Las necesidades de venta, así como de colocar mayor número de bienes y servicios a un menor costo ha dado la posibilidad de que grupos económicos liberen mayor número de inversión con personas que han tenido una aceptación pública desde sus redes sociales, las cuales tienen la característica de la rapidez con la que viaja un mensaje, por ello, distintas empresas, o personas o grupos con capital buscan para que den promoción a una determinada marca, lo que lleva a considerar que las personas que se especializan en ese negocio ahora tienen nuevos competidores que los representa un gran número de seguidores, las podemos conocer como influencer o influyente.
La colocación de la información se ha democratizado, la participación en la búsqueda de la información, así como dar a conocer cierto mensaje, u opinión, lo cual se puede ver perjudicado por dos fenómenos, el primero es el impacto que generan los recursos económicos en cuanto al comportamiento o mensaje que se pretenda transmitir, pero eso no es solo un problema actual, también ha pasado en México, con las grandes empresas de la difusión de la información, que son contratadas para realizar campañas publicitarias que venden como información la imagen de una persona, empresa, partido político, bien o servicio, lo cual no es nuevo en México.
Pero el influyente (influencer) tiene un reconocimiento derivado de su actividad particular se convierten en representantes de opinión, aunque en algunos casos no tengan el respaldo de la investigación que podría hacer un especialista en el tema, por ello, se corre el mismo riesgo que ya conocíamos como son las noticias falsas, lo cual no se salvan las redes sociales ni mucho menos las personas, pero que sin duda también pueden generar un recurso económico o de cualquier especie a quien intenta transmitirlo, una persona influyente sobre un determinado tema.
Más aun, en México el campo del entretenimiento ha tenido un gran crecimiento en cuanto a la generación de recursos económicos, lo que lleva a una gran aceptación por lo que en 2016, se generaron recursos por 22 mil 800 millones de dólares, lo cual evidencia la aceptación que puede existir que los influyentes que se dedican a este tipo de mercado, tengan un mayor impacto en cuanto a la generación de recursos económicos, derivado de los seguidores cautivos que ya representa ese grupo de sociedad global, pero uno de los grandes retos no solo en México, es poder regular o evitar campañas con mentiras, así como publicidad a partidos políticos engañosos.
Lamentablemente en México se impone la visión que el gobierno en turno sobre la política pública a realizar en cuanto la generación de información pareciera que no es un tema primordial, aunque no existe una verificación democrática del contenido, esto es que cualquier persona tenga el acceso de generar el mismo impacto así como la intensidad del cuál puede ser objeto del mensaje transmitido, con ello, da la posibilidad que el objetivo tanto de desprestigio o colocación de una persona, bien o servicio se realice, para lo cual el impacto ya esta hecho, por lo que las consecuencias en las percepciones ya son irreparables, aunque se sancione el daño esta hecho.
Académico del Posgrado en Derecho de la UNAM, Fes Acatlán, sígueme en mis redes sociales: Facebook: Gonzalo Levi, Twitter: @obregon_levi, Youtube: Dr. Gonzalo Levi Obregón Salinas. Instagram: Dr. Levi.