“Un pueblo que elige corruptos, impostores, ladrones y traidores, no es víctima, es cómplice”
George Orwell
La jornada electoral intermedia que redefinirá el rumbo del país esta cada vez más cerca y como cada 3 años las promesas de campaña han estado en boca de todos en distintos ámbitos de la vida, y aquellas en términos económicos no solo no podían pasar desapercibido si no que acapararon los reflectores de la futura vida política de México, prometen bajar el IVA, cuando hay programas sociales de nivel constitucional que requieren de mayores ingresos tributarios día con día, aunque el presidente haya dicho que la recaudación va bien y por eso no hay problemas por el no remanente del BANXICO, pero se les olvida que los impuestos no solo responden a sus tasas si no a otros factores.
Por otro lado, cada vez suena más fuerte la idea que hace unas semanas comentábamos en este espacio acerca de que se nacionalicen las afores y ocupar esos recursos en las obras de la 4T, callar una voz en la cámara es fácil, pero si logra hacer el eco suficiente en la nueva legislatura las cosas pueden cambiar, échele un ojo.
En el norte se viene diciendo, como era de esperarse que Samuel García pretenda salirse del acto fiscal y concentrar los ingresos presupuestarios para su estado y no para la redistribución entre todos.
No es la primera vez que se oyen estas ideas en una campaña electoral, es más las propuestas de reforma han llegado desde los escaños de los ganadores, sin embargo, como casi siempre son ideas que a la larga podrían salir caras, suenan bonito si, pero no es lo mejor que pudiera hacerse.
Pero son las viejas ideas que se le puede vender a un pueblo que no exige que se cumplan las promesas como vender un avión o bajar la gasolina, por que el ganador dijo que nunca lo prometió, porque no pedimos pruebas de la baja de los índices delictivos, ni de que la corrupción se haya acabado por que cada día salen periódicasos de algún nuevo escandalo.
Por eso se puede prometer el cielo y las estrellas porque saben que con que nos lo dejen mirar, pensaremos que ese día va a llegar, cuando dejen trabajar a quien debe ganar. Por eso creemos que de verdad no se necesitan economistas para hacer política económica y dejamos que los políticos nos ofrezcan una mala broma que deja ver la pobreza de unas elecciones económicas.
Por cierto: Pasaron más de dos semanas para que el presidente que se dice humanista se solidarizara con las víctimas y familias de las víctimas de la tragedia de la línea 12 del metro, pero tambien volvió a dejar en claro que no metería las manos por que confía en su regenta, digo en la Jefa de Gobierno, quien por cierto aseguró que en una semana se tendrán los primeros reportes de los peritajes conjuntos y se definirá si el tramo subterráneo de la línea es seguro, todo esto con las elecciones a la vuelta de la esquina.
Y para variar: Resulta ser que, la CDMX pretende regresar a las aulas en dos semanas, cuando no han logrado vacunar a todos los maestros, cuando no pueden terminar de aplicar la segunda dosis a algunos adultos mayores de 60 años, se acuerdan como por no frenar la economía en diciembre retrasaron el regreso al semáforo rojo, pues ahora es al revés les urge sacarnos después de las elecciones, lo que se visualiza es una nueva lluvia de amparos aunque las autoridades dicen que será voluntario.
* Economista por la UNAM, académico, columnista y articulista. Enlace Administrativo de la Coordinación del Programa de Posgrado en Derecho. Miembro de la Red Nacional de Jóvenes Investigadores del SIJ de la UNAM.
