La Revocación de Mandato, una figura que nunca había distraído la atención de los mexicanos, actualmente tiene a todos de cabeza. Desde la pelea del presidente Andrés Manuel con el mismísimo INE, hasta las acusaciones de Morena contra todo lo que se mueva… menos ellos, por supuesto.
La parálisis de México, en todos los aspectos, empezó con la pandemia de Covid19, y ya que se empiezan a abrir los espacios, comienzan los enfrentamientos, en todos los sectores sobre qué nos conviene más, ir a votar en contra de Andrés Manuel López Obrador para que se vaya, o bien no volver a ir para demostrar que esta consulta es una pérdida de tiempo, dinero y recursos humanos y dinero del erario.
De ese dinero que tanto se necesita para comprar medicamentos del cuadro básico; de ese dinero que se necesita para apoyar en los tratamientos de niños con cáncer, de ese dinero que se necesita para continuar con las escuelas de tiempo completo; en fin, podría enumerar cantidad de situaciones que requieren ese dinero, pero igual no tiene caso.
Muchos dirán que ese dinero es del INE y no del gobierno federal, pero yo diría, ¿Y quien le da dinero al INE? En fin, no tiene caso discutir lo que podría hacer con ese dinero que igual no está disponible; sin embargo, se me hace un gasto innecesario y voto muy caro para ratificar la estadía del presidente, que dicho está demás, está garantizada, desde que entró, por los próximos seis años.
Pues la verdad, yo no le veo cara de veda electoral para llevar a acabo este ejercicio democrático. Por lo menos no cómo se veía antes. Eventos magnánimos se han llevado a durante esta veda, empezando por el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, quien fue obligado a bajar todo el material audiovisual sobre la suntuosa inauguración del AIFA.
Y si bajamos al Estado de México, las figuras clave se mueven por todos los municipios con actos de impacto social, bueno, ni siquiera Morena lo respeta; desde el gobernador, pasando por los diputados y llegando hasta los alcaldes.
Lo único que sí se nota es que nadie pone su nombre; todos dicen el gobernador del Estado, el secretario, el alcalde o el presidente municipal. El nombre es lo de menos; todos sabemos quiénes son.
Obviamente el conflicto si los que no están a gusto con el presidente Andrés Manuel deben o no de ir a votar porque se quede o se vaya, ha escalado a otros sectores, a muchos que de política no saben nada y sólo quieren, que siga o que no.
Circulan videos invitando a asistir a votar en la encuesta sobre la revocación de mandato, dirigidos especialmente a los que no quieren que el presidente AMLO siga.
Dichos videos tratan de convencer de ir a votar a favor de que se vaya el presidente; afirman que si se junta el 40 por ciento de votos del padrón electoral y gana el que “se vaya”, se tendrá que hacer efectiva su revocación.
El presidente por su parte hace su labor de convencimiento, además de grandes espectaculares invitando a votar, y de las brigadas de Morena en calles y casa por casa, también invitando a que participen en la consulta de revocación de mandato; Andrés Manuel López Obrador tienta a sus adversarios, como él les llama, a votar, aunque sea en su contra.
Asegura que, si pierde, aunque no se junte el 40 por ciento reglamentario, él se va. La tentación es mucha. ¿Logrará aumentar la afluencia de votantes en esta ocasión? ¿Logrará reducir el costo del voto más caro de la historia de procesos electorales nacional?
Por el otro lado, los “detractores” como diría el presidente, insisten en que asistir a votar a la revocación de mandato, aunque sea en contra, es hacerle “el caldo gordo a Morena para legitimar el capricho del presidente”.
Pues ya sólo quedan nueve días de veda electoral que nadie respeta; y para saber cual campaña fue la más exitosa.
