La ansiedad generalizada es uno de los trastornos de ansiedad menos conocido.
Identificamos claramente como trastornos de ansiedad el trastorno de pánico con agorafobia o el trastorno obsesivo compulsivo, pero casi no sabemos de la ansiedad generalizada, y ésta afecta a un número significativo de personas.
¿Qué señales o indicadores nos pueden avisar de que tenemos ansiedad generalizada?
1. Preocupación excesiva por aspectos de la vida cotidiana.
Cosas que a priori no tendrían que ocuparnos tanto espacio mental ni generarnos tanto estrés o angustiarnos tanto. Por ejemplo, es muy normal tener ansiedad ante un examen final pero no es tan normal tener mucha ansiedad porque aún no has comprado el disfraz para el festival de la niña que es dentro de un mes. Sin embargo la persona con ansiedad generalizada no distingue y cualquier preocupación pasa a generarle bastante estrés.
2. Las personas experimentan con mucha intensidad todas las emociones.
Cualquier acontecimiento de la vida cotidiana les impacta con gran intensidad y de una manera muy fuerte. Si alguien les hace un comentario negativo, se quedan muy afectados y dándole vueltas a la cabeza, si no han hecho el trabajo con el nivel de perfección que les hubiera gustado, es decir, cualquier cosa genera tensión mental, genera preocupación y desasosiego. Son personas muy sensibles o susceptibles.
3. Sensación de estrés constante.
Es muy típico que las personas con ansiedad generalizada describan éstas sensaciones. Porque cualquier evento de la vida cotidiana, cualquier acontecimiento genera mucha ansiedad. De la mano de la ansiedad viene el estrés y el querer llegar a hacer las cosas lo mejor posible, pero con una sensación constante de no llegar. Es muy característico ver por ejemplo que se hacen muchas listas, se llenan agendas con mucho intento de organizarse, de planificarse, con ese afán de querer cumplir con todas esas expectativas y con todas esas cosas que les generan tanta angustia.
4. Rumiaciones y obsesiones.
Hay una gran dificultad para poder "desactivar", apagar el cerebro, dejar de preocuparse por todo. A menudo, las personas con ansiedad generalizada refieren esto: "es que no puedo dejar de preocuparme". "Es que no soy capaz de dejar de pensar en esto, y es una tontería, y sé que no tiene más trascendencia, pero me es imposible". Por ejemplo, la conversación que tuvo con su amigo. Y ahí está, en forma de rumiación. Una rumiación es un pensamiento circular y repetitivo de tipo obsesivo.
Si estás experimentando estos cuatro signos y de una manera intensa y además te afectan significativamente en tu día a día, puede que tengas ansiedad generalizada.
Todas las personas en momentos puntuales vivimos estas situaciones, pero cuando se dan juntas y nos generan malestar, sensación de desasosiego, estrés, incluso activación psico fisiológica, como dolores crónicos, cefaleas, colitis nerviosa, puede que estemos desarrollando ansiedad generalizada y por lo tanto, lo recomendable es que acudamos con un profesional.
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