Los Precios de México, ubicada en el número 2 de la avenida Juárez, en los bajos de la casa, propiedad del señor José Julio Barbabosa. Poco tiempo opero este negocio, y don Nacho se dedicó a los transportes y acarreos en la ciudad de México, tiempo después regresaría a Toluca como gerente de la Mercedes Benz, ya en la década de los sesenta.
Libaneses:
Vinieron a establecerse a Toluca, en forma paulatina, varias personas de origen libanés a quienes en Toluca se les conoció como “los árabes”. Todos ellos grandes emprendedores, trabajadores y simpáticos (quien no tenga un amigo libanés, que lo busque lo comentaba Adolfo López Mateos) con gran sentido de adaptación a las costumbres de la ciudad.
Aunque originalmente profesaban el rito maronita (iglesia que forma parte del grupo sirio occidental), eran católicos y devotos de la Virgen del Carmen. De este grupo, los hermanos Pedro y Miguel Checa, que llegaron por el año de 1912, y se dedicaron al comercio ambulante, llevaban a cuestas grandes maletas y paquetes de telas finas para confección de vestidos para dama, así como prendas en piezas listas para que mediante un simple cosido de máquina o a mano pudieran ya usarse. Don Pedro fue a asentarse en El Oro por algunos años; y regresó a Toluca, donde estableció en el Portal Constitución (calle del maíz, lugar de trueque y venta del maíz) un negocio importante que se llamó El buen despacho.
Otros de los comerciantes sirio-libaneses que se dedicaron en su mayoría a la venta de ropa hecha para obreros, y que se establecieron a lo largo del segundo tramo de la avenida Juárez, tanto en accesorias como en puestos, y en los primeros tramos de la avenida Independencia, así como en torno a los Portales, algunos de estos eran los siguientes:
Don Alfredo Curi y don Antonio Assad, quienes fundaron A la Gran Barata en la esquina de Independencia y Juárez; Salomón Naime, Natalio Libien, Juan Libien, el señor Antonio Karam, Antonio Sesin, José Miguel Maccise con su tienda La Esperanza, Eva Dib viuda de Maccise; Abdo Naime (abuelo de mis grandes amigos Blanquita y Alex Naime Libien) con El Fuerte Azul y La Preferida; Antonio Abraham, dueño de la famosa Violeta, quien por cierto se estableció primero en la calle de Riva Palacio, en el exterior del antiguo mercado; David Kuri y Pablo Isaac; don José Dumit, papá de Julián, dueños de la famosa tienda El Jonuco, los Dumit en un principio estuvieron asociados con los Karam en una fábrica de agujetas; los Yamín, los Kado, Pedro Majul, José Chalela papá de David y Miguel; Antonio Harp, papá de las hermosas señoritas Janifief y Charlotte, y dueño de la tienda de ropa y novedades El Cedro de Líbano; Antonio y Juan Chémor con su comercio El Siglo XX; Pedro Sahade, Antonio Karam, Pedro Dumit, Elías Chuayffet y Elena Chuayffet, Miguel Abraham esposo de Rosa Maccise, Elías Nader y Asma, Elías Hadet y Cecilia, José Acra y familia, Jorge, Pedro y Elías Guerra, Jorge Kamel, Julián Jalil, Faride Dala, Karim Naime y Columba, Domingo Kanán, sus hijos Natalia, Camilo y Antonio Kanán, Jacobo Abud, Tufic Galeb, Said Kado, papá de Conchita, Jorge, Chucho, Ramón y Sarquis, Domingo Kanán emparentado con el dueño de El Jonuco, Karim Naime, primo de Toño Naime, papá del exprocurador de Guerrero José Naime. Por último y entre otros más Juan Naime, hijo de Juan “el cabezon”.
Chinos, Lituanos y otros:
Entre los inmigrantes de otros países enumeramos de China, a Pepe Liho, dueño del Café El Asia; el señor Chew, dedicado al comercio de madera, y padre de Bertha. De Argentina a Emilio Clares, dueño de un comercio (ferretería) que después fue de Agustín Gasca Mireles. En el mismo ramo de ferretería, la familia polaca de apellido Cymet tuvo en negocio en la ciudad de Toluca.
Procedentes de Lituania, llegaron a Toluca don Kissel Vainer y Moisés Vainer, quienes se dedicaron al ramo de la ferretería, papás de Gregorio e Issac, respectivamente; de Rusia don León Rubio y Mauricio Rubisewsky, papá de Alicia de Valverde quien fue consuegra de don Luis Echeverria Álvarez (expresidente de México). De Grecia, el muy querido maestro de francés en el Instituto Científico y Literario y cronista de Toluca don Ramon Pérez (Isaac Cohen), socio del comercio Al paraíso de las Damas, quien fue con anterioridad de Safarti y Levy y de Sacal. También griega era Elisa Gategno, dueña de la tienda para damas La Afrodita, en el Portal Madero. Don Ramón y la señorita Elisa contrajeron matrimonio teniendo como hijos a Olguita (madre de mi gran amiga Elisa Maldonado Pérez) y a el doctor Samuel casado con Aida Pesqueira.
Continuará……