La Dromología, "Ciencia (o lógica) de la velocidad", es importante cuando se considera la estructura de la sociedad en relación a la guerra. 'Quienquiera que controle el territorio lo posee. La posesión del territorio no es primordialmente un asunto de leyes y contratos, sino, primero y mayormente, un asunto de movimiento y circulación.'
El poder es siempre el poder de controlar un territorio mediante mensajeros, medios de transporte y de transmisión. Independientemente de la economía de la riqueza, un estudio de lo político en la actualidad no puede hacerse sin un estudio de la economía de la velocidad, según la sociedad considerada.
Por ejemplo, desde la Edad Media se conocían las palomas mensajeras, que el telégrafo vino a destruir (las palomas se degollaban con los cables en el camino) y reemplazar por la más veloz superioridad tecnológica de la innovación telegráfica. La sociedad colonial conoció el poder marítimo de España, Inglaterra, etc. La sociedad de la post-Segunda Guerra Mundial reconoce el poderío aéreo.
Hoy en día la sociedad mundial en gestación no puede ser comprendida sin la velocidad de la luz, sin las instantáneas cotizaciones automáticas de las Bolsas de Valores interconectadas mundialmente, que los satélites hacen posible.
Según Virilio, todo poder es esencialmente “dromocrático”, sigue la lógica de la velocidad. La riqueza, como propone Virilio, es siempre un aspecto de la velocidad. La democracia misma se basa en el poder de velocidad de la circulación, en la posible transformación social que evita el estancamiento de clases. Virilio habla de la Economía Política de la Velocidad, no solamente de la riqueza (de su creación como Adam Smith y su desigual distribución, como Thomas Piketty) o del capital (como Karl Marx).
Buscando en las ideas de la visión ética-política de Virilio y sus prospectivas respecto al mundo material, afectado por las hipercomunicaciones, encontramos que lo que llama ritmología es parte de su análisis de la economía política de la velocidad, que implica cuerpos que oscilan entre la polirritmia y la arritmia (implosión, explosión).
Es lo que se ha llamado ritmoanálisis, la cuestión de las duraciones y las discordancias rítmicas, que implica no sólo el espacio sino el tiempo. Después de Einstein se diría el Espacio-Tiempo, la íntima relación entre el espacio y el tiempo que descubrió el Gran Físico con su Teoría de la Relatividad.
Hoy comenzamos a vivir virtualmente en la instantaneidad, que no es lo mismo que la modernidad líquida de la que habla Bauman. La fluidez baumiana no es sinónimo de velocidad porque se refiere siempre a objetos materiales o corpóreos. En cambio, hoy hay dos espacios: al lado del espacio real,MATERIAL, tenemos otro que es el naciente espacio VIRTUAL, que representa el lugar de la acción por medio de la tele-acción, la tele-operación a distancia, el teléfono, el tele-tacto, la tele-vista.
Seguimos estando en una sociedad masiva, pero virtualmente ¡hecha de individuos!, excéntricos individualistas pero listos para responder telefónicamente al llamado masivo instantáneo y sincronizado de la “flashmob”, la multitud-relámpago (acción organizada en la que un gran grupo de personas se reúne de repente en un lugar público, realiza algo inusual y luego se dispersa rápidamente). Hoy ya no hay una rebelión de las masas sino una masiva y fugaz rebelión de los individuos.
(Enero-2018)