En el año 2000 fue publicado un libro de Edward Luttwak sobre lo que él denominaba el Turbocapitalismo (Quiénes Ganan y Quiénes Pierden en la Globalización). El autor, especialista en asuntos militares concibió el entonces nuevo concepto de geoeconomía, que aplicaba la estrategia castrense a la economía y a la sociedad.
Luttwak mostraba en su libro cómo la desregulación, la privatización y el cambio tecnológico habían acelerado el proceso de globalización que corroía el tejido social, que creaba algunos nuevos ricos y muchos pobres, a los que tan sólo ofrecía empleos inseguros, salarios estancados, una marginación que estaba llenando las cárceles del mundo entero y una profunda angustia ante un futuro incierto.
Turbocapitalismo: término que se usó para definir la aceleración de la economía financiarizada de supuesto libre mercado, pero que en la práctica significó la concentración en grandes empresas con altas dosis de capital en forma de deuda proporcionada por los bancos, intensiva en tecnología y bajo número de empleados, con poca regulación gubernamental, sin fuertes sindicatos ni prestaciones laborales, sin barreras aduaneras o restricciones a las inversiones y con bajos impuestos para las grandes empresas.
Esta es la fase del capitalismo financiero que hasta 2008 consideraba válida la siguiente ecuación:
Turbocapitalismo = Cibernética + Privatización + DesRegulación Financiera + Globalización = Libre Mercado + Transparencia = Prosperidad (con DEUDA)
Pero la burbuja inmobiliaria y bursátil que provocó el Turbocapitalismo se desinfló en 2008. Y después de la Gran Recesión de 2009 quedó desacreditado el resultado final de la ecuación, la supuesta Prosperidad, que solo fue para unos cuantos (el notorio “1%”) y únicamente quedó la enorme Deuda privada impagable y la Gran Deuda Pública en que incurrieron los Gobiernos para salvar a los bancos y sacar a la economía de la recesión.
El Turbocapitalismo provocó una gran crisis en 2008 porque no consideró en la ecuación el elemento de excesiva Deuda Privada (la opacidad de los derivados y otros instrumentos financieros). Esa creciente deuda mantiene a la economía mundial recurrentemente en oscilaciones cíclicas, ya sea por la excesiva expansión del crédito como por la fuerte contracción del mismo, lo que va aunado a bajas y alzas de las tasas de interés. Desde el año pasado empezó el nuevo ciclo de alzas en las tasas de interés que favorece a los bancos, pero que desincentiva el crecimiento económico ya que perjudica a los usuarios del sistema bancario.
Con la agudización del Turbocapitalismo, el Capitalismo mundial actual se caracteriza porque su principal contradicción es una creciente adicción a la Deuda (Pública y Privada) a niveles nunca vistos, lo que mantiene a su economía financiarizada recurrentemente entrampada.
Incluso, algunos consideran que la economía mundial ha entrado en un estancamiento secular porque cada vez le resulta más difícil a los empresarios impedir la reducción de la tasa de ganancia del sistema, lo que desalienta a la inversión productiva y a los bancos que desvían cada vez más recursos monetarios a la especulación bursátil y financiera.
Después del colapso del 2008, mediante el excesivo aumento de la Deuda Pública se ha logrado sacar parcialmente a la economía mundial de la pasada crisis y aún observar cierta recuperación en Estados Unidos. Pero la economía mundial sigue en riesgo recurrente de una nueva caída económica, un posible estancamiento o bajísimo crecimiento por un largo periodo.
Si a esto se agrega que en la economía mundial actual el libre mercado se ve obscurecido por el incremento en la corrupción (sobornos empresariales a funcionarios gubernamentales y fraudes financieros), la mayor criminalidad (narcotráfico y lavado de dinero) y el excesivo endeudamiento público y privado, se podría decir que en la actualidad el capitalismo se encuentra en una fase que agudiza los aspectos negativos del Turbocapitalismo y que podríamos denominar TURBIOCAPITALISMO (desvinculado de cualquier moral o ética).
Turbiocapitalismo por la agudización del proceso de corrupción de los procesos que conformaron la globalización como la privatización y la desregulación en beneficio de amigos, la mayor opacidad en la operación del sistema financiero (continúan los paraísos fiscales, los instrumentos financieros fraudulentos, los derivados y ahora con el agregado de los “bitcoins” y similares para el creciente lavado de dinero proveniente de la delincuencia organizada) y, sobretodo, el incremento de la deuda pública para beneficios privados (altos intereses, concesiones fiscales y prebendas a grandes empresarios y amigos del gobierno). Turbiocapitalismo por la indefinición del rumbo que va a tomar la economía mundial en esta nueva etapa en que se da cierta retracción de la globalización en medio de una lucha ya no sólo utilizando la economía como una forma de guerra (la Geoeconomía de Luttwak) sino de los medios de comunicación para una lucha indirecta y, a veces clandestina, entre países (una nueva y turbia Geopolítica), como se sospecha que hace un uso intensivo Rusia y dentro de los mismos países, para controlar los medios como ejemplo destacado en China y no se diga en Corea del Norte o intentar manipularlos abiertamente como en Estados Unidos (la nueva política a través de medios de comunicación como Twitter, etc).
Con la Administración Trump se inicia el intento de frenar la globalización mediante el abandono parcial y selectivo del libre comercio, especialmente del TLCAN, por la intervención y manipulación gubernamental y otras medidas que enturbian la economía mundial. La reciente aprobación de reducción de impuestos en Estados Unidos pretende romper la tendencia al bajo crecimiento de la economía norteamericana pero al probable costo de un gran aumento en su deuda pública que a la larga podría traer más problemas.
De esta manera la nueva ecuación para definir el capitalismo actual debe ser:
Turbiocapitalismo = Deuda + Privatizaciones y Desregulación mediante Sobornos y Fraudes Financieros (con el agregado de los “bitcoins” ) + Freno a Globalización y Reducción de Impuestos (Estados Unidos) = Continuidad de la Concentración del Ingreso + Bajo crecimiento y mayor desempleo fuera de Estados Unidos + Aumento de Criminalidad con uso creciente de la cibernética + utilización de internet y los medios de comunicación para enturbiar la Política entre y dentro de las Naciones = Capitalismo de “Amigos” (que beneficia a los empresarios cercanos al poder y en las quiebras los salva el Gobierno) y creciente DEUDA que infla las Bolsas y que puede llevar a nuevo colapso financiero mundial.
No es una ecuación que prometa un gran futuro para la sana evolución de la economía mundial. Cómo evitar los corrosivos efectos de este Turbiocapitalismo sobre la sociedad, las familias y la cultura, es el gran reto que enfrentan en la actualidad los países.
(Enero-2018)