La pregunta: ¿está preparado el Estado de México para ser gobernado por una mujer? En pleno siglo XXI ni siquiera debería formularse, de antemano, las posibilidades de ambos sexos tendrían que ser reconocidas universalmente, y deberían estar garantizadas. No existe nada que “tenga” que demostrar la mujer en la época actual.
El tiempo que corre es muy distinto al que conocieron nuestros abuelos y padres, incluso, del que muchos fuimos testigos, con los grandes cambios motivados por una gran revolución tecnológica. En poco tiempo, cuando se hablaba de algo obsoleto, comúnmente era en referencia de todo aquello que había sido marcado como novedoso recientemente. En esta dinámica, hemos sido testigos también que a través del internet las distancias se han acortado y ya no se puede considerar ninguna parte del mundo tan alejada como para no dar cuenta de cómo viven, cuáles son sus costumbres, su religión, etcétera, y desde luego, cuál es el trato que reciben las mujeres.
La pandemia, vino a modificar muchas cosas al dar una dura lección al mundo; no existe lugar alguno en el orbe, en el que pueda presumirse que está aislado de todos lo demás, la enfermedad no respetó ningún rincón, deberíamos estar conscientes de esa gran verdad. La guerra de Rusia contra Ucrania, de la misma forma, colocó en el panorama mundial esa invasión, al evidenciar que lo que ocurre en esas zonas, por muy alejadas que parezcan, afectan a todos.
En el mismo sentido, se han descubierto aquellos en los que la mujer aún sigue siendo tratada muy diferente a como exige la época actual. Como, por ejemplo: la mexicana Paola Schietekat que fue condenada en Qatar tras denunciar abuso sexual en julio de 2021; increíblemente la víctima resultó culpable del delito de relación extramarital, con una pena de 7 años de cárcel y 100 latigazos.
La mexicana, de 27 años de edad, quien se encontraba en aquél país trabajando como economista conductual en el Supreme Committee for Delivery and Legacy, responsable de organizar el mundial de futbol, denunció que había sido víctima de abuso sexual por una persona que consideraba su amigo, quien entró en su habitación por la noche y abusó sexualmente de ella. Al día siguiente, acompañada de la embajadora Graciela Gómez y el cónsul, explicó a las autoridades lo sucedido, pero la propuesta de aquellas fue la de obtener una orden de alejamiento, nada más.
El caso ha dejado en evidencia que, independientemente del conocimiento que se tiene del trato que recibe la mujer en el Medio Oriente, por cierto, muy lamentable; lo más penoso y grave es que exhibió al gobierno de México, que aparece como poco adiestrado para defender a una compatriota en un tema tan delicado. “Durante mi proceso, observé la poca, o más bien, nula preparación de la Embajada para actuar en mi defensa”, contundente señaló Paola.
En México, aún la mujer no obtiene el reconocimiento, y, por ende, el respeto que todavía exige, y por el que ha luchado por siglos. Aún con lo poco que se le concede se presume con exageración (como si éste fuese un favor). Lo reprochable es que se presenta como si de algo novedoso se tratase; esto es más evidente en el campo político, tal vez porque se encuentra bajo la observación general. El intento se reduce a un “quedar bien”, y que desde luego tiene una finalidad, aparecer como los grandes revolucionarios en la materia.
Desafortunadamente, sólo se trata de una pose gana-votos, porque en el fondo, no es del todo real. La ley exige espacios para garantizar la equidad de género, y éstos se manejan, no se considera la preparación y los alcances que muchas mujeres tienen y que garantizarían excelentes resultados, necesarios para ser consideradas.
Esto ha sucedido continuamente, y las cosas no cambian; recordemos el muy lamentable papel que jugó la Abogada Olga Sánchez Cordero, cuyo señalamiento hacia su postura y que no le permitió mostrar su preparación, la colocó en el terrible plano de los “floreros” del gabinete.
Ahora, la posibilidad de que Claudia Sheinbaum sea la candidata de Morena, y con grandes posibilidades de ser la Presidente de México, no se le puede reconocer que en verdad tenga los tamaños y la estatura como para ejercer el tan importante cargo; aunque después de lo que hemos visto del gobierno actual, ya nada, o muy poco representa sorpresa alguna.
Pero, ¿por qué Sheinbaum se encuentra bajo la sospecha de que no ejercerá como presidente, en caso de ganar? es evidente; el hoy mandatario Andrés López Obrador lo deja claro todos los días, nadie por encima de él y sus decisiones, les parezca, o no; y es un mensaje para todos, incluidos los ministros de la Corte, no admite contras. “No me vengan con el cuento de que la ley es la ley” sentenció molesto el tabasqueño, al enterarse que la corte no favorecía a la llamada Ley Bartlett.
El caso es que el presidente solo representa lo que la mayoría de la sociedad aún guarda como parte de su cultura y sus costumbres, peor aún, son muchas las mujeres que aún promueven el machismo como forma de organización social.
En un ideal; hombres y mujeres deberían competir en las mismas condiciones por los diferentes cargos, para que se elija al más preparado de entre los mejores, no hay resultados positivos si creemos aquello de que se requiere el 90% de honestidad y 10% de experiencia, y lo estamos viendo, nos lleva a la ruina.
En el Estado de México existen grandes posibilidades de que sea una mujer la que obtenga a través del voto, el gobierno del Estado, sin embargo; en caso de que sea la Maestra Delfina, de Morena, quien reciba el apoyo de los votantes, no parece que sea ella la que gobierne, sino que los hilos se manejarán desde otro lado.
Sí, el Estado de México y el país está preparado para que sea gobernado por una mujer, porque, además, con esa simple posibilidad, los alcances se presentan objetivos y alentadores. La entidad mexiquense, después de la pandemia, requiere caminar hacia un mejor futuro; con progreso; mejores condiciones de vida; y seguridad para sus habitantes. Ya sea hombre o mujer, a la sociedad le urge.