La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México continúa fortaleciendo su candidatura rumbo a la presidencia de México. Al estilo de su mentor, el actual titular del ejecutivo federal Andrés López Obrador, Claudia Sheinbaum no deja pasar oportunidad para mostrarse con los candidatos de su partido a los diferentes cargos de elección popular que se preparan para la jornada electoral del 5 de junio.
Si existe algo que ha dejado en claro el originario de Macuspana, es que entiende a la perfección que el impacto mediático debe ser aprovechado de la mejor manera posible. Las luces están puestas en los candidatos que buscan conquistar el voto ciudadano, aparecer en la foto con ellos, desde luego le ofrece gran publicidad.
Así lo hizo López Obrador, en cada mitin importante, en cada foto que se tomó con los aspirantes de Morena, aparecía junto a ellos para continuar impulsando su imagen. Eso le ayudó en gran medida a que su nombre e imagen fueran grabándose en la memoria de los ciudadanos, hasta que la gente llego a repetir su nombre casi sin pensar.
Ahora, Claudia Sheinbaum lo hace de la misma forma, para seguir ganando terreno. Independientemente de lo que se pudiera pensar en el sentido de que no tendría como sacudirse el problema que le ha representado la tragedia de la línea 12 del Metro de la ciudad capital, su imagen y su nombre siguen grabándose casi de manera imperceptible en la mente de los ciudadanos.
Para muchos, pudo haber sido muy temprano el destape de la preferida de López Obrador, que aún no se concreta oficialmente, pero todo tiene un sentido. El presidente es muy hábil para cuando se trata del tema de las elecciones, tal vez no sepa gobernar, ni tenga la menor idea de cómo manejar la política exterior o recuperar el crecimiento económico del país, ni siquiera como lograr mejorar la seguridad, pero lo que sí conoce, y bien, es imponer su particular visión y sacar ventaja por encima de sus rivales.
En ese tenor, Sheinbaum ya ejerce, desde luego con autorización de Palacio Nacional, el dominio que le ofrece el líder moreno para acomodar sus fichas con el interés de lograr los cargos de elección popular en disputa, de entre ellos, surge por su importancia y relevancia, el Estado de México, un fruto muy apetitoso difícil de minimizar.
Por eso es que se ha presentado con los aspirantes al cargo que dejará Alfredo del Mazo el próximo año, para afinar detalles, pero, sobre todo, para imponer unidad, apretar tuercas y enviar el mensaje respecto de quién es de las preferencias del que todo lo decide.
Como lo ha señalado este medio, seguramente el candidato surgirá del Grupo Texcoco, no hay de otra, entre Delfina Gómez, Higinio Martínez y Horacio Duarte, por lo que Yedckol Polenvsky, y el alcalde de Ecatepec, Fernando Vilchis, tendrán que sumarse a la causa y esperar mejores tiempos. No puede pasar desapercibido el peso específico que representa Vilchis, pues Ecatepec es como un país, por la cantidad de gente que alberga la demarcación, y se entiende que probablemente conseguirá una senaduría como premio de consolación.
Con lo anterior, Morena casi se declara lista para enfrentar el proceso a gobernador del Estado de México, con grandes posibilidades del triunfo, si recordamos que cuando del Mazo ganó, Delfina Gómez estuvo a nada de arrebatarle la corona, y con lo que ha estado haciendo se ha fortalecido, independientemente de la acusación que pesa sobre sus espaldas de la sanción del INE por haberles quitado parte de las percepciones a los trabajadores del Ayuntamiento de Texcoco cuando fue alcaldesa.
Pasa lo mismo que se señaló con Sheinbaum, y muchos otros, porque la mayoría le apuesta al olvido del pueblo, que carece de recuerdos en ese sentido, y pronto, sin casi enterarse, se encuentra aplaudiendo a quien antes descalificó, así es la política y así es el pueblo; olvidadizo. Sería necio preguntar por qué tenemos los gobiernos que tenemos.
Delfina Gómez parece que sigue siendo la preferida del tabasqueño, con su cargo como Secretaria de Educación y sus constantes reuniones, lo pueden dejar en claro; los demás, no tendrán opción y tendrán que apoyar los trabajos correspondientes a su candidatura.
Todo esto en Morena, y, mientras tanto: ¿la oposición? No, pues la oposición aún no se pone de acuerdo, se encuentran enredados en la composición de la coalición, con el manotazo del PRD, y la danza de los que pretenden alcanzar la candidatura del PAN y sobre todo del PRI, porque el primero ya tiene a su gallo.
Los nombres que maneja el Revolucionario Institucional sin duda representan lo mejor de los cuadros que se han formado con la vasta experiencia del partido tricolor; no debe caber ninguna duda. Nombres como Ernesto Nemer, Carlos Iriarte, Ana Lilia Herrera, Alejandra del Moral. Laura Barrera, incluso hasta los que últimamente no se han mencionados, como sexenios anteriores, como es el caso de Martha Hilda González Calderón, entre otros, todos ellos representan a lo mejor del PRI estatal.
Pero los problemas que el día de hoy enfrenta el líder nacional, Alejandro Moreno “Alito”, les complica el escenario, aunque en política nada está escrito, porque ese ente de las mil cabezas es el único que decide a final de cuentas. Pero si la lógica se impone, tendría que ser Enrique Vargas del Villar el que represente a la alianza.
El escenario no está como para inventar o exigir lo que cada uno cree que les corresponde, porque en caso de que la alianza pierda contra Morena, como consecuencia se le dará un fuerte impulso a la candidatura de Claudia Sheinbaum. Vendrán entonces, años obscuros para los partidos opositores, y también, muy probablemente, para la ciudadanía en general.
